Hermanos Juramentados de la Espada Negra

ARMAS

En el año 472 las distintas civilizaciones habían alcanzado un grado de desarrollo que se ha mantenido hasta la fecha actual, y no se han producido progresos señalables en la ingeniería de armas, aún es más, se podría decir que se han atravesado una fase de receso debido a la ausencia de metal y las crisis económicas.

Sí es pertinente comprender previamente las zonas de fácil minado de hierro en el mundo, pues las fundiciones y forjas importantes suelen estar en esas zonas. Dormenia : La indiscutible región minera estaba situado en el centro de la península de Medea, lo que permitió el desarrollo de las pesadas armaduras de la caballería pesada. Minas menores en otras provincias daban lo justo para el instrumental de metal. Las espadas de los nobles, símbolo de prestigio, son fabricadas con acero harrassiano en forjas Dormenias.

Eridie: El metal en Eridie es escaso, pero su aprovechamiento es óptimo. Las armas y armaduras son consideradas casi sagradas, y pasan de generación en generación. Incluso cuando las armas y armaduras están más allá de toda reparación, el metal es purificado y vuelto a forjar. Excelentes técnicas dan lugar a resistentes armas y armaduras.

Harrassia: Aunque las minas están situadas en las prefecturas de Nased, Ramed y Raad Saak, las eficientes vías de comunicación han permitido que la mayor manufactura esté en las propia harrassia. El acero harrassiano es de muy buena calidad.

Tirtie: Algunas buenas minas en Rugerie y Mulénevor permiten crear un acero de no muy buena calidad con el que los tírticos fabrican armas quebradizas pero peligrosas.

Clanes guneares: Aunque hay muy buenas minas en territorio del clan del oso, del carnero, y algunas aceptables en el lobo, las más importantes están en terrenos de los Ollvaror.

Los hermanos juramentados han podido tener acceso a muchas armas a lo largo de la historia, y las que se citan a continuación han sido probadas personalmente, además de corroboradas históricamente.

Todas las culturas han desarrollado su forma de espada como arma principal, y en muchos casos es una seña de identidad.

Espada Eridia

Quizá uno de los máximos exponentes de la cultura militar eridia, su fundamento es simple: un arma corta con la que atacar de forma punzante. Pero aunque el principio es simple, la ejecución es muy cuidadosa. La hoja mide medio metro, y aunque está pensada para atacar con la punta, está afilada en toda su longitud. El equilibrio está un poco más adelante de la empuñadura, que está tallada para encajar en la mano y no ser resbaladiza. No hay guardia. La funda está particularmente cuidada para que el arma no caiga, pero se pueda desenfundar con una mano. Para este fin se proveé un cinto de cuero de doble recorrido. Su peso sobrepasa por poco el kilo. Sus virtudes ya han sido mencionadas, su defecto quizá sea que es un arma pensada solo para el uso militar, acompañada de un escudo con el que defenderse. En una situación cotidiana quizá sea poco útil.

Las espadas eridias fueron mejorando en manufactura conforme pasaban los años, recibiendo una numeración por la generación de fabricación. La serie sexta es la más común, aunque existen unos pocos modelos de serie séptima que fueron creados personalmente para los tenabrius. Estas tienen diseños y tamaños muy diferentes a los estándar, y aunque son muy afiladas, tienen el defecto de que al repararse deben pulirse, quedan arruinadas si se afilan con piedra.

Espada harrassiana

Se trata de un arma de hoja curvada y un solo filo. Las hay de hoja ancha y estrecha, en función a la preferencia personal del dueño, aunque los más expertos jinetes de carsij suelen preferir la estrecha. Están pensadas para cortar, así que su equilibrio está en el centro de la hoja. Todas tienen cruz he incluso protección para los nudillos.

Hay muchísimo rango de calidad en este tipo de espadas. Las de más baja calidad suelen ser las que compra el estado, pues estas se encargan por subastas inversas. Lo usual es que los jinetes se hagan con sus espadas particulares de mejor calidad, y las del ejército acaben en los puestos avanzados. Las espadas harrassianas están construidas con buen acero y su mantenimiento no es difícil.

Espada dormenia

Las espadas Dormenias, a diferencia de las harrassianas y eridias, fueron desarrolladas en una cultura en la que las armaduras eran muy escasas. Por ello se trata de armas muy ligeras, flexibles y largas. No tienen filo en absoluto, pero sí una peligrosa punta. No tienen cruz, sino una cazoleta circular.

Estas espadas normalmente son un símbolo de clase social, pues el metal para construirlas es caro. En el caso de los nobles, es incluso una seña de identidad, y se espera que esta exprese la personalidad del individuo. Algunas pasan de padres a hijos, otras son forjadas personalmente, pero es indudablemente que todas son muy diferentes y requieren tiempo para acostumbrarse a ellas. Las cazoletas, en este caso, son particularmente enrevesadas y hermosas.

La espada no está carente de significado social: cuando un varón la lleva, es que ha cumplido la mayoría de edad y está dispuesto a utilizarla según las normas de los duelos. Cuando deja de llevarla, es que está en la edad de retirarse. También es usual ver espadas en miembros destacados de rangos sociales inferiores. Es el caso de los líderes criminales o el prestigioso cuerpo de guardabosques. En este caso las espadas suelen ser menos cuidadas en el sentido estético, y las cazoletas no tienen motivo decorativo alguno. A diferencia de los nobles, era usual que llevaran dos de buen tamaño.

Aunque cada espada es única, sí había unas generalidades a la hora de diseñarlas: Espada Trilbanson: Eran las más comunes. De buena longitud (algo más de un metro y dos decímetros), y sin filo. Es común que el mango tenga cierta inclinación con respecto a la hoja.

Espada Fedder: Algo más corta de la Trilbanson. Aunque hay un estilo de esgrima asociado a su uso, es posible que su existencia esté asociada a oficiales que estaban más interesados en estar cómodos que en llegar a empuñarla realmente.

Daga Aglaciana: Aún más corta que la espada Fedder, está pensada para empuñarse en la mano izquierda como complemento a una Fedder o Trilbanson. Considerada deshonrosa antes del siglo cuarto, fue introducido por la familia Aglazor, cuyos miembros no llevaban un arma más grande para demostrar su humildad.

Espada Taunori: La esgrima Taunori es levemente diferente a la del resto de Dormenia, pues están más acostumbrados al uso de armaduras. Por ello tienen filo en los dos lados de la hoja, hasta la guardia. En el resto de elementos es igual, incluyendo la guardia y empuñadora decorados.

Como resultado, es menos flexible y más pesada que las Trilbanson, pero muchas generaciones de buenos espadachines Taunori certifican su letalidad.

Se trata de armas muy letales cuando no se dispone de armadura, pero inútiles en caso contrario. La espada Taunori es algo mejor, pues gracias a su filo es relativamente fácil aprovechar una junta.

Una mención aparte merece la espada de la legión del sur, un arma adaptada del equivalente gunear, con nueve decímetros de longitud, quilo y cuarto de peso, y guardia en cruz, que sí está pensada para luchar contra objetivos protegidos, particularmente carsij harrassianas.

Espada Gunear

Se trata de armas de gran tamaño y mayor peso, contundentes según el estilo gunear. Tienen filo en ambos lados y guardia en cruz. El mango suele incluir madera y cuero. Estas armas son comunes entre el clan Asgeifr, y están pensadas para enfrentarse a todo tipo de objetivos, bien sea armadurados o no, contando con un filo aceptable y un peso más que considerable.

Se trata de armas muy fiables y extremadamente fáciles de afilar, actividad que se debe hacer después de cada uso.

Su único fallo señalable podría ser el hecho de que son armas pensadas para empuñar a dos manos. El motivo histórico es la falta de formación o disciplina entre los clanes guneares, resultando en elecciones de armamento muy individualistas.

Espada Tírtica

Este arma tiene una longitud variable desde tres a seis decímetros. Está construida de una lámina de mal acero con forma variada. Cada una es única, pero no intencionadamente como en el caso de las dormenias, sino como efecto del poco interés y precisión de los herreros tírticos.

Se trata de armas que tienen una molesta tendencia a romperse en el contacto con escudos, armaduras o incluso huesos, pero su ridículo coste de fabricación y su excepcional ligereza son virtudes que la han hecho presente en todas las granjas de Tirtie.

Espada Najshet

Esta espada tiene la primera sección de la hoja recta, para después doblarse en forma de U. Aunque originalmente se trata de un arma noble, en algún momento de la edad dorada Najshet se volvió relativamente común. Hoy en día no se fabrica casi ninguna, y se utilizan restauraciones de las antiguas.

Su longitud anda alrededor de los ocho decímetros, y su peso no suele superar el kilo. Es bastante larga para ser un arma concebida para su uso en una mano (su mango impide asirla con dos). La guardia es pequeña.

Hay una gran variedad en la calidad de las armas Najshet, dependiendo de a quien hayan pertenecido, pero debido a las extrañas costumbres funerarias, las mejores están en las tumbas de los herederos Najshet, donde aguardan para ser usadas en su “siguiente vida”.

Estas espadas son codiciadas, no solo por su extrema calidad, sino por su innegable valor histórico. No obstante los Najshet tienen escaso deseo de deshacerse de ellas, y portar una en su presencia es una forma rápida de ganar muchos enemigos peligrosos.

En cuanto a su uso, la forma curva garantiza un buen uso en golpes de tajo, aunque la sensación es muy incómoda para los que están acostumbrados a cualquier otro tipo de espada. Para colmo, el golpe punzante exige aún más experiencia.

Espada Tidar

Esta espada tiene un diseño único en el mundo por lo que merece su propia sección. La hoja tiene una sola curva abrupta hacia delante a la mitad de su longitud. Es un arma corta, de unos cinco decímetros, pero bastante peso. El equilibrio está en el último tercio del arma.

En general las técnicas de fabricación tidar son pobres, por lo que el arma es un tanto tosca para compensar la calidad del acero. El mango no tiene guardia, y suele consistir en una envoltura de cuero.

Su manejo es muy similar al de la espada eridia, aunque esta está más pensada para dar tajos que para ataques de punta, que resultan incómodos por la forma curvada del arma: la sensación es de que hay que realizar algo de fuerza hacia “arriba” para compensar la forma.

En el año 472 ya estaba cayendo en desuso, y no es común verlas fuera del sur de Eridie.

Espada de las tribus del desierto

Aunque difícilmente pueda ser considerado una espada por su peculiaridad manufactura sin acero, su técnica de uso sí es muy parecida. Consiste en una vara de madera aplanada en cuyos laterales estrechos se clavan dientes o huesos afilados. El mango permite la sujección mediante tiras de cuero enrolladas.

Se trata de armas pesadas y con cierta tendencia a romperse, pero temibles por la furia con la que sus guerreros las blanden.

El arma más común, con diferencia, es la lanza. De dos o tres metros, con punta de metal incrustada o en capuchón, o incluso con punta de madera, tiene bajo coste y es muy adecuada en el combate de masas. Los lanceros individuales suelen portar versiones más cortas por comodidad y discreción. Su número es superior al de cualquier otra arma: en Dormenia hay dos cientas lanzas por cada espada.

Lanzas dormenias

Es el arma principal del ejército regular. Varía en longitud por cuestiones tácticas: había una variable corta, de unos dos metros, y una larga de más de tres. Esta segunda era usada desde la segunda o tercera fila de combate, o ante cargas de caballería. Varía también en la forma de la punta en función al momento histórico y económico. La más improvisada era llamada “de tajo”, porque se solía fabricar de un par de tajos en la madera, confiriéndole una punta débil y quebradiza. La punta incrustada va en el interior de la madera, remachada desde el exterior. Esta es barata, pero tiende a romper la madera. Finalmente, la punta de capucha envuelve a la madera, y es la opción más segura pero también la más cara.

En cuanto a la caballería, la ligera utiliza una versión similar a la de infantería, solo que con las puntas de más calidad. Otro asunto completamente diferente es el de la caballería pesada Taunori, menos preocupada con el gasto de metal. Esta no solo incluye una punta mucho más larga, sino también una protección en torno a la mano.

Lanzas Harrassianas

Estas armas no existen como respuesta a una economía débil en el acero, sino como elección táctica de la infantería al enfrentarse a caballería, pues incluso aunque las porten, también llevan su espada de refuerzo.

Las puntas son bastante más anchas que las dormenias, y de agarre en capucha. El resultado da una lanza bastante más cara, pero muy fiable.

Lanzas Eridias:

Las lanzas tradicionales utilizadas en cuerpo a cuerpo fueron deprecadas en favor de las alabardas, pero se mantiene una versión más corta arrojadiza, o “jabalina”. Este arma tiene una punta metálica de unos 4 decímetros, y una sección de madera de la misma longitud. El arma queda en muchos casos dañada tras impactar en el escudo o armadura del sujeto, pero tiene un alto factor de penetración: en muchos casos atraviesa escudos y queda clavada y doblada, estropeando su movilidad.

No obstante las lanzas de cuerpo a cuerpo no están del todo ausentes en el territorio. La alianza del este eligió utilizar unas de madera flexibles y punta aplanada. El resultado es una lanza más corta y menos práctica para el manejo en formaciones cerradas.

Lanzas guneares

Ciertos individus del clan Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror">Ígvinror han convertido el combate con lanza en un estilo de vida, por lo que han avanzado en su diseño y técnica más que otras culturas.

Las puntas en este caso suelen tener filo en uno de los lados, usándose también para cortar, quedándose a medio camino de una alabarda. Adicionalmente son más cortas que las de unidades cerradas, pues son arrojazidas. Presumiblemente se llegan a utilizar para la caza de grandes presas.

Otra variedad de lanza es la utilizada por la caballería Fosrodr, que incluye una punta pesada con dos puntas casi perpendiculares que harían de tope, para evitar que la lanza quedara inutilizada al atravesar el cuerpo del enemigo en un exceso de ímpetu.

Lanzas Najshet

Estos objetos son antiguedades de poco valor, utilizadas solo por soldados rasos. Eran de remache incrustado, por lo que adolecen de todos los defectos que las dormenias.

Lanzas de las tribus del desierto

Estas armas son de manufactura simple, recurriendo incluso a piedras o huesos atadas con cintas de cuero a los palos de madera.

El hacha es un arma extraña en los ejércitos civilizados, siendo más común en levas revolucionarias. Tratándose de un instrumento pesado pensado para cortar leña, su equilibrio es difícil. No obstante, es un arma muy adecuada contra objetivos fuertemente armadurados.

Hachas dormenias

Es extremadamente raro encontrar hachas de combate en Dormenia. Dentro de los ejércitos no tienen una funcionalidad extrema, mientras que fuera de ellos la tendencia de lucha con espadas punzantes hace de las hachas una mala elección, limitándose a su uso natural: cortar madera.

Hachas eridias

El hacha no es considerada un arma de combate en Eridie, aunque hay una notable excepción: El hacha arrojadiza de varias puntas. Hay muy pocas de estas, pero el legendario guerrero Tidarias llevaba dos de ellas durante las guerras.

Hachas harrassianas

En harrassia es aún más infrecuente encontrar hachas de combate que en Dormenia. No obstante es común encontrar una en cada caravana o unidad militar, pues la ley obliga a ello: su utilidad o no está siempre en tela de juicio, pero el congreso lo aprobó cien años atrás y aún no ha sido derogada.

Hachas guneares

En los clanes es el único lugar del mundo donde se encuentran hachas pensadas para el combate. Estas están pensadas tanto para romper armaduras, como para partir en dos a un hombre. Pueden ser de una cabeza o de dos, de una mano o de dos. Pueden incluir decoración ostentosa, o en ciertos casos, símbolos antiguos.

El clan Sigvar está bastante orgulloso de sus hachas, pero es quizá un orgullo algo decadente y obsoleto.

Hachas tírticas

Los tírticos suelen luchar con cualquier cosa que tengan a mano, y las hachas de leñador no son una excepción. No tienen ninguna cualidad especial.

Hachas Najshet

No siendo un arma común hay ciertas hachas empleadas en sacrificios rituales de aspecto y peso impresionante. Su utilidad en combate, en todo caso, es cuestionable.

Son de una sola cabeza, e incluyen dos pinchos en la parte posterior.

Las mazas incluyen una cabeza roma de distinto tamaño y cualidades. Son armas perfectas contra objetivos protegidos por armaduras, pero exigen gran fuerza. Sus defensores suelen ser personas de gran tamaño que soportan bien el dolor.

Mazas Dormenias

Es el arma común entre aquellos partidarios de la religión de Soid, en cuyos preceptos está el no utilizar armas que causen cortes en la carne. Esta práctica, que viene impuesta por ser una deidad teóricamente pacifista, queda bastante en ridículo al observar las terribles heridas que puede causar una maza en una cabeza o huesos.

Para colmo, las mazas incorporan en muchos casos aletas o pinchos, con lo que cualquier sentimiento noble queda en entredicho.

Las mazas son comunes, como se ha dicho, entre los fuertes creyentes de Soid, y particularmente entre los cruzados. Cada maza es individual, pero la más eficiente es la de aletas. Su longitud está cerca de los cinco decímetros, y su peso en torno al kilogramo.

Durante los periodos de paz, y debido a la escasez de metal, hay toda una variedad de porras de madera utilizadas por los matones de bajo rango, e incluso por la guardia de las ciudades. Sus dos únicas virtudes son su escaso costo y que no son letales.

Mazas guneares

Bien sea en el caso de mazas con puntas, martillos de guerra o almádenas, se trata de armas toscas y duras. Como en el caso del hacha, están pensadas para destrozar a un hombre de un golpe. Su usabilidad, no obstante, está limitada a aquellos guneares que por su complexión no tienen ventajas de utilizar un arma rápida.

Mención especial merece la maza de las tropas presidiarias del clan de la orca, que tiene una cabeza en forma de cono rematada en pinchos. Este arma tiene un peso de un kilogramo, y es muy práctica en el combate.

Los manguales son armas que unen un mango de madera con una cabeza metálica, normalmente con una cadena o cuerda. Son armas de muy difícil uso en las que en muchos casos el usuario puede resultar tan dañado como el objetivo, si no las utiliza con cuidado.

Manguales dormenios

Como las mazas, sus únicos usuarios acérrimos son los cruzados. El efecto en batalla da heridas temibles, y pocas personas querrían colocarse frente a un cruzado haciendo ondear su mangual.

Manguales tírticos

Esta arma es originalmente un instrumento de varear la paja, pero se ha visto modificado para ser un instrumento de guerra. Sus múltiples cabezas son más pesadas que las contrapartidas dormenias, pudiendo alcanzar los tres quilos en las puntas.

Los picos son armas cuya hoja es perpendicular al mango. Su gran virtud es la capacidad de penetrar armaduras y causar heridas. Es un arma rara, en cualquier caso, debido a la ausencia de armaduras.

Picos harrassianos

El pico de caballería Carsij no es un arma del todo común, pero su efectividad es razonable. La longitud es de más de metro y medio, y tiene una punta en la dirección de la hoja y una perpendicularmente. Al otro lado un peso de acero añade peso, confiriendo forma de T.

Picos tírticos

Este arma nace como respuesta a la inutilidad de las frágiles espadas tírticas contra las armaduras eridias. También son armas únicas, de entre un kilo y dos kilos.

A medio camino entre lanza y hacha, o entre lanza y espada, las alabardas suponen un arma de equilibrio y manejo difícil. Se trata de armas muy vistosas que suelen ser utilizadas únicamente con propósito ceremonial.

Alabardas dormenias

Ciertas posiciones de guardia de la guardia real deben estar dotadas, por ley, de una alabarda cuya cabeza tiene forma de hacha pequeña rematada en punta. No obstante es un arma poco utilizada en combate.

Alabardas eridias

Estas alabardas tienen una longitud de unos dos metros de madera flexible, enganchadas a una cabeza de metal en forma de espada normalmente curvada. Su uso es extremadamente difícil y el incómodo equilibrio hace pensar que es un arma inútil, pero ver a un guerrero eridio moverse con ella hace pensar en gracilidad y letalidad.

Aunque es un arma de dos manos, en guerra se utilizaba de formas variadas, incluyendo combinaciones con escudos que incluían un punto de apoyo.

Alabardas Najshet

Un número de alabardas Najshet fueron encontradas en el saqueo de la tumba de Najshet VI. Su precio en el mercado negro de los coleccionistas es muy elevado, pero muchos acabaron comprando falsificaciones fabricadas con espadas Najshet tradicionales.

Los arcos son armas también muy usados, debido a que exigen bastante poca madera. Las técnicas de fabricación, no obstante, difieren mucho en función al lugar en el que se crean.

Arcos dormenios

Se trata de piezas que normalmente están realizadas de un solo trozo de madera. Los utilizados por el ejército regular no exigían demasiada precisión, sino que más bien se disparaba “a bulto”. Estos arcos tienen importantes imperfecciones y se deterioraban con el uso.

Mejores ejemplares eran los del obstinado cuerpo de guardabosques, realizados de tejo prensado.

Arcos harrassianos

Dos versiones importantes tuvieron un uso continuado a lo largo de la historia. Uno más largo era usado por la infantería, que nunca estuvo a la altura del material. Uno más corto era portado por la caballería sariana. Este arma no tenían demasiado alcance y perdía potencia a los pocos metros del disparo, pero la velocidad de los caballos y la precisión de sus usuarios combinaban letalmente.

Ambos arcos son de una sola pieza y están pensados para un tensado y disparado rápido. Particularmente la caballería lo disparaba con el arma en diagonal para un rápido cargado.

Arcos Eridios

Estos arcos eran de tejo prensado en una doble curva. El tensado es más fácil y la posición de carga más estable, mientras que la madera no se lesionaba o deformaba con facilidad. La precisión de estos arqueros era impresionante.

Arcos guneares

Siendo objetos destinados a la caza de grandes especies, la potencia es descomunal. Están compuestos normalmente por una sola pieza de madera flexible y dos astas de animal. Se pueden desmontar.

Una categoría aparte merecen las armas no metálicas tradicionales. Aunque estas no tienen la letalidad del buen acero, están avaladas por centenares de años de uso.

Armas tradicionales de las tribus del desierto

Están realizadas normalmente con huesos de criaturas del desierto que se afilan y se agarran a la madera con tiras de cuero. De esta forma se consiguen lanzas bastante puntiagudas, hachas con quijadas de grandes lagartos, o las citadas espadas de las tribus.

Armas tradicionales de los guerreros Tidar

Estas armas resurgen por la pobreza con la que las ciudades tidar afrontaron su guerra contra eridia. Normalmente están fabricadas de piedra amarrada a brazos metálicos, y se limitan a lanzas de no demasiada funcionalidad.

Armas tradicionales de los ulekaiz tírticos

Según la tradición tírtica, cada sacerdote o ulekaiz debe fabricar sus propias armas sin ayuda externa, y como la mayoría de ellas no tienen conocimiento de forja o acceso al metal (tendrían que extraer el hierro con sus propias manos), las realizan de madera, hueso y cornamentas. No obstante sí que suelen invertir mucho tiempo, por lo que el acabado final suele ser más cuidado que el de las tribus del desierto.

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