Se trata de una de las seis familias nobles Dormenias con derecho a la auto determinación de sus tierras. Es una de las familias más antiguas, y con más solera nacional, pero debido a un carácter sumiso y poco competitivo, ha perdido toda capacidad económica y política, hasta el punto de que muchos de sus miembros renuncian al apellido familiar y buscan un trabajo para no suponer una carga a la familia.
En total cuenta con cuatro ramas diferentes, y unos ochenta miembros con derecho a usar el apellido familiar. Es la única familia que intenta tener cierto control sobre el número de miembros que mantiene en el linaje, y en este sentido tienen una política clara de no dividir las marcas o ducados, de forma que se tiene cierto cuidado con la cantidad de descendencia. De la misma forma se preocupan activamente por casar a muchos miembros (particularmente las mujeres) en otras familias nobles. En este sentido tienen fama de tener una educación exquisita y ser sumisas y estoicas. Debido a que son especialmente escrupulosas con su higiene y aprenden decentes técnicas de maquillaje suelen ser consideradas más atractivas de lo que realmente son.
También existe un esfuerzo consciente y activo por mantener el linaje principal fuerte y saludable, y en ese sentido se evita la endogamia y los incestos recurriendo a todas las ramas familiares e incorporando miembros de otras familias en su adecuada medida. En este sentido la familia es excepcionalmente rígida, y los matrimonios están pactados y decididos desde una edad muy temprana.
La mujer del cabeza suele ser la encargada de gestionar y dirigir todos estos asuntos, aunque no obra de forma individual, sino que se deja aconsejar por cuantas mujeres tienen a bien interceder de forma no formal, normalmente en festividades de celebración de caballería en la que los hombres están muy ocupados demostrando sus habilidades militares.
La familia Taunori se toma más en serio que el resto de familias la cuestión de la dignidad de su nobleza, y aunque tiene un gran coste mantenerla este no se dilapida exactamente en vanos gustos personales, sino que busca una cierta excelencia en cuestiones militares e históricas. No en vano uno de los mayores registros está en su región.
Debido a este escrupuloso respeto por las tradiciones la línea Taunori ha sido tan ininterrumpida como la Neldar. Pero precisamente por este exceso de apego la familia ha perdido capacidad de adaptación por una falta de flexibilidad nada exigida por los sucesivos Neldar. La falta de ambición y tenacidad política ha acabado por hundir a la familia, cuyo antiquísimo linaje es lo único que los mantiene en la corte del rey.
Su terreno de influencia es la provincia de Medea. Antiguamente era la única zona con minas de hierro productivas, pero debido al comercio exterior con Harrassia, mucho más eficiente en ese sentido, nadie les compra metal. Esto es tan extremo que muchas de estas explotaciones se encuentran en la actualidad cerradas después de un periodo en el que no pudieron obtener beneficios. Esta situación podría haberse solventado fácilmente a un nivel político incluyendo aranceles en las importaciones, o incluyendo subvenciones pagadas por el resto de familias, pero la mencionada falta de tensión en el pulso político y el apego a un cierto código de conducta no escrito ha impedido la formación de acuerdos similares.
La familia Taunori mantiene de forma voluntaria a la más prestigiosa de todas las unidades militares: la caballería pesada. El rey Neldar III los eximió de esa responsabilidad a principios de siglo por ser una unidad demasiado cara de mantener, pero la familia Taunori lo ha seguido haciendo por voluntad propia. El apego a esta unidad estaría justificado simplemente por los valores tradicionalistas de la familia, pero además es el único destino honorable para aquellos hijos no herederos de la familia. Es el caso del actual cabeza de familia, Graud Taunori, quien siendo hijo menor accedió al cargo por el fallecimiento de su hermano mayor, estando él destinado a la guerra en las montañas guneares.
La corrección no suele encontrar muestras de conducta inapropiada entre sus filas, si bien la provincia Medea es en la que menos presencia de correctores tiene. Existe una reticencia activa por parte de la nobleza que insiste en buscar y juzgar las faltas contra el soidismo por su cuenta, debido a que existen casos documentados en los que la Corrección cometió errores en el pasado. Los sucesivos intentos de la familia Taunori por limitar el poder de esta orden los llevo incluso a una lucha interna que concluyo con la escisión de la familia Einari, proceso a cambio del cual la Corrección accedió a mantenerse relativamente separado de la provincia.