En la jornada de ayer vimos fallecer junto a Vermicor a Ailia, los hermanos Kellian y Katrick, y por supuesto a Alvael, el primero en sufrir la energía del defecto Eltojh.
Para conocer los hechos, nada mejor que referirse al texto de Senshi en
el crítico blanco.
¿Y qué decir más? Para mi fue una muy buena partida, y no por la calidad de la misma, que era realmente simple, sino por la de los jugadores, que estuvieron muy dentro de la partida, y con momentos de interpretación muy entrañables, y momentos de combate con muchas entrañas.
Lo siguiente es SPOILER
A nivel de la trama los jugadores eran parte de una extraña secta de Airí llamada "los cazadores de los muertos vivientes". Su fundadora, una enigmática mujer que se hacía llamar "Deslea" que tenía un guantalete de hierro por mano derecha les encargó seguir las oscuras visiones que uno de los miembros tenía en sus sueños.
Evidentemente los jugadores no tenían forma de saber que un defecto estaba detrás de estas visiones, pero tenían algunas pistas, pues estas se manifestaban con una violencia no muy propia de la diosa de la luz.
Como digo, en realidad la partida no era muy sofisticada, y centraba más en exponer algunos lugares y sensaciones, así como explicar el sistema de juego y combate que en una compleja investigación. La visión era fácil de interpretar, y las opciones no demasiadas, pero estas estaban "abiertas".
La elección clave en este sentido era la siguiente: los personajes contaban con un fuerte excitante llamado "Naétar" que algunso sacerdotes utilizan para entrar en trance y recibir visiones. Otorgar esta droga al sacerdote del grupo hubiera acelerado los acontecimientos, pero los jugadores no optaron por esta vía, y de hecho se la dieron al personaje de las visiones (Alvael).
El grupo recuperó una esquirla de una piedra de Taharda. Fue con ella en su posesión cuando sintieron dudas sobre dónde llevarla, así que finalmente el sacerdote consumió la citada droga y tuvo una visión en la que Alvael los mataba a todos. Alvael por su parte tuvo otra en la que el sacerdote lo mataba a él.
Finalmente se produjo una acalorada discusión, uno de los puntos fuertes de la partida, en los que el defecto Eltojh pudo ver a través de los ojos de Alvael que su plan de llevar la piedra de Taharda al frente de la guerra y ocasionar una matanza no se llevarían a cabo. Se auto invocó a "media potencia" en el seno de un grupo herido por el combate contra muertos vivientes que hubieron de librar antes de recuperar la piedra.
Ninguno de los personajes sobrevivió al combate. Pero frustraron los planes del defecto Eltojh.
Así que en el balance de éxito de este infame ser, lleva una victoria y una derrota. Tengo ya ganas de jugar las siguientes partidas de la ruta de este ser en su camino a intentar convertirse en un defecto mayor.
Personalmente tengo que estar muy agradecido a todos los jugadores por una sesión de rol "de libro".
Al hermano Sigeiror, quien supo llevar magistralmente la ansiedad de un personaje consumido por el insomnio.
A la hermana Videna, quien ejerció un liderazgo activo, pero algo variable. Especialmente contradictorio fue el principio del combate en el que decidió preguntarse por "¿Dónde están las treinta monedas de plata? Creo que las hemos perdido".
A David, quién también llevó muy adecuadamente al miembro más díscolo y alocado del grupo. Me sacó más de una sonrisa, y supo captar el sistema y llevar su personaje en combate, algo muy importante porque era uno de los mejores.
A Estela, quien jugó su primera partida de rol y lo hizo de una forma correcta. Particularmente el personaje tenía un código de honor tipo "juramento hipocrático" y debía atender a los heridos sin tener en cuenta su procedencia. No ignoró esta condición e incluso planteó cuestiones sobre la misma. Incluso participó en el liderazgo del grupo.
Y por supuesto a Senshi, quien además de hacer un estupendo reportaje fotográfico se hizo su propio personaje y lo llevó en sus propios términos (era un personaje tímido), lo que lo condicionó en los momentos finales. Se le veía intervenir puntualmente, y tender a quedarse callado cuando le respondían.
En lo que respecta a mí, no estuve en mis mejores días. Tampoco estuve mal (creo), pero se me quedaban flojas las descripciones y en alguna ocasión fallaba el ritmo. Aún así hubo un par de momentos muy ambientales en los que pareció que los jugadores se metían en la situación. Tengo que mejorar mi narrativa en directo.
Y bueno, citar que tuve suerte en las tiradas. Pero, ¿cuándo no la tengo?