Parámetro | Valor |
Esfera | Calma |
Duración | 30 minutos por Nivel |
Intensidad | Nivel + Potencia + 2 |
Objetivos | 50 por Nivel |
Mediante este tranquilizador poder el lanzador predispone a los presentas a escuchar las opiniones de los demás, de forma que no podrán atacarlos o impedir su libre expresión.
Si la intensidad supera el escudo sobrenatural de los sujetos en el área, estos escucharán lo que cualquiera tenga que decir. Esto no impide en absoluto que lo ataquen, solo le da algo de tiempo para superar malentendidos o convencerlos definitivamente.
A efectos de comparación de intensidad, debe usarse el escudo sobrenatural del líder de la congregación, de haberlo. En caso contrario el mejor sistema es usar la media.
Este poder no puede usarse para ganar tiempo con charlatanería: en cuanto los objetivos se aperciban de que no están recibiendo información nueva podrán retomar sus actuaciones violentas.
Este poder queda anclado a la zona en la que se lanza y no se desplaza con el lanzador. Este tampoco puede darlo por concluido de forma alguna.
La multitud rebelde corrió como en otras regiones a deponer al adartos, o incluso a acabar con su vida. Estaban equipados con herramientas de labranza y no hubieran sido rival para el ejército, pero su número era elevado, y fue evidente que cometerían una locura.
Sin embargo, Agerian se interpuso en su camino y solicitó un momento de cordura para recapacitar lo que estaban haciendo. Todos se sorprendieron y escucharon lo que el profesor tenía que decir. Y aunque el adartos no tuvo una sola palabra, se convenció a todos los rebeldes de que volvieran a sus casas. Sin él, creo que hubiéramos hecho algo de lo que nos habríamos arrepentido.