Parámetro | Valor |
Esfera | Muerte |
Duración | Nivel + 2 (turnos) |
Intensidad | Nivel + Potencia |
Objetivos | Nivel |
Este obsceno poder obliga a los muertos vivientes a obedecer al lanzador en todas sus órdenes. Estos tienen que recibir las órdenes mediante cualquier forma de comunicación, pero salvando eso, no pueden desobedecerlas.
Para que la imposición ocurra, es necesario que la intensidad sea superior al escudo sobrenatural de los objetivos.
El número de órdenes que el lanzador puede dar durante la duración del poder es ilimitada, pero el muerto viviente se limitará a cumplir la última.
Este poder puede utilizarse también con personas todavía vivas pero con la mancha de Taharda. A estos efectos incrementa la dificultad con la que comparar la intensidad en función al nivel de su corrupción de Taharda, tal y como aparece en la tabla.
Mancha | Dificultad |
0 | Imposible |
1 | +2 |
2 | +1 |
3 | +0 |
Las víctimas de este poder que aún tengan consciencia (la mayoría de muertos vivientes solamente tienen instintos) verán su voluntad totalmente disminuida y no podrán desobedecer las órdenes, e incluso se sentirán condicionados por los simples gestos del lanzador. Durante la duración del poder se sentirán confusos, y probablemente sentirán culpa si actúan en contra de sus inclinaciones iniciales, pero en ningún caso podrán desobedecer al lanzador. Si sobreviven, no podrán siquiera explicar por qué obedecían.
No temas a la muerte, pero tampoco desprecies la vida. Lucha por tus principios como si hoy fuera tu último día, y no te lamentes el día que tengas que partir. No hay nada que temer en ello.
-Laszai.