Parámetro | Valor |
Esfera | Fin |
Duración | Nivel + 2 (turnos) |
Intensidad | Potencia |
Objetivos | Nivel |
Este abominable poder enlaza una terrible maldición sobre los objetivos, acelerando su fin a pasos agigantados. Estos empiezan a sufrir lentamente peligrosas lesiones que muy probablemente acaben con su vida.
Los objetivos sufren cada turno tanto daño de oscuridad como la intensidad del poder.
Este poder es percibido en los objetivos como un dolor en una zona concreta que va extendiéndose por todo el cuerpo según pasa el tiempo. Cuando el poder concluye, este dolor no desaparece, sino que se mantiene hasta que los daños son curados de forma normal.
Los agentes de Erriad no estaban tranquilos. Era normal: se dirigían a detener y acusar de brujería a una mujer que había curado y atendido a prácticamente todos los miembros de la comunidad, y cuya generación había estado presente en todos los partos del último siglo, al menos. Era de esperar una resistencia importante, y ellos solo eran cinco.
Pero el corrector no parecía nervioso. Su pulso estaba firme, y bajo aquellos ojos blancos parecía persistir la misma terquedad y sabiduría que estaría presente el día que Soid volviera al mundo de los vivos y destruyera a sus enemigos con la espada de fuego. Sus oponentes lo percibieron, y cayeron presos de un dolor incapacitante. Los agentes lo miraron, sorprendidos, comprendiendo que la fuerza de sus propios brazos y la entereza de sus mazas no eran decisivos en absoluto. La detención se realizó, y sus hombres supieron que estaban liderados por un hombre bendito.