Espada Negra: juego de rol

SOCIEDADES CRIMINALES DORMENIAS

Se entiende como tal a los distintos grupos posicionados en los emplazamientos dormenios y que efectuan diversas actividades, incluyendo negocios ilegales como la venta de esclavos o de drogas, dudosos como la prostitución o el juego, o incluso ciertas atribuciones sociales como la retirada de deposiciones humanas o la vigilancia legítima. Gracias a estas funciones sociales reciben el visto bueno de las autoridades para llevar a cabo algunas de las actividades ilegales.

Historia y motivación.

La sociedad dormenia está basada en unos preceptos religiosos que cobran cierta fuerza en parámetros que son claves en la mayoría de sociedades. Particularmente está prohibida la prostitución (todo el sexo extra matrimonial, de hecho) y el juego. El tráfico de nantio está prohibido legalmente, aunque no religiosamente. Estas tres actividades son llevadas a cabo de una forma u otra quieran o no las autoridades.

De la misma forma existen ciertas atribuciones sociales que no están del todo bien asignadas en ciertas partes de Dormenia. Por ejemplo en la mayoría de ciudades grandes las deposiciones humanas y animales son un problema importante, mientras que en los emplazamientos más pequeños puede haber servicios aún más básicos para los que no existe posible explotación comercial o recursos gubernamentales suficientes. Desde el traslado de mercancías, los servicios de medicina o incluso la seguridad ciudadana, por poner algunos ejemplos.

Las sociedades criminales surgieron de forma natural dando una respuesta a ambos problemas. Obviamente siempre han surgido como negocios ilegales para la explotación de la prostitución, el juego y el tráfico de Nantio. Se ignora en qué momento o motivo empezaron a aceptar funciones sociales, pero muchas fuentes afirman que estas comenzaron por la limpieza de las calles para que los clientes de sus casinos y prostíbulos pudieran llegar de una forma relativamente digna.

Es en la dualidad de estas funciones donde se encuentra el equilibrio que gobernantes y criminales persiguen. La idea es que reciben permiso para llevar a cabo actividades ilegales pero socialmente aceptadas a cambio de efectuar estas tareas necesarias. La realidad es algo más triste, y es que tienen una razonable impunidad legal conforme aceptan más funciones. De hecho las sociedades criminales suelen estar encantadas de realizar más y más funciones sociales, pues esto significa mayor impunidad en sus actividades de otros tipos.

El equilibrio no siempre es favorable, pues en la batalla participan los nobles, el órgano de guardia de la ciudad, e incluso la corrección, que si bien no está en el juego procura enterarse de todo para efectuar todo tipo de chantajes y afianzar su posición.

Actividades

En función a la legislación vigente, hay tres tipos de actividades que efectuan las sociedades criminales, bien para lucrarse o bien para justificarse.

Actividades sociales. Son aquellas en las que cumplen una función social, bien por petición de la nobleza o por iniciativa propia. Normalmente las utilizan como justificación para sus otras actividades. No es usual que las sociedades criminales lleven a cabo todas estas actividades

Limpieza de deposiciones humanas: Debido a los básicos o inexistentes sistemas de alcantarillado y a la nula planificación, la gestión de las deposiciones humanas y animales en las calles de Dormenia es un auténtico desastre. En ciertas ciudades se puede hacer rentable, no obstante, gracias a las tenerías.

Apagafuegos: Se trata de la que quizá sea la actividad más crítica y tradicional de estas sociedades. No existen grupos fuera de ellas que se dediquen a estas actividades, por su total falta de rentabilidad.

Medicina: No es del todo usual que los médicos estén disponibles para los eslabones más débiles de la sociedad, por lo que en muchas comunidades el médico está a sueldo de la sociedad criminal, o al menos sabe que recibe un sobre sueldo por mantener sanas a las prostitutas y curar a más de un herido a horas intempestivas.

Vigilancia: en muchos pueblos pequeños no hay capacidad para mantener una guardia más allá del personal de seguridad del noble, y la comunidad puede verse desnuda ante bandidos. Las sociedades criminales reciben autorización en estos casos para mantener una milicia ciudadana. También pueden ejercer protección de negocios locales, aunque esto es bastante controvertido.

Transporte: Aunque se pretende que todas las comunidades dormenias sean auto suficientes, la realidad es que pocas lo son. En aquellas en las que los comerciantes itinerantes no tienen interés suelen ser las sociedades criminales las que proveen de los bienes que no pueden producir.

Actividades de dudosa legalidad o de moralidad cuestionable pero aceptadas socialmente

Prostitución: Prohibida por la iglesia, pero muy practicada por la sociedad. El permiso para practicar el proxenetismo suele estar asociado (de forma no contractual) a la libertad de las empleadas, aunque en la práctica existen muchas prácticas chantajistas sobre las familias campesinas para conseguir mujeres jóvenes en condiciones de esclavitud, a veces con el beneplácito de los nobles.

Juego: Prohibido por la iglesia, pero muy practicado. Se suele practicar en locales cerrados, y normalmente de una forma bastante limpia. Las sociedades criminales sacan grandes cantidades de dinero de esta práctica, por lo que no tienen deseo de que les cause grandes problemas si no van asociados a grandísimas gananncias.

Tráfico de Nantio y otras drogas: Aunque esta práctica está prohibida legalmente, hay un cierto consentimiento por parte de las autoridades para que las sociedades lo ejerzan. El motivo viene a ser pragmático: es mejor un traficante conocido al que poder reclamar que un montón anónimos.

Actividades ilegales. Se trata de las que no tienen ninguna justificación y obviamente ninguna autoridad daría consentimiento explícito. No obstante las sociedades criminales grandes que cumplen con muchas funciones sociales las ejercen continuamente a sabiendas de que tienen cierto bulo no explícito.

Chantaje a comercios: con la escusa de la protección cobran aceptables cantidades a los negociantes. En caso de renunciar suelen sufrir ataques de ellos mismos.

Esclavismo: Normalmente para prostitución.

Robo callejero y en inmuebles: Es común que las sociedades criminales tengan estructuras organizadas para efectuar estas actividades de forma organizada y ciertamente eficiente.

Asesinato: Con motivos económicos, y generalmente sin muchos remilgos y justificación. Las sociedades a las que se les permite realizar esta actividad suelen vivir en las comunidades más inseguras.

Visión social

En función a las actividades realizadas y la cantidad de delincuencia que protagonizan existe una muy variable visión. Así pues los criminales de una ciudad pueden estar perfectamente integrados y aceptados por los miembros de esa comunidad, mientras que en otra pueden ser vistos con temor, odio, o las dos.

Normalmente en las comunidades más pequeños es usual que se produzca la visión más normal, si bien cierta displicencia por parte del gobernante puede cederles demasiado control sobre la región y que abusen de él.

En el mejor de los casos tanto el pueblo como la nobleza suele verlos como algo sucio y normalmente indeseable que hay que evitar. De hecho existe en muchos lugares la visión de que si uno se mantiene fuera de el juego, la prostitución y la droga en general no tiene mucho que temer. Aún más, que si uno les paga la protección, entonces tampoco tiene que preocuparse en absoluto por robos.

Dinastías y validez regional

Las grandes socieades criminales han llegado a instituirse de forma hereditaria en forma de familias. El entorno es muy competitivo, no obstante, y es muy poco probable que un heredero incapaz, débil, o simplemente blando consiga sobrevivir lo bastante como para dejárselo al siguiente eslabón, por lo que es raro que una familia dure muchas generaciones en el puesto.

Es usual que solo haya una de estas organizaciones en cada territorio, pero tampoco es imposible que existan varias. Cuando se da el caso suele haber una que lleva las riendas, pero el resto pueden protagonizar conflictos entre ellas o incluso conspirar con la que está al mando. Las guerras de bandas suelen desatar la violencia en las calles y ser muy perjudiciales para el comercio y la ordenación social, y pueden incluso hacer intervenir a otras fuerzas como la nobleza o la Corrección.

De la misma forma también existen cooperaciones fuera del ámbito regional. Esto es muy usual, por ejemplo, en todo lo relacionado con el tráfico de drogas o de esclavas. En este último caso las mujeres no suelen ser obligadas a ejercer allí donde su familia o la guardia los conoce, sino que suelen ser intercambiadas por las de otro lugar.

Otra cooperación muy común es aquella llamada "viaje forzoso". Se produce cuando un miembro de una sociedad va a ser reclamado por la justicia, o lo ha sido y ha conseguido fugarse. Mediante negociaciones su sociedad puede conseguir incluirlo en las filas de una suficientemente lejana donde no sea reconocido, especialmente si sus habilidades merecen la pena. Los "viajes forzosos" pueden implicar pagos económicos o deudas de favor, son explorados uno a uno, y pueden ser realmente complejos. Los siguientes ejemplos de viajes forzosos tienen incluso nombre propio:

Viaje de vacaciones: Se produce con crímenes de muy poca monta en los que simplemente se quiere alejar al sujeto de la investigación de la guardia. Los que realizan estos viajes están en teoría la servicio de la nueva organización, pero el tiempo es tan limitado que normalmente se limitan a darse un tiempo de buena vida a costa de su hospedador. Es por esto que el que envía a estos individuos suele pagar una "cuota de vacaciones".

Viaje de descanso: Se da con crímenes más importantes en los que el sujeto se juega una cadena de por vida o la ejecución, y este tiene cierta edad o experiencia. En este caso el viaje está pensado para durar más tiempo, y para tener muy poca presencia en las calles de su nuevo destino.

Viaje de intercambio: Este se produce cuando el sujeto ha sido implicado en un crimen y no hay posibilidad de que regrese jamás. En este caso la búsqueda de destino es permanente, y obviamente a una región lejana. Son realmente complicados.

Viaje de emigrante: En este modelo el viajero es de cierto grado y experiencia, y probablemente viaje con parte de su banda. Su objetivo es establecerse en un nuevo lugar desplazando, derribando o absorbiendo a la sociedad que allí estuviera establecida.

Es importante señalar que este tipo de viajes los realizan solo miembros de las sociedades con cierta valía. La mayoría de sociedades no tienen empacho en entregar a miembros de bajo nivel a la guardia, incluso en remplazo de los de alto nivel.

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