Un autor a punto de publicar... en la encrucijada
Yo soy uno de los autores que están detrás del juego de rol de Espada Negra. Ahora los que nos estamos involucrando en el material que saldrá publicado dentro de algunos meses somos más, pero los que comenzamos la dura andadura hace ¿diez? años nos contábamos con las orejas, y los que abrimos la beta hace dos años y poco nos contábamos con los dedos. Por aquel entonces enseñamos el juego y se nos trató como a unos recién llegados, lo cual tampoco es algo en sí mismo raro porque éramos recién llegados, aunque yo recuerdo esa fase como algo un poco amargo porque se nos criticó mucho y porque recibimos poco apoyo, aunque también hubo quien sí nos ayudó.
Cuando sacamos el crowdfunding adelante ya éramos algunos más los que estábamos en este colectivo que es la hermandad de la Espada Negra. El resultado considerado exitoso pareció cambiar algo nuestro estado en la comunidad de los juegos de rol, y parece que demos una imagen mucho más asentada que hace unos años. Bien, si lo que dice si un proyecto está asentado o no es el apoyo de la comunidad, es cierto que entonces estamos más firmes que hace un par de años, pero lo que viene a ser el material en sí es muy parecido, y las inversiones más gordas no han cambiado demasiado.
Este humilde servidor de sus mercedes es de la opinión de que un crowdfunding es en sí mismo un acto de “pedir”. Traigo esto a colación porque en esta casa se consideró adecuado no guardar ni un euro de los obtenidos durante dicho proceso, aunque hubieran venido bien para pagar desarrollos (sobre todo ilustraciones) que se usaron para el juego de rol, como otros proyectos hacen. Pero nosotros hacíamos el crowdfunding para obtener la tirada física, como ya se dijo en su momento, y como tal consideramos nuestro deber repercutir los ingresos por encima de nuestras necesidades de costes de impresión en extras para los que habían decidido apoyarnos.
Este asunto me encaja con la argumentación en curso porque quiero decir que en cierto sentido seguimos en una encrucijada parecida a la que abordábamos antes del crowdfunding. Bueno, está claro que ahora tenemos el apoyo de la comunidad, y también contamos con material del juego de rol que ahora hay que comercializar de forma separada. Pero lo que viene a ser sustento económico de los integrantes de la hermandad, seguimos como al principio.
Como imaginarán sus mercedes, la hermandad no se ha estado quieta, y ya estamos afrontando las publicaciones posteriores, y lo hacemos con mucha energía, ilusión y determinación, pero una vez más lo hacemos con cuidado, con tacto y con el conocimiento de que tendremos que ganarnos el respeto una vez más, y luego otra, y así indefinidamente, con publicaciones de buena calidad, expresión personal y acabado cuidadoso.
Esto es un reto de elevada dificultad porque afrontamos la nada desdeñable tarea de mantener viva una línea en una afición que demanda básicos, uno detrás de otro. Esa demanda quizá nos facilitó la vida en primera instancia, pero ahora nos la va a complicar.
En la actualidad me he apercibido de la existencia de entrevistas y estructuras de apoyo a autores “a punto de publicar”. Bien, yo creo que entro en la definición (como cara más visible de los autores de la hermandad) pero sin embargo todos nos sacan de esos círculos. Esto no lo digo como una crítica, o como una situación de envidia, sino como desencadenante de la reflexión que ha dado lugar a este artículo.
Lo que quiero plantear es, ¿y si esto es indicativo de cuál es el interés general de la comunidad? Es decir, ¿y si realmente lo que despierta interés es la creación de básicos uno detrás de otro? En este sentido el trabajo en la continuidad en las líneas no sería económicamente viable porque no habría un interés de la afición que lo sustentara. Desde luego no veo entrevistas a “autores que sacan adelante una línea y que se encuentran con la dificultad de darle continuidad”, ni un debate sobre estos asuntos, o si lo hay yo no me apercibido bien de él.
No quiero en absoluto arrojar dagas envenenadas contra nadie, ni ser crítico con personas que llevan a cabo interesantes iniciativas. Quizá incluso en la auto ceguera impuesta por el mucho trabajo no he sido consciente de una realidad de la cual este escrito no es representativo.
Siento que la viabilidad de este proyecto sigue en una encrucijada, quizá más delicada que aquella que viven los autores nóveles. Esto es así por el tamaño de la inversión, que creo que es anormalmente elevada en nuestro caso. Por supuesto, estoy hablando de economía, el juego de rol de Espada Negra seguirá adelante, aunque en estos momentos me gustaría saber anticipar correctamente su futuro.
Nosotros seguimos y seguiremos adelante. Tenemos por delante una tarea muy difícil. Creo que en la hermandad todos somos conscientes de que nos enfrentamos cien contra mil. Nadie quiere hablar demasiado de ello, simplemente nos armamos lo mejor que podemos y cargamos contra el destino con coraje suicida. Total, si no lo hiciéramos ya estaríamos derrotados.
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