Hermanos Juramentados de la Espada Negra
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La hermandad estuvo en las jornadas "Salambimas 2014"
13-7-2014 13:13
Por Verion
Una vez más en la hermandad afrontamos otro viaje de unos cuantos cientos de kilómetros para afrontar otras jornadas, en este caso las "Salambinas 2014". No sabíamos muy bien que esperar, puesto que no teníamos mucha información previa, más que la recomendación del señor Sendel, de Tesoros de la Marca del Este. Lo presente es una pequeña reseña desde el punto de vista de este hermano de la Espada Negra.
Llegamos el viernes por la tarde con el tiempo justo para comenzar la partida del juego de rol que yo dirigía, y en la que había jugadores de sobra. Jugamos "Noche de paz" una vez más. Estoy deseando concluir otro módulo jornalero más veraniego para estos casos. La partida se extendió más de la cuenta, supongo que por mi causa.
Mientras tanto el hermano Sigeiror y la hermana Aileen estuvieron presentando el juego de mesa entre una buena cantidad de asistentes de las jornadas que contaran con media hora libre entre las múltiples actividades, y esta es una de las cosas que más me llamó la atención: en general se jugaba mucho al rol, y por lo general no había "gente suelta". Hablamos de una cantidad muy elevada de partidas coordinadas desde una sección de información en la que se acumulaba una cola nutrida pero bien resuelta.
La atención que recibí ese día y el siguiente fueron excelentes, y no tengo nada que señalar a la organización del evento.
Tras dormir como buenamente pude me dispuse a jugar la partida "El arte de la muerte", una muy celebrada que me gusta realizar por las mañanas en las jornadas con pocos jugadores que se quieran dar el "madrugón". En este caso fue, como siempre, una experiencia muy grata.
Mis hermanos no habían tenido tanta suerte demostrando el juego de mesa, pues todos los asistentes estaban apuntados a actividades. Y es que quiero señalar que había muchísimas actividades.
A la hora de la comida pude charlar con diversos participantes y poner cara a personas que conozco de internet, aunque se me escaparon otras. Habrá otras opciones, supongo, en el futuro.
Y por la tarde llegó un plato fuerte para nosotros. Nos pusimos a hacer demostraciones del juego de mesa al lado de las tiendas. Debido a que las jornadas Salambina se basan primordialmente en los juegos rol, no esperábamos poder organizar un torneo, pero una aceptable presencia de jugadores con los que habíamos ido hablando se acercó con curiosidad por nuestro juego, y reunimos doce participantes que estaban muy interesados.
Organizamos tres rondas suizas de partidas a cuatro jugadores tras las que se clasificaron los cuatro mejores. Estos protagonizaron unas finales de infarto en combates uno contra uno, con cierto nervio y mucha presión. Para mí ha sido uno de los mejores momentos como creador de juegos, ver que se despertaba una importante pasión con muchos jugadores que elogiaban el juego y que proponían efectuar sus propios torneos.
Lo que más se señaló en la conversación posterior fue la inmensa variedad que el juego permite. Es algo que siempre intentamos en este y todos los juegos, y es que con reglas sencillas se consiga un número de combinaciones elevado, apoyados por las herramientas combinatorias, que en este caso nos proporcionan más de 5.000 modos de juego significativamente diferentes. ¡Muchas gracias por el ánimo que nos habéis imbuido!
Un participante del torneo me indicó su deseo de participar en el reto de Espada Negra, según el cuál pueden retarme a mí (o a otro hermano). Si el retador vence en una partida uno contra uno, obtiene un juego de mesa gratuitamente.
He participado en muchos retos de estos, y como soy un jugador muy veterano gano en la práctica totalidad de ellos. No obstante en este caso fui derrotado con justicia. He pensado mucho en la partida jugada, y espero mejorar mi comprensión para el futuro.
Después de cenar un poco, afrontamos el camino de vuelta a nuestros hogares donde pudimos descansar al fin. Me quedé sin poder conocer a todos los que estaban en el lugar, pero había que volver para seguir trabajando en los proyectos de Espada Negra.
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Llegamos el viernes por la tarde con el tiempo justo para comenzar la partida del juego de rol que yo dirigía, y en la que había jugadores de sobra. Jugamos "Noche de paz" una vez más. Estoy deseando concluir otro módulo jornalero más veraniego para estos casos. La partida se extendió más de la cuenta, supongo que por mi causa.
Mientras tanto el hermano Sigeiror y la hermana Aileen estuvieron presentando el juego de mesa entre una buena cantidad de asistentes de las jornadas que contaran con media hora libre entre las múltiples actividades, y esta es una de las cosas que más me llamó la atención: en general se jugaba mucho al rol, y por lo general no había "gente suelta". Hablamos de una cantidad muy elevada de partidas coordinadas desde una sección de información en la que se acumulaba una cola nutrida pero bien resuelta.
La atención que recibí ese día y el siguiente fueron excelentes, y no tengo nada que señalar a la organización del evento.
Tras dormir como buenamente pude me dispuse a jugar la partida "El arte de la muerte", una muy celebrada que me gusta realizar por las mañanas en las jornadas con pocos jugadores que se quieran dar el "madrugón". En este caso fue, como siempre, una experiencia muy grata.
Mis hermanos no habían tenido tanta suerte demostrando el juego de mesa, pues todos los asistentes estaban apuntados a actividades. Y es que quiero señalar que había muchísimas actividades.
A la hora de la comida pude charlar con diversos participantes y poner cara a personas que conozco de internet, aunque se me escaparon otras. Habrá otras opciones, supongo, en el futuro.
Y por la tarde llegó un plato fuerte para nosotros. Nos pusimos a hacer demostraciones del juego de mesa al lado de las tiendas. Debido a que las jornadas Salambina se basan primordialmente en los juegos rol, no esperábamos poder organizar un torneo, pero una aceptable presencia de jugadores con los que habíamos ido hablando se acercó con curiosidad por nuestro juego, y reunimos doce participantes que estaban muy interesados.
Unos cuantos de los jugadores del torneo
Organizamos tres rondas suizas de partidas a cuatro jugadores tras las que se clasificaron los cuatro mejores. Estos protagonizaron unas finales de infarto en combates uno contra uno, con cierto nervio y mucha presión. Para mí ha sido uno de los mejores momentos como creador de juegos, ver que se despertaba una importante pasión con muchos jugadores que elogiaban el juego y que proponían efectuar sus propios torneos.
El juego de los garbanzos
Lo que más se señaló en la conversación posterior fue la inmensa variedad que el juego permite. Es algo que siempre intentamos en este y todos los juegos, y es que con reglas sencillas se consiga un número de combinaciones elevado, apoyados por las herramientas combinatorias, que en este caso nos proporcionan más de 5.000 modos de juego significativamente diferentes. ¡Muchas gracias por el ánimo que nos habéis imbuido!
Un participante del torneo me indicó su deseo de participar en el reto de Espada Negra, según el cuál pueden retarme a mí (o a otro hermano). Si el retador vence en una partida uno contra uno, obtiene un juego de mesa gratuitamente.
He participado en muchos retos de estos, y como soy un jugador muy veterano gano en la práctica totalidad de ellos. No obstante en este caso fui derrotado con justicia. He pensado mucho en la partida jugada, y espero mejorar mi comprensión para el futuro.
Después de cenar un poco, afrontamos el camino de vuelta a nuestros hogares donde pudimos descansar al fin. Me quedé sin poder conocer a todos los que estaban en el lugar, pero había que volver para seguir trabajando en los proyectos de Espada Negra.
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