Me encanta cuando todo todo se va al garete en una sola tirada...
Bueno, así dicho suena un poco sádico, la verdad, pero aunque la realidad detrás de este pensamiento es un poco elaborada, el sentimiento en sí es ese, así que me ha parecido adecuado reproducirlo tal cual. Me gusta cuando en un momento crítico de una partida de rol una sola tirada va a dictaminar el éxito o el fracaso... y se produce el segundo, y este obliga a enfrentarse a los jugadores al hecho de que sus personajes están... mal.
A alguien le toca recibir un tajo...
Uno podría pensar que es un poco inmaduro por mi parte disfrutar de que los jugadores sufran adversidad por fracasar una tirada. Se podría pensar que soy algún tipo de sádico que condena a sus jugadores a sufrir de felicidad o infelicidad en función a lo que los dioses del destino quieran determinar sobre los dados, pero esto no es así.
En mi experiencia he observado que cuando la partida es justa los jugadores pueden anticiparse a los sucesos que van ocurriendo y tomar sucesivas determinaciones diferentes. En este sentido si están bien informados podrán disponer planes de contingencia que ejecutar cuando el plan primario fracase. Este tipo de actitudes son positivas y permiten contener un resultado negativo de los citados dioses del azar. He visto en multitud de circunstancias buenos planes que fracasan ser apoyados por planes de soporte no tan buenos. Es algo positivo, por lo menos tenían recursos para llevar a cabo un plan secundario.
Pero a veces los jugadores no toman del todo buenas determinaciones y los sucesos les van cogiendo de buenas a primeras. En este tipo de situación lo normal es que no puedan anticiparse suficientemente. Me parece que es usual en este caso que los jugadores decidan un plan que tiene que salir bien, o todo se va al garete.
En este sentido suelo ser lo más justo que puedo. Asigno las dificultades de forma objetiva (y eso si no están asignadas de forma previa, y dejo que tiren las runas. Muchas veces estas ideas desesperadas de última hora tienen éxito y otras... otras ocurre lo que a mi grupo le ha ocurrido hoy.
A veces los jugadores miran las runas fastidiados, sabiendo que no hay ya solución, y que a sus personajes les toca palmar o perder algo muy valioso. Esto es así, si las cosas salieran siempre bien esto sería una partida de "El equipo A", y no queremos ese tipo de ocio. Aquí las cosas suelen salir mal si se planifican mal. A veces salen mal incluso planificándolas bien.
Hoy hemos jugado una interesante partida de la hermandad. Me gustaría citar su contenido, pero no puedo hacerlo. Uno de los personajes ha quedado... mal. Ha estado genial.
Mañana seguimos jugando.
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