Espada Negra: juego de rol

CORRECCIÓN

Es la orden que gobierna sobre la religión Dormenia. Aunque oficialmente rinde culto a Soid, el dios al que realmente obedecen es Haradon. Ejerce una poderosa y continua opresión sobre todas las actividades relativas a otros dioses en todos los niveles de la sociedad, manteniéndose particularmente a muy poca distancia del rey.

Estructura organizativa

Debido a que es una organización cuyas actividades son cuestionables y delicadas, el secreto es primordial incluso a un nivel de su propia estructura. Para garantizar el nivel mínimo de registros, la organización es simple y bastante natural.

La figura central de la corrección es el corrector. Se trata de temidos sacerdotes que visten túnicas de colores oscuros (negro, morado y azul), por lo que son claramente identificables. Un corrector no suele hacer secreto de su condición de tal.

Prácticamente todos los correctores son expertos en una buena cantidad de materias, y en ese sentido se elige a personas con mucha capacidad de aprendizaje y talentos mentales. Es de señalar que la mayoría de correctores son mucho más capaces que sus contrapartidas seglares. Aún así también es usual que los correctores sean especialmente veteranos en una o dos tareas que serían sus áreas de trabajo recurrente en la orden.

Uno de estos correctores ostenta el grado de sumo corrector. Este personaje ostenta un poder casi ilimitado con respecto a la orden. Sus dictados son seguidos forzosamente por todos los miembros de la orden. El cargo suele ser designado por el anterior sumo corrector, aunque también se pueden llegar a desatar luchas intestinas si la elección no ha sido del todo clara, y no es de extrañar que se produzcan sofisticadas conspiraciones en el seno de la más grande unión de talentos paranoicos y de adoradores del dios de la traiciones.

Aunque la creencia de que los correctores son casi omnipresentes, el número de estos en realidad sería bastante pequeño (ver "presencia", más abajo)

Lo que seguramente sea más correcto es decir que los correctores tienen ojos en casi todas partes. Una parte tan importante como la propia orden de los correctores son los llamados "Agentes de la corrección". Estos son personas infiltradas en todas las partes de la sociedad que trabajan para los correctores directamente.

La situación en la que son mantenidos en su puesto depende absolutamente de cada corrector y no hay una norma de ningún tipo sobre como deben obtenerse y mantenerse, y usualmente cada corrector gestionará a varios de forma diferente. Formas tan simples como el chantaje, las amenazas son usuales, aunque no son las únicas. Los correctores recurren con más frecuencia a verdaderos fieles, y a un mecanismo tan simple como un sueldo, lo que les permite mantener un número importante de agentes leales en las clases bajas que ven complementados sus bajos ingresos.

Los correctores tienen mucho cuidado con cuanta información facilitan a sus agentes, limitándose normalmente a lo imprescindible para el desarrollo de sus misiones. Usualmente un agente ni siquiera sabrá de otros agentes, con lo que la sensación de vigilancia y paranoía se alienta. Es de destacar que los agentes son mantenidos por un solo corrector y no tienen por qué ser conocidos por otros.

Los agentes de la corrección cumplen un doble papel: por una parte son los ojos y oídos de la corrección, y por otra, ejercen como fuerza cuando los correctores los requieren. En estos casos deben vestirse con capuchas oscuras que ocultan completamente sus facciones de forma que haga imposible su reconocimiento, pues estos han de seguir ejerciendo su función de vigilancia. No obstante esto no siempre se cumple, y en muchos casos se llega a reconocer a agentes de la corrección por su cuerpo.

Es de señalar que los agentes de la corrección cumplen con una serie de normas adicionales en el cumplimiento de misiones de fuerza, incluyendo la posesión y uso de una armadura de cuero y de una maza metálica, nunca un arma de filo o punta.

Normalmente no existen registros o listados de agentes, por lo que la defunción de un corrector deja un vacío importante que se investiga individualmente. Encontrar y confirmar a sus agentes es una tarea en la que los correctores llegan a competir, pues les garantiza poder tanto dentro como fuera de la orden.

En ocasiones, tras años de leal servicio, un agente puede alcanzar un nivel de reconocimiento superior por parte del corrector. Estos individuos se convierten en secretarios personales y obtienen reconocimiento real y entrar en el registro escrito de agentes públicos. Sus tareas pasan a ser de apoyo regional. Normalmente se los desplaza a un emplazamiento en el que no son conocidos. La función de estos agentes estáticos suele ser la de coordinación de las tareas regionales, ejerciendo también de de enlace de comunicaciones entre correctores o guardia de cuarteles o emplazamientos específicos.

Los sacerdotes de Soid ejercen un papel fundamental en la estructura de la corrección. Estos viven indudablemente engañados pensando que los correctores son los líderes de su credo, y los obedecen en todo. Particularmente informan directamente a los correctores de los muchos sucesos de los que están enterados, y colaboran con los agentes públicos.

Los correctores son bastante cuidadosos con lo que ellos consideran sacerdotes valiosos, o sea, los que facilitan una buena cantidad de información útil de forma colaboradora. Son especialmente transigentes con estos, y les permiten, entre otras cosas, ser más abusivos en relación con las tasas que cobran por los servicios religiosos.

Presencia numérica

En contra de la opinión general de Dormenia, los correctores sacerdotales son más bien escasos. El motivo principal es que las capacidades exigidas para entrar en la orden son muy elevadas.

Aunque ellos hacen ciertos esfuerzos para aparentar un número mayor, los miembros sacerdotales no superan los dos centenares.

El número de agentes públicos sí que es más fácil de precisar debido a la existencia de registro escrito. En el año 472 el número de agentes públicos sería de ocho centenares y medio.

Sin embargo es imposible de precisar el número de agentes secretos de la corrección. Al ser una red no informada, cada corrector podría tener una media de cien agentes, o quizá mil. Es imposible hacer una valoración realista.

Es muy razonable pensar que este número es realmente alto, dada la alta capacidad de la Corrección para anticiparse a los hechos y la fuerza que puede llegar a desplegar en situaciones concretas.

Actividades

Formalmente, hay dos actividades atribuidas a la corrección. La primera es la dirección de la esctructura eclesiástica, y la segunda, la persecución de las faltas contra Soid, y la ejecución de sus perpetradores. Para el ejercicio de esto último, no están restringidos por la ley real, sino que responden directamente ante el sumo corrector, y este ante el rey. Por ello las torturas son comunes, y bastante duras e imaginativas. En muchas ocasiones los presos llegan ya en estado moribundo al cadalso.

De todas formas, la falta más importante para la corrección no es otro que el credo en otros dioses que no sean Soid o el propio Haradon (y este solamente dentro de la orden de la Corrección). Aunque la persecución de estos cultos entra dentro de la definición de falta muy grave, su aplicación moral es muy cuestionable.

En cualquier caso la corrección utiliza estas justificaciones una y otra vez para la obtención de sus propios intereses de cualquier tipo: políticos, financieros, o incluso más personales. En realidad nada de esto puede ser demostrado puesto que los correctores gozan de inmunidad en todo el territorio de Dormenia y rara vez tienen que justificar nada ante sus superiores.

Para colmo la desobediencia contra los correctores sale muy cara. En los pocos casos en los que se han producido rebeliones o asesinatos, las consecuencias han sido muy duras, a fin de desalentar esas actitudes. Lo normal en esos casos es que se produzca el desplazamiento un número alto de correctores con los consiguientes agentes a modo de ejército. Los interrogatorios son fuertes y concienzudos, y las ejecuciones, ejemplares.

Las actividades de la corrección no se limitan a estos hechos. Las siguientes tareas son llevadas a cabo por la orden de la Corrección.

Credo religioso

La propia naturaleza religiosa de los correctores ocupa parte de su tiempo, y aunque la vigilancia y ejecución son parte de su credo, también lo son rituales variados a Haradon, dios de las mentiras y los oráculos. Estos incluirían unas celebraciones aparentemente no periódicas en las que el sumo corrector llamaría a la práctica totalidad de la orden. Estos eventos religiosos suelen ser breves pero supuestamente bastante intensos, y por supuesto muy secretos.

Inteligencia

Otra actividad realizada en secreto es la acumulación de la información, hecho en el que los correctores son prácticamente obsesivos. Sin duda el mayor registro sobre las mismas deidades y sus cultos está en manos de los correctores. También cuentan con una impresionante registro histórico que incluye verdades no incluidas en volúmenes públicos.

Para el cumplimiento de estos trabajos cuentan con la Orden del conocimiento, unos sacerdotes no correctores especialmente formados para estas labores.

Determinación de los volúmenes oficiales del soidismo

En su gestión de la religión, los correctores se encargan de dictaminar en cada momento qué volúmenes están incluidos en la palabra de Soid y cuales no lo están. Esto es completamente dinámico a lo largo de la historia, de forma que los correctores pueden incluir una u otra información a su conveniencia.

Particularmente esto se utiliza de forma continuada para incluir a dioses de otras religiones como santos para que la inclusión de sus pueblos en la cultura dormenia sea progresiva, pero también se usa con otros fines en función a las necesidades de cada momento.

A fin de garantizar la fluidez de la fe estos cambios nunca son bruscos, si bien las excusas que buscan suelen ser bastante toscas, limitándose normalmente a una nueva información encontrada en viejos registros. La parafernalia que pueden llegar a montar alrededor de estos descubrimientos sí puede ser monumental, incluyendo la exaltación de nuevos héroes o descubridores, normalmente elegidos entre la nobleza conveniente a la orden.

Espionaje internacional

Las actividades de los correctores no se limitan al territorio nacional de Dormenia, aunque en otras naciones su poder es mucho más limitado. No obstante los correctores incluyen en sus informadores a personal de otras naciones, siendo ideales para estas tareas fieles autónomos de Haradon, o funcionarios corruptos a los que se mantiene con cuantiosos sobornos. Ni siquiera los políticos de estas naciones están exentos de entrar en las peligrosas tramas de los seguidores de Haradon, y muchos de hecho lo prefieren, dado que la Corrección puede llegar a invertir buenas cantidades de dinero en esto.

Investigación

Si bien el soidismo prohibe directamente la investigación, a la Corrección le encanta. Quizá precisamente les encante la falta de competencia, y ser ellos los únicos informados. Los correctores investigan, no solamente en materia de religión, sino también en todo tipo de técnicas de cualquier ámbito. No es extraño que todo corrector tenga su pequeño campo de obsesión en este sentido, y que algunos incluso consigan autorización de la orden para hacer de él su trabajo permanente en la orden.

Campos investigados por la Corrección incluyen la naútica, la óptica, la química, la anatomía forense e incluso la nigromancia.

Templos

Los templos de la corrección están normalmente escondidos, y solo son conocidos por los correctores. Normalmente son muy pequeños, e incluyen pequeñas salas para garantizar una serie de actividades mínimas. Si su ubicación no es completamente subterránea suelen incluir un sótano en el que no entre la luz del sol.

Suelen incluir los siguientes emplazamientos:

-Pequeño dormitorio con literas. Normalmente hasta cuatro correctores pueden apañarse de forma algo incómoda en estos lugares.

-Despensa con alimentos no perecederos destinada a servir de recurso de emergencia para un corrector escondido, o para alimentar a un prisionero.

-Sala de torturas. Suele estar ubicada en el sótano, donde los prisioneros pierdan la conciencia del día y de la noche.

-Pequeño registro local. Suele incluir un apéndice secreto escondido, así como un sistema disponible para incendiarlo.

Biblioteca

Como se ha citado, los correctores tienen la función y obsesión de acumular el conocimiento. Este está acumulado en una gran biblioteca central que también es el principal templo de la corrección. Se trata de un emplazamiento subterráneo con muchas más dependencias que los pequeños templos - escondrijo.

El nivel de conocimiento almacenado en este lugar es simplemente descomunal, pero un gran esfuerzo de mantenimiento permite que sea fácil llegar a las secciones necesitadas.

El conocimiento acumulado en estos libros cubre múltiples áreas, pero es en general conciso, y no se detiene en ramas poco importantes.

Los correctores mantienen un número de cinco bibliotecas principales bien escondidas en diferentes lugares de Dormenia, y probablemente también fuera de esta.

Credo

Los correctores de la Orden son de hecho sacerdotes de Haradon, y en ese sentido representan a la facción más ortodoxa de ese dios en el mundo.

Las torturas no cumplen con un objetivo de obtener la verdad, sino que representan, a su forma, algún tipo de sacrificio ritual. La obtención de el máximo dolor por parte del preso durante el mayor tiempo posible conlleva una mayor comunión con el dios, lo que los motiva aún más para ser expertos torturadores, siendo incluso creativos en las formas de tortura. Instrumentos encontrados en algunas de sus cámaras muestran que las mutilaciones, luxaciones y heridas eran comunes. Otros muestran que la vertiente mental también era practicada con frecuencia, mientras que un tercer grupo de herramientas son tan extrañas y sofisticadas que seguramente solo sus diseñadores sabían como se utilizaban.

Una vertiente particularmente fanática de la Orden afirma que no se pueden conocer el efecto de estos métodos sin probarlos en uno mismo, y que el dolor alcanzado e impartido por un fiel es el que más comunión permite con un dios.

La creencia, aunque extrema, tiene bastante aceptación: no en vano, muchos de los correctores han pasado por una tortura en algún momento de su formación, como se detalla a continuación.

Selección y formación

No existe una estructura de selección y formación típica para la Corrección. La intención es localizar miembros potenciales sea cual sea el método, y dado que son tan pocos los capacitados para entrar se considera poco efectivo un sistema formal.

Lo normal suele ser que una persona llame la atención de un corrector de alguna forma. Esto puede ocurrir bien por el comentario de un sacerdote, durante una vigilancia personal, o incluso durante una tortura. En cualquier caso el proceso siempre pasa por esto tercero, pues la corrección quieren conocer la inclinación del sujeto e inculcar el "amor de Haradon" de la forma más dolorosa posible.

El proceso en algún momento incluye una confirmación de las características especiales del sujeto, incluyendo su capacidad de aprendizaje y la confirmación de la fe en Haradon. Es usual también que se produzca algún tipo de mutilación en algún órgano del corrector. No existe ninguna norma específica al respecto, por lo que lo más frecuente es la amputación de un dedo de poca importancia, pero también se da el caso de mutilaciones más importantes.

Los candidatos a correctores suelen saberse superiores a la media y pensar que van a despuntar también dentro de la orden. Una vez se encuentran en su interior suelen tener que enfrentarse a la decepción de encontrar que solamente están al nivel exigido en sus áreas de especialización, y que tienen que entrenar y esforzarse muchísimo en muchas tareas durante su ejercicio como miembros de pleno derecho. Esta formación es permanente y nunca concluye.

Financiación

La orden de la Corrección no tiene un impuesto o forma de financiación estable, pero también intenta mantener el nivel de gastos al mínimo. No se trata de personas codiciosas y en generla saben adaptarse a las condiciones de cada momento, pero algunas de sus tareas sí consumen una gran cantidad de recursos, incluyendo entre ellas el mantenimiento de los cuarteles y el soborno a políticos extranjeros.

Para la operativa del día a día la Corrección suele recurrir a los sacerdotes de Soid y reclamar cuanto consideran necesario. Los grandes templos contribuyen de una forma mucho más clara.

En realidad esta forma de financiación no perjudica para nada a la iglesia: la Corrección no suele tener una tesorería per se, y el fruto de las muchas actividades productivas de la Corrección concluye con una importante donación a la iglesia. Por ejemplo, si un noble es investigado por la Corrección y encontrado culpable, lo normal no es que le condene, sino que se someta a un chantaje a la familia, que pasa a realizar una abultada donación al templo del lugar.

Los sacerdotes son alentados a ser cuidadosos con la tesorería y guardar una razonable cantidad de oro por si la Corrección la necesita en algún momento inesperado. Un sacerdote que no responda a las necesidades de la orden es sin duda un sacerdote con poco futuro.

Legalidad

Como ya se ha mencionado la Corrección no actúa siguiendo la ley dormenia para realizar detecciones y torturas. En su lugar solo responden ante su misma estructura, la cual sí tiene que llegar a dar explicaciones ante el rey si este lo exige.

Internamente sí existen unas cuantas leyes, especialmente en lo relativo a la existencia del sumo sacerdote y a su sucesión.

En todo lo que las excede la voluntad del sumo sacerdote es la norma a seguir, y este puede imponer su criterio sin ninguna forma de control teórico. Es imposible en la práctica, no obstante, que un sumo corrector imponga su voluntad con toda la orden en contra. Alguien así tendría su muerte cercana asegurada.

Conflictos

Una orden adoradora de un dios de las traiciones no puede estar exenta de conflictos internos. Aunque es labor del sumo sacerdote acabar con estas conspiraciones, la competencia ayuda a agudizar el ingenio, por lo que es incluso fomentada en tanto que no interfiera con las labores externas. Aquel que es atrapado urdiendo una conspiración en contra de la orden tiene muy poco futuro, no obstante, como parte del juego.

Para evitar esta temible consecuencia los correctores suelen dirigir sus acciones contra agentes y nobles favoritos de otros correctores. Las batallas en este sentido pueden ser realmente dura. Un corrector puede, por ejemplo, torturar a un agente de otro corrector fingiendo no conocer su condición para intentar obtener información del segundo corrector y ejecutarlo incluso antes de que tenga oportunidad de reaccionar.

Nobles ingenuos también pueden caer en esta trampa, y en muchos casos las políticas locales o regionales son mal orientadas por causa de las luchas de los correctores.

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