Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Consejos para tratar la identidad de género al publicar rol
10-2-2017 02:48
Por Verion
Creo que hoy me han llamado “agenenazi”. Por agénero y nazi, vaya. Y como me he encontrado con algo de negacionismo con esta cuestión de la falta de presencia de las identidades de género no cisgénero en los juegos de rol, pues me ha apetecido seguir con un artículo que de otra forma igual no habría escrito, o habría tardado en escribir…

Ni que decir que no pretendo decirle a nadie cómo tiene que vivir su vida ni el rol, ni nada. Que cada cual haga lo que le salga de sus genitales, ya sean colgantes o internos o cualquiera otra disposición que yo no conozca. Este es un artículo para el que quiera meterse en ese asunto, y el que no, pues estoy encantado de que señale que “se me va la olla” y que cuente con que yo daré bombo a sus ideas en todas las redes sociales que me parezca, porque me parece bien que se le de visibilidad a esta cuestión.




Este artículo, por lo tanto, va a tratar sobre la cuestión de la identidad de género, ya no como jugadores o máster, sino como creadores de contenido. Es decir, dado que queremos crear una aventura, como podemos dar visibilidad a esta cuestión de la identidad de género. Algo que igual no queremos hacer por el motivo que sea.

En este sentido este artículo es una continuación del anterior. Este. Conviene leerlo porque me baso completamente en él, tanto para los consejos, que son heredados, como en el espíritu de su preámbulo en el que quiero insistir formalmente: no soy nadie en especial para escribir esto. El que quiera que lo use, y el que no, a otra cosa. Libertad, sin censura…

Voy a explorar este hecho desde varios puntos de vista diferentes. Por una parte podemos tratar el tema activamente, como una parte trascendente de la trama, o en segundo lugar puede ser una cuestión que simplemente está ahí de forma pasiva. Empezaré por la segunda por ser, a priori, más simple.

La idea es que alguno de los personajes sea parte de una de estas minorías. No hay en sí un estudio que nos diga cuantas personas lo somos, pero por ejemplo, podríamos tirar un dado de veinte a lo hora de generar un PNJ y asignarle esta propiedad en caso de obtener un uno (hablaríamos de un cinco por ciento en este caso). Y si hubiéramos llegado a este punto, ¿cómo seguimos?

Como he dicho en el pasado, la cuestión de género puede ser muy importante para una persona, o puede no serlo tanto. En nuestro personaje puede tener un impacto grande, o ser una cuestión más bien anecdótica. Esto está relacionado con un hecho tristemente real, y es que las personas transgénero que se sienten muy afectadas por esto pueden sufrir de aislamiento social y no prosperar en diversos aspectos de su vida.

En este sentido, si estamos explorando esta vía debemos tener en cuenta la forma en la que el mundo trata la identidad de género, pero sin duda también la capacidad económica del personaje, porque por triste que sea, cualquier dificultad es mucho más fácil con dinero.

Esto nos puede llevar a múltiples preguntas. ¿Es algo que el personaje muestra, o lleva en secreto? En el primer caso, ¿es discreto u ostentoso? En el segundo, ¿lo lleva con confianza o es reservado? Este segundo caso puede ser interesante porque puede llevar a los personajes jugadores a seguir una pista falsa en una investigación.

Yo creo que lo importante en este sentido es no fingir una normalización que no es tal (a no ser que el mundo lo tenga totalmente aceptado), sino reproducir una de las situaciones o paradigmas asociadas a esta cuestión. Y no son pocos.

Esto me acerca a la segunda forma de tratarlo, y es explorar la cuestión de la identidad de género como el motor principal de una trama. En este caso lo que nos encontramos es con una situación bien distinta en la que podemos sacar a colación uno de los muchos problemas que atraviesan muchas personas transgénero, como pueda ser, por ejemplo, una mucho más alta probabilidad de suicidio, de sufrir agresiones o de morir en un evento violento.

En este sentido, contar con esta posibilidad no solo es una forma de llevar a la mesa una reflexión que quizá tienda a pasar desapercibida, sino que en sí mismo abre nuevas posibilidades para plantear partidas con tramas poco frecuentes, y por lo tanto divertidas.

Voy a poner un ejemplo muy simple: los personajes de los jugadores acuden a investigar una comunidad en la que ha desaparecido un sacerdote de cierto rango. Tras investigar, podrán descubrir (o no) que el sacerdote estaba persiguiendo a un personaje transgénero que se defendió. Algunos miembros de la comunidad se han puesto de acuerdo para proteger a este personaje, pero otros tienen sus dudas. ¿Qué harán entonces los personajes de los jugadores?

Como ya mencionaba en el anterior artículo, tampoco se trata de representar necesariamente a un personaje de este tipo siempre como una víctima. En este sentido podemos incluso plantear a un villano de estas características, y de nuevo su “villanía” puede estar despertada por esta cuestión, o simplemente no. En cualquier caso puede despertar personajes interesantes.

En verdad hay muchas formas de tratar esta identidad de género, y si bien aquí he traído dos, podemos encontrar rápidamente otras. Por ejemplo, no estamos acostumbrados a pensar en un tercer género (recordemos que estamos hablando de género social), pero, ¿acaso como roleros no somos los ingenieros de lo posible? En ese caso podemos pensar en una sociedad que sí incluya con soltura un tercer género, o incluso más. En este sentido podemos ser muy novedosos, o inspirarnos en un tercer género real.

Pero como quiera que incluso podemos ir más lejos, podemos incluir no solo un tercer género, sino incluso un tercer sexo que tenga sentido dentro de un mundo ya algo más lejano al nuestro. Pero teniendo en cuenta que fácilmente imaginamos dragones y golems de hueso, ¿por qué no un mundo en el que estas cuestiones cobren un interés especial?

A mí me gusta que el rol represente este tipo de cuestiones y paradigmas. Personalmente cuando escribo aventuras de Espada Negra me gusta mucho representar conflictos de tipo variado y traer reflexiones sobre por qué algunas cosas son como son. La cuestión de género es una más, pero sin duda me parece muy positivo tratarlo para darle una visibilidad que no tiene. Creo que no debemos pensar que la sociedad está avanzadísima cuando en realidad muchos individuos no distinguen una persona transexual de una transgénero.




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