Hermanos Juramentados de la Espada Negra
El camino no tomado
28-3-2016 12:27
Por Verion
Y por fin jugamos el final de la campaña de los guardianes de tumbas Najshet, y por lo tanto puedo compartir el destino de mi personaje "Nelk" y un poco de los sucesos ocurridos en dicha partida.

Nelk abrió los ojos y dejó que el mundo natural entrara en sus sentidos. Ya apenas le costaba entrar en el mundo de lo sobrenatural, y aunque era una bendición que la había apoyado de forma clara durante los últimos años, de alguna forma también era una maldición: ya no podía simplemente cerrar los ojos y taparse los oídos para desaparecer del mundo, pues incluso sin pretenderlo sentía a las personas acercarse, y sin esforzarse podía presentir con certeza cómo Otboru se dirigía hasta la puerta del templo y se paraba en el exterior.
Ella se sentó. Sabía que estaba preocupando a todo el mundo ahí tumbada día tras día, pero no encontraba fuerzas para hacer mucho más. Claro que por otra parte tenían motivos para estar preocupados, pues día tras día dedicaba la mayor parte de su tiempo la dedicaba a pensar en suicidarse, y si no se cortaba sus propias venas era porque sabía que era necesaria. Quizá ya no tanto como guerrera y líder, cosa que nunca había sido, sino más bien como símbolo. Porque su nombre tenía algo de peso en el Najshet, era una garantía de que las furias no sufrían ciertas agresiones, y eso era importante.
-Entra o márchate, pero no te quedes ahí -señaló ante la indecisión de Otboru.
Nelk se sentó cuando esta se acercó, y no pudo evitar sentir cierta ternura ante el evidente gesto de preocupación ante la que podría haber sido su amante. Por lo menos las unía una relación que no sabía explicar muy bien.
-¿Cómo estás? -le preguntó al cabo.
-Creí que ya habíamos hablado de eso hace unos días.
-Sí, ya, si no tengo ninguna cuestión importante te dejo en paz..
-Pues si no lo tienes…
-¡La moral está baja! -señaló la otra-. Las pocas veces que sales de aquí tienes una cara que… y ya ni entrenas, ni a ti ni a las guerreras.
-Las guerreras pueden entrenar por su cuenta.
-¿Y tú? Se diría que has cogido algunos kilos.
-¿Has venido a decirme que estoy gorda? ¿Te tengo que demostrar de lo que soy capaz incluso en este estado?
-No, Nelk.
-Podría decapitarte y no habrías visto ni mi brazo moverse. Márchate antes de que me lo piense -señaló ella.
Otboru pareció asustada. Y tenía motivos, había matado a gente por mucho menos. Y pareció retirarse, pero finalmente se detuvo y se dio la vuelta.
-Claro que puedes matarme cuando quieras, ¿pero podrías haber sobrevivido a lo que viviste en Rakarsis? Cuando partiste a ese lugar eras de hierro. ¿Ahora podrías volver con vida de ese lugar?
Nelk se miró a sí misma. Era verdad que había engordado y que sin duda había perdido parte de su velocidad y fuerza. Pero sabía que más grave era su pérdida de disposición mental. Pocas semanas antes era capaz de echar una cabezada en la misma puerta del más allá para descansar con completa calma, mientras que en esos momentos ni siquiera era capaz de dormir ordenadamente por la noche.
-¿Qué ocurrió ahí al este? -preguntó Otboru mientras ella se sumía en sus pensamientos.
-No dejas de insistir hasta que consigues lo que te propones, ¿eh?
-Intento aprender de la mejor en eso.
Nelk suspiró. Quizá no pasaría demasiado si compartía alguna de las experiencias vividas.
-Sabes, una de las peores cosas es que nunca tengo nada claro cuánto hay de cierto en lo que pasó al otro lado. Tengo claro haber luchado… y haber viajado a una isla terrible en la que nos encontramos con nuestros peores temores. No sé explicártelo muy bien, pero ni Msrah pudo superar su arrogancia, ni Dafne a su falta de personalidad. Y a mí no me preguntes con qué defecto había de encontrarme, porque lo que encontré fue al espíritu de Maca… y no hice otra cosa que volverla a matar, y sé que es un fracaso, aunque que me reencarnen otra vez en furia si entiendo por qué fracasé.
-¿Y es esa duda lo que te hace sentirte así? -quiso saber Otboru.
-¡Qué va, no entiendes nada! No… no es el fracaso. Incluso pudimos encontrar a un viejo amigo que había muerto y liberamos su alma… y pudimos por fin traer a Sohaila de vuelta.
-¿Y la copa de Liana?
Nelk elevó los hombros.
-La llevaba Suansuah, ella no logró encontrar el camino de vuelta desde allí. Dos pérdidas que a nadie ayudan.
-Podemos salir adelante sin Suansuah y sin la copa.
Nelk sabía que a Otboru no le gustaba demasiado Suansuah, y lo entendía, porque a fin de cuentas era la opinión negativa que ella albergaba la que había despertado ese sentimiento en su subalterna, amiga y casi amante. Pero al final le había cogido cariño a Suansuah, le dolía pensar en su destino.
-No es la única pérdida. Antes de rescatar a Sohaila luchamos contra el caminante negro… el auténtico caminante negro. Y él me hizo una oferta que rechacé; me ofreció poder con el que mejorar para siempre la vida de las furias, de todas las furias. Y yo rechacé, rechacé ayudaros a todas y ni siquiera me pedía más que ayudarlo a él en el futuro.
-Habías jurado vengarte de él.
-Y no me supo a nada la venganza, la verdad -reconoció ella-. Os he traicionado a todas, y ni siquiera entiendo bien por qué.
-¿Y qué fue de Msrah y Dafne?
-No lo sé -replicó.
-¿No lo sabes?
-No lo sé -confirmó.
-Son tus amigos.
Nelk no pudo evitar soltar una pequeña risotada. Quizá sí lo habían sido, pero ella no quería en esos momentos saber nada de ninguno de ellos. Tenía la sensación de que había seguido los objetivos de Msrah y Dafne y no los suyos propios, y había pasado a verlos ya no como a un padre y una hermana, sino como a unas personas con las que simplemente se había relacionado por la lealtad de todos ellos.
-Una verdad de la vida, Otboru, es que una persona tiene que salir adelante por sí misma, que a fin de cuentas siempre estará sola.
-Tampoco puedes pasarte el resto de tu vida preguntándote por el camino no tomado.
-¿El camino no tomado?
-Haber aceptado la alianza con el caminante negro. Estarías igual de deprimida.
-Pero las furias estarían mejor.
-Pero tú aún puedes… puedes rescatar a Suansuah y a la copa de Liana, puedes encontrar muchas respuestas… has sido la mejor, puedes seguir siéndolo.
-Demasiado lejos -dijo ella-. Demasiado esfuerzo. He acabado con todos mis enemigos, o por lo menos con los que están cerca. Yo ya no puedo andar haciendo viajes a Dormenia… eso lo tendrán que hacer otros. Mi deber ahora es permanecer aquí como un símbolo para nuestra gente.
-Un símbolo que se pasa el día tumbado y que aparece en las fiestas.
-Eso, y tratar con el Najshet, los guardias y las mafias, sí.
-Tú vales para mucho más que eso -opinó Otboru.
-Puede ser -reconoció ella-, pero hoy por hoy para ser un símbolo no necesito mucho más.
Y se volvió a tumbar.
-¿Eso es todo? -preguntó la otra.
-Sí -replicó ella-. Ahora me gustaría dormir un poco.


Y como siempre... algunas notas de la partida.
  • El Creador de la campaña, y una de las jugadoras, se marcha de la ciudad e incluso de la península, así que sí, es el final. Quizá haya más partidas, no lo sé, pero tendrían que ser online, cosa que no nos gusta demasiado, y sin duda no tendrían tanta frecuencia.
  • Cuando Nelk subió a rango héroe recibió una ventaja, así que por una cuestión de trama elegí "venganza", por lo que tras matar al terrible caminante negro recibiría cien impresionantes puntos de motivación, pero como incumplió al anhelo de ayudar a las furias... pues perdió los cien puntos. Ah, y como es un gran anhelo no puedo usar a Nelk en las siguientes tres partidas, aunque sean online.
  • La sesión se jugó en dos partes y tuvo unos combates absolutamente al límite. Hubo que exprimir cada gramo de poder y arriesgar bastante. Al final los poderes sobrenaturales fueron, como siempre, la clave importante. Al grupo definitivo se le combatió con un "transferencia", un "cegar" y un "sello". Casi nada.
  • Las pruebas fueron realmente duras. Destaca que Dafne se encontró con su desaparecida familia reconvertida en un "Falta de personalidad", pero parece ser que finalmente eso era solamente un reflejo de sus propias impresiones. Seguramente eso forme parte de alguna campaña que ellos puedan jugar en su nueva residencia.
  • Pronto publicaré el resumen de esta segunda temporada.


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