La última luna llena, escrita

5-10-2015 21:30

Por Verion

Hoy he acabado de escribir la décimo quinta novela de Espada Negra, que provisionalmente se titula “La última luna llena”. Ya me han señalado que el nombre es demasiado parecido a “La última luz”, pero ciertamente hay un carácter similar. No creo que sea un problema cuando se publique dentro de seis o siete años, y ya haya entre medias trece títulos diversos. Creo, pues, que “La última luna llena” es un título muy interesante que refleja sentimientos duros y muy oscuros.

Esta novela es la décimo quinta de Espada Negra, la segunda del segundo grupo de trece, y la cuarta en la línea iniciada por “La última luz”. No son unos números en sí muy mágicos ni especiales, pero este texto es muy especial por sí mismo y no exige de excusas ni vistosidad.

En primer lugar es un texto demasiado… no sé, brutal. A unos personajes construidos a lo largo de miles de páginas les ocurren algunas desgracias que para mí han sido demasiado impactantes, y lo que creía que iba a ser un ejercicio de ejecución literaria limpia de unos pensamientos muy claros se ha convertido en un reto que me ha afectado incluso a mi mismo ánimo. Por ejemplo, lo que creía que podría convertirse en una alegoría erótica de la existencia a través de un personaje, para mí ha sido realmente duro y ha llegado a condicionar mi sueño. De hecho los personajes han fluido en sus propias direcciones, como debe ser cuando se escribe algo con cuerpo, en este caso hacia la liberación de su propio sufrimiento.

También es muy especial porque los hechos ocurridos estaban meditados desde dos mil trece, de forma que ha sido la novela más planeada que he escrito. Lo he notado mucho, pues me daba un impulso que solo se veía frenado porque había veces que me daba un poco de asco enfrentarme a las narraciones más desagradables.

Fruto de esto, creo que es la novela más fuerte (en este sentido desagradable) que he escrito. Tiendo a pensar que cualquiera que llegue a una décimo quinta parte ya seguirá hasta el fin de la saga, pero es perfectamente posible que algunas personas decidan dejarlo a la mitad de este texto. Sé que de alguna forma me he pasado, pero creo que el que lo soporte encontrará algo bueno.

De hecho tengo deseos de seguir escribiendo sobre esta saga de “La última luz” inmediatamente, pero queda cierto tiempo para que me ponga con ello. No en vano hay otros muchos aspectos del mundo de Espada Negra que hay que explorar, y cubrir el periodo cronológico de unos tres años que separa cada novela de esta pequeña saga interna que en sí misma ya va teniendo un tamaño algo más respetable.

Escribir “La última luna llena” ha supuesto también un reto personal. Desde el crowdfunding de Espada Negra solo había escrito los dos tercios que me quedaban de “Rescoldos de la Corrección” (en realidad bastante largos), y quedaba sobre mi conciencia la duda de si había perdido el ritmo de escritura con el que antiguamente creaba tres obras (o más) al año. Me ha quedado claro que sigo a ese nivel o más, y esto me ha producido alegría y alivio.

Me gustaría escribir otra novela antes de fin de año, pero obviamente no lo voy a hacer. Toca dar prioridad a otros trabajos de los que me había dado un necesario (¿merecido?) descanso desde las agobiantes presiones del crowdfunding y la edición física del manual del juego de rol, presiones que creo que también han tenido su influencia en esta obra. Ahora vuelvo de nuevo a esas tareas que nunca abandoné del todo, pero que habían quedado un poco a medio gas. Me siento cargado por esa fuerza que me da el ejercicio de la escritura, al que volveré también, espero que dentro de no mucho tiempo.


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