Tengo la sensación de que ayer se produjo una especie de diálogo entre el artículo que escribí,
este de Sirio Sesenra, y algunos comentarios en ambos hilos. Hablábamos de comunidad, de consumo responsable, y creo que se trató también de una forma indirecta la cuestión de la creación responsable y otros tantos conceptos a los que quería dar alguna forma de continuidad.
No pretendo decir que ningún artículo fuera primero, claro, y no creo que en ese sentido haya un precursor ni mucho menos una necesidad de esclarecerlo. En ese sentido creo que somos más como las partes de una agrupación espacial. Estrellas, planetas, lunas, asteroides, satélites, cometas y otros cuerpos celestes que no solo son observables las unas desde las otras, sino que además bailan impelidos por unas fuerzas comunes. Y como hombres del pasado miramos a los otros cuerpos celestiales bailar y no entendemos bien su movimiento porque nosotros mismos también bailamos, pero aún así lo que observamos es algo. Y lo llamamos “comunidad”.
Quizá lo más grande de esta comunidad es que tenga una naturaleza informal fruto de la estructura casual de la red social “google plus”. A la vez tiene esa naturaleza de colectivo pero no hay nada que lo defina. No hay ninguna norma, ningún gobierno. No hay nada, salvo la costumbre, y el baile.
Ya en el pasado señalaba que
causas de fuerza mayor podrían detener este baile. Un cúmulo de choques torpes o malintencionados podrían generar un mal clima, o simplemente google podría cerrar su red social como una supernova que lo engulla todo a su paso. Creo que este colectivo desestructurado tiene ciertas debilidades endémicas por definición.
En ese sentido quizá el baile necesite nuevas figuras de estabilidad. No significa que no sea estable en estos momentos, pero se beneficiará de estructuras que garanticen que incluso aunque ocurra algo desagradable siga existiendo el baile. Y claro, como este baile es en realidad anárquico y ciertamente vulnerable, las figuras que le pueden dar estabilidad no pueden atentar contra el principio de libertad que claramente parecen exigir los miembros de la comunidad. La creación de una ley, norma o gobernante intrínseco acabaría con la pluralidad, y probablemente cada participante se disgregaría con los elementos que le son afines.
En este diálogo informal encontré, ente otras, una gran muestra de apoyo de Cuartodelrol en la que hablaba de la colaboración y el consumo responsable. Decía que le gustaba apoyar a Espada Negra porque sentía algo que yo llamo hermandad, y hablaba de mí mismo como una persona que le había convencido, lo cual es un gran honor.
Mantener los principios de uno es algo difícil. Resistirse a las presiones de una posible explotación comercial ya es difícil, y resistir algunas opiniones negativas también puede ensombrecer el ánimo y bloquear al más creativo de los hombres. Aunque yo creo que en realidad son las presiones cercanas las más difíciles de superar.
¿Soy un planeta? ¿Soy un cometa? ¿Acaso soy una luna? ¿Cual es mi papel en este baile? A veces creo que soy un tornillo mal enganchado a un satélite artificial que corre riesgo de soltarse y salir despedido en una dirección aleatoria del espacio, destinado solo a ser un peligro para aquellos viajeros espaciales que tengan la mala suerte de toparse conmigo. Lo que se llama basura espacial.
¿Depende entonces el futuro de esta comunidad no organizada, del fortalecimiento de las estructuras actuales? Pues en ese caso creo que encontraremos momentos de dificultad y que tendrá que haber una fortalecimiento muy concreto, porque creo que como colectivo no organizado somos mucho más vulnerables de lo que nos queremos creer.
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