Hace poco fui incitado a escribir un artículo sobre el amor de los dioses cuyo resultado fue una descripción del funcionamiento de las energías sobrenaturales en el mundo de Espada Negra desde una perspectiva emocional, y aplicado al juego de rol. Una de las cuestiones ahí tratadas ha levantado cierta controversia, y es el relacionado con el texto que adjunto:
"Durante el funcionamiento del poder sentirá la energía fluir muy fuertemente, y este sentimiento de enlace con su diosa será particularmente fuerte durante su duración, pero como consecuencia su estado de afinidad posterior será inferior, y después de su combate los efectos empeorarán o llegarán a desaparecer. Esto puede ser particularmente duro para ella porque los animales volverán a atacarla, las plantas no la protegerán, y no predecirá el clima.
Se sentirá desolada y abandonada (como las personas normales), pero es que además también se sentirá emocionalmente así porque habrá perdido el amor que ella sentía dentro. Y lo peor de todo es que ni siquiera lo entenderá bien a la primera. "
Como digo, este concepto ha despertado sentimientos y opiniones muy variados entre los lectores de este espacio (con los que tengo contacto). A algunos les ha parecido muy natural, y a otros al contrario: "¿por qué iban a ver reducida su fe al obrar la más evidente muestra de poder divino?".
Creo que es importante en este sentido no interpretar la fe como “creencia en la existencia del dios y en su gran poder”. Por ejemplo, un sacerdote eridio de Daarmina podría reconocer el gran poder de su dios opuesto, Thargron, y no por ello tiene “fe” en él, no desde luego en el sentido de Espada Negra. En este caso podríamos no hablar de fe en absoluto como canalizador de estas fuerzas divinas, sino de vínculo, que es lo que se trataba en el artículo anterior, fundado en los sentimientos sinceros.
Un ejemplo de lo que digo.
¿Y cómo es posible que ese vínculo decrezca al usar un poder para beneficiar a un dios?, me preguntaba otro lector crítico con esta sección.
Esto ya es otra cuestión un poco diferente, pues en ella se ha dado por supuesto que el poder se utiliza para beneficiar al dios patrón. Esta situación no es la usual: por una parte los personajes tienden a utilizar los poderes de forma personal, y por otra no suelen conocer de forma certera los intereses del dios. Pero estudiemos este caso, y en este caso voy a extraer una parte del manual, concretamente en el apéndice que trata de la dirección del juego, en la que se relacionan muchas reglas con el ambiente:
A los dioses les gustan sus creyentes sinceros: No dudes en recompensar con un punto de energía a los personajes que se comporten de forma específicamente acorde con los dioses.
Una buena regla que puede ser reclamada por un jugador es la siguiente: si un personaje utiliza un poder para beneficiar los intereses directos de su dios, puede realizar un chequeo de ritos inmediatamente, interrumpiendo el flujo normal de la partida, y sin inversión particular de tiempo.
La clave aquí son los intereses directos. Tomemos por ejemplo el caso de Iamus, sacerdote eridio de Daarmina. Si utiliza utiliza un poder en una situación en la que unos muertos vivientes ponen en peligro su vida. ¿Tiene derecho al chequeo de retribución de energía? No, puesto que no es un acto que beneficie los intereses directos de su dios. Los beneficia indirectamente, pero el dios no quiere que su energía se descuide por sacerdotes negligentes. En ese sentido una buena pregunta es, ¿pudo haber conseguido los resultados del poder por otro medio?
Pongamos que esos mismos muertos vivientes están atacando no a Iamus, sino a un templo de Daarmina que quieren destruir para hacer desaparecer el culto de dicha diosa. La defensa de ese lugar sí supone un acto en beneficio directo de esta, si Iamus utilizara su energía, parece razonable que realizar un chequeo de retribución de energía.
¿Y si se diera el caso de que a Iamus le atacaran como intento de dañar a Daarmina? Es decir, podrían secuestrarlo por su condición de sacerdote y apedrearlo en una plaza pública dormenia para dar ejemplo. En ese caso, como está siendo atacada en su condición de adorador de Daarmina, podría ser razonable también que realizara el chequeo de retribución de energía.
Finalmente Iamus podría conocer los deseos de Daarmina porque esta se los hubiera manifestado de alguna forma. En este caso se le habría asignado una misión divina en cuyo cumplimiento directo también podría estar en la circunstancia de realización de chequeo de retribución de energía. Por ejemplo, podría enviarle en la invasión a Dormenia para que apoyara bendiciendo las armas de los soldados eridios.
Tomemos por caso un personaje que obtiene la energía y no la utiliza nunca para asuntos personales, sino solo para defender los intereses directos de su dios. Este cuidadoso creyente no tendría esa sensación de abandono que se citaba en el artículo anterior.
Creo que en la práctica no es del todo habitual que un personaje así se de en una partida del juego de rol, pero por supuesto es factible, y me parece muy interesante que el sistema de una oportunidad reglamentada y suficientemente objetiva para permitir ese tipo de juego.
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