Resumen de las LES 2013

22-9-2013 23:19

Por Verion

Tengo reciente mi experiencia en las LES. Ciertamente agotado por la situación, paso a hacer un review de los dos días. El que quiera la versión corta es la siguiente: dirigí dos partidas de Espada Negra, jugué una de Shadow Hunters dirigida por Carlos Plaza, malcomí los dos días (incluyendo rosquillas caseras!), compré lotería solidaria (tuve que irme, se la dejé a Senshi), conocí gente nueva, hablé con gente vieja, puse cara a gente que conocía de internet...

Entro más en detalle. No incluiré el resultado de la partida "canon" del sábado que será motivo de su propia entrada en mis escritos, pero sí la del domingo... cuya trama es bastante más anecdótica pero no por ello poco curiosa.





Ese de ahí es... ¡Senshi! ¿Lograría sobrevivir en su segundo intento a una patida de Espada Negra?



Hasta cinco miembros de la hermandad nos personamos en los dos días del evento. Uno de nuestros hermanos vino de otra comunidad autónoma con fin de participar de muy diversas formas.

Llegamos con cierto tiempo el sábado, esperando organizar la partida "canon". Nos encontramos (como dije) con una cierta cantidad de conocidos, y nos presentaron a algunos nuevos. Jugamos algunas partidas beta del juego de mesa que pronto presentaremos, y que tiene, por ahora, una aceptación total entre todos los que juegan.

Cuando estábamos cerca del comienzo fue evidente que todas las partidas de rol se llenarían. Es uno de los aspectos más notables de este tipo de jornadas, los jugadores van dispuestos a pasar un buen rato con diversos juegos. No tengo datos exactos, pero me fui con la agradable sensación de que "jugar al rol" es una actividad que sigue viva, y en este sentido hay mucho que agradecer a la comunidad que lo hace posible.

Sensaciones mixtas me produjo la regular visita de suministradores de lotería solidaria y líquidos variados. Debe ser que soy un poco pijotero con la continuidad de las partidas, pero hay que reconocer que la panzada de trabajo que se dan los organizadores para crear unas jornadas así, y encima siguiendo sus principios es encomiable. Mi salutación para todos ellos. Y si bien soy un sujeto de pueblo que se provee entre otras cosas de su propia agua, otros jugadores consiguieron hidratarse de forma adecuada gracias a este suministro que no conllevaba coste adicional.

Concluí con una gran satisfacción. No pude destacar ningún punto negativo más que el usual ruido elevado no muy apropiado para partidas (mi voz se resentiría algo) y las sillas, demasiado duras para estar en ellas muchas horas. Creo que debí coger una mala postura puesto que mis posaderas se resintieron algo más que mi voz, y tomé nota: el segundo día llevaría un almohadón adecuado.

En la hermandad aprovechamos la noche para tener una breve reunión que se hizo un poco larga, por lo que el viaje no vino sin sufrimiento. Llegamos algo tarde y acabamos por apuntarnos a algunas partidas que tenían huecos. Yo jugué a Shadow Hunters dirigido por su creador, y no estuve muy fino. Creo que fue mejor que no dirigiera, todavía no estaba del todo despierto.

El hermano Koldraj por su parte jugó una partida de "La era de acuario" con el estimable Senshi, el cual ya es un buen amigo de la hermandad. Un punto especialmente interesante lo pusieron los otros participantes de esa partida: una madre y un hijo. Viva el renuevo generacional.

Preparé otra partida para la tarde. Esta sería un reto: someter a jugadores que seguramente no sabrían nada de Espada Negra a la creación reducida de personajes, el aprendizaje del sistema y el desarrollo de una partida... ¡en un tiempo de tres horas! Pensé una trama sencilla pero atractiva y me preparé para llevarla a cabo... y entonces se complicó aún más. Tres personas apuntadas, a falta de dos adicionales que ya me habían comunicado su interés hacían un total de uno más de lo que yo había meditado como "posible" para esa limitación temporal.

No me queda más remedio que aceptar mi destino. Parece que la vida es tan Hardcore como una buena partida de Espada Negra.

El caso es que todo salió bien desde mi punto de vista. Los jugadores comprendieron el sistema rápidamente, no se hicieron ningún lío (y yo creo que me expliqué mal en ocasiones) y se enfrentaron a la trama de una forma sorprendente. Estaban contratados para investigar una desaparición que en verdad estaba ligada a vampiros (pero vampiros de los de Espada Negra, ojo, no a los "guapos del veinte aniversario". La escena genial del día se la llevó el combate en un granero en el que se habían auto encerrado. En realidad el combate no era difícil, pero los personajes obraron como personas en lugar de como un equipo coordinado. Lamentables intentos de huida nada coordinados peores intentos de ataque. Total, que al final escapan cuatro con diversos grados de heridas, y un personaje fallece al... ¡decidir combatir a última hora mientras los demás huían y se escondían! Los muertos vivientes se comieron hasta los tuétanos de sus huesos (literalmente, los vampiros se alimentan de los líquidos del cuerpo).





La investigación en realidad no era muy compleja, y terminaron encontrando al culpable y le tendieron una trampa decente... después de cargarse a dos personas que también parecían bastante culpables. ;Me sentí bien con mi interpretación del marqués y el sacerdote. Misión cumplida en el tiempo estimado.

Quizá otra nota interesante es que cuatro de los cinco jugadores de la partida eran... bueno, jugadoras. Una proporción interesante.

No pudimos quedarnos a la entrega de premios y ceremonia de clausura, algunos hermanos tenían una tralla de viaje y hay que seguir luchando por Espada Negra.

Y esto es más o menos mis "dos días" de jornada. No puedo hablar de lo que no conozco, así que por ejemplo no puedo decir nada de los torneos de juegos de mesa, pero en lo que a mí respecta:

-Rol en cantidad y principios en cantidad: bien.

-Un joven de doce años jugando con su madre: bien.

-Cuatro jugadoras en una partida: bien.

El que diga que "ya no se rolea tanto como antes", "no hay renuevo generacional" o "el rol son todo tíos" debería pasarse por las jornadas Ludo Ergo Sum. ¡Se llevaría una patada en todos los prejuicios!

La hermandad estuvo ahí.

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