Se trata de un tipo de muerto viviente. Es una variedad del necrófago claramente distinguible por tener alas correosas y estar aún más delgado. Su apetito antinatural se limita a los líquidos corporales, normalmente sangre y tuétanos. La aflicción es, por desgracia, contagiosa.
Cualidades físicas
Un vampiro, al igual que un necrófago pierde mucha masa muscular con respecto a la que tenía cuando era humano. Desaparece absolutamente toda la grasa, incluyendo la de la cara. Los ojos parecen por ello más grandes y las facciones más marcadas. En general la piel parece grisácea.
Sus características son similares a las de los necrófagos, pero presentan dos alas correosas de aspecto espectral que les permiten desplazarse por el aire.
Conducta
El impulso primario de un vampiro es alimentarse de la sangre y tuétano de cadáveres recientes. Tienen las características de los necrófagos en este sentido, pero no tendrán mucho problema en ingerir la sangre de un objetivo vivo si esto les simplifica la toma.
Grados y proceso
Al igual que en los necrófagos, existen dos formas de conversión. Por una parte, recibir una mordedura de un vampiro implica recibir el mal en una cuantía equivalente al daño. Debido a que los vampiros en ocasiones se llevan sangre y huyen, la conversión puede ser parcial.
La segunda forma de conversión es más forzada y extraña, y consiste en que una persona sana beba sangre o tuétano ya contaminado con el mal.
En un paciente parcialmente contaminado la degeneración es menor, tanto a nivel mental como físico. La mejor seña para identificarlo es la delgadez rápidamente adquirida y el engrisecimiento de la piel.
El proceso de vampirización es más infrecuente que el de la creación de necrófagos, pero es similar, incluyendo la reversabilidad y afecciones mentales.
Combate
Todo lo aplicable a los necrófagos se aplica aún más a los vampiros. En general son más débiles y se parten como un murciélago cuando son golpeados por cualquier arma, pero no es tarea fácil pues estos se desplazan por el aire.
Lo más importante en un combate contra vampiros es evitar su mordedura. Como en el caso de los necrófagos, no hay mejor consejo que llevar buenas armaduras. No es necesario preocuparse por los vampiros caídos, pues estos no suelen re incorporarse, pero aún así conviene echarles una ojeada.
Creación.
No hay ritual conocido para la creación de vampiros.
Invasiones históricas.
Los vampiros son una leyenda común en toda la región de Sunildia. Si estos tuvieron alguna plaga de vampiros, es demasiado lejana como para estudiarla.