Como sabrán los estimados lectores, estoy arbitrando una campaña online, “
La verdad del desierto”, que está arrojando resultados interesantes incluso desde el planteamiento de personajes, que ha sido bastante enriquecedor en alguno de los casos. En esta campaña están apareciendo algunos casos que crean una situación para nada infrecuente en este ocio que tanto nos gusta.
Pongamos por ejemplo el personaje Baufra, un guerrero Najshet que ha padecido una temible enfermedad y maldición de los dioses que identificaríamos rápidamente como lepra. Su jugador incluso ha realizado una ilustración que le dota de bastante identidad.
El caso es que esta condición es muy definitoria del personaje y da lugar no solo a su imagen, sino también a las decisiones que ha tomado. Por lo tanto, es lógico que tenga alguna representación en mecánica. Y aunque este caso es muy evidente, existen muchos otros.
Yo creo que la forma más lógica es que esto responda a una desventaja similar que ya exista en el sistema, y si esta no existe, desarrollar individualmente para el caso. Creo que puede suponer un aporte muy positivo si se hace con tiento. Normalmente yo intento ir por esta vía.
No obstante no es la única, y por ejemplo en este caso decidí no intervenir porque el jugador por sí mismo llegó a la conclusión de que el personaje estaría dotado con tan solo agilidad uno para encargar el carácter de enfermedad en este.
Esta situación en realidad no es del todo realista en un sentido lógico, pues el personaje ha podido contar con los puntos que no ha invertido en agilidad para ponerlos en, por ejemplo, resistencia, y luego intentar compensar la deficiencia de agilidad con un arma adecuada.
No obstante yo encuentro cierto sentido en obrar de esta forma, y es que Baufra ha tenido que compensar sus carencias desarrollando otras facetas de su persona, y en cierto sentido es algo que hacemos todos (bueno, quizá no todos), y mucho más un sujeto que ha convertido su afección en una parte importante de su carácter, dado que se culpa a sí mismo por los pecados cometidos, lo que encaja en la religión de su sociedad.
Este principio operativo de la búsqueda de la definición del héroe en sus facetas fuertes y débiles puede ser muy interesante, tanto si se hace de una forma constructiva (elegir el carácter y las cualidades en consecuencia) o deductiva (tirar las cualidades al azar e interpretar el resultado), y en mi experiencia da lugar a personajes con mucho carácter.
En este sentido el exceso de mecanización no resulta positivo porque puede no incitar tanto a la imaginación. A fin de cuentas si tuviéramos (bien) modelizadas todas las enfermedades, probablemente Baufra no podría ser el buen guerrero que es, o desde luego no podría serlo durante mucho tiempo. Y sí, conozco la orden de Lázaro.
Así que cuando Vorvek vino con la historia de Baufra, no le puse ninguna pega y dejé que lo llevara a su forma, lo cuál me lleva a la siguiente cuestión: ¿y si más adelante encontráramos que el juego sí tuviera decentemente modelizada su enfermedad? ¿Qué habríamos de hacer a partir de ese punto?
Sin tener nada en la cabeza, creo que habría que introducir al personaje en el sistema causando el mínimo perjuicio a la lógica de juego. Si por ejemplo encontráramos que la enfermedad ocasiona una pérdida de un punto de agilidad, Vorvek tendría derecho a recolocar los atributos de Baufra en la forma que considerara adecuada puesto que no tendría sentido que pasara a tener agilidad 0: Baufra no era torpe antes de padecer la enfermedad.
Curiosamente en la campaña se me ha dado una situación similar por segunda vez que ha surgido de la narrativa, y es que una serie de
moscas gigantes han puesto huevos en el interior de algunos personajes jugadores, y esto plantea de nuevo una situación especial, pues al crear esta especial condición podemos incluso plantear una desventaja local para esta campaña de manera que otros jugadores pudieran elegirla para sus personajes.
Lo mejor de todo es que esto crea una serie de opciones para la campaña que hace plantearse cómo lo van a llevar los personajes. Yo desde luego me lo estoy pasando muy bien.
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