EORLEIK

Uno de los grandes clanes guneares, está tan alejado del resto del mundo que casi nadie sabe nada de ellos. Ocupan el extremo norte del continente, un lugar tan frío, escarpado y muerto que nadie querría luchar nunca por él.

El animal que representa al clan es la orca, pues su forma de vida está íntimamente ligada al mar. Tienen un gran número de barcos, expertos marineros y sensatos capitanes cuyo pragmatismo choca con la mentalidad del acero gunear.

La actividad principal del clan es pues, la pesca marina, incluyéndose en ella tanto los grandes peces como los grandes mamíferos, cuya caza reporta gloria y cantidades ingentes de comida.

Es un clan muy ajeno a la cultura dormenia o harrassiana, que piensan en un gran guerrero del clan Sigvar al pensar en un gunear. El clima en toda la zona Eorleik es un invierno eterno con muy pocas horas de sol en el que un despiste puede suponer la muerte, y en el que el rato que no se pasa trabajando, se pasa en oscuras viviendas. Se trata de gente, como ya se ha dicho, extremadamente pragmática y generalmente muy callada.

La capital, Valasnulf, está construida alrededor de un puerto razonablemente grande, y es el centro del comercio del clan. Las casas tienen un deprimente aspecto de madera medio congelada y medio podrida en el que el poco metal está corroído por el salitre y en el que nunca se termina de arreglar nada. No obstante todo suele ser bastante funcional, y los interiores con frecuencia son más cálidos y secos.

Ubicación

El clan Eorleik está al norte de las montañas guneares, en la misma costa. De hecho en muchos mapas está más allá de toda comunicación. De hecho en la mayor parte de mapas simplemente no aparece porque su existencia está más allá de todo interés del resto de personas del mundo. El llamado clan de la orca está tan lejos de todos lo demás lugares del mundo que se puede decir que más que un clan es un país en sí mismo.

Historia

El clan de la orca es uno de los más trazables en términos de historia, puesto que tienen un amplio registro escrito de los sucesos posteriores a su formación. Esta se remonta al año 361 en el que el Eorleik primigenio (el propio Eorleik) renuncia a Nivgeurjorn Sigavr y decide establecerse por su cuenta.

Tristemente esta historia no se puede contrastar con otras fuentes, pues no resulta del todo convicente que este sujeto marchara al lugar más inhóspito del mundo con sus partidarios simplemente por orgullo. Se especula que las diferencias entre Eorleik y el heredero del primer gunear podrían haber alcanzado una dimensión muy importante, o que este segundo hubiera descubierto una conspiración del primero y lo hubiera exiliado. Incluso es posible que el territorio Eorleik fuera en su origen una forma de prisión para delincuentes.

El resto de la historia Eorleik hace referencia de forma general a la casta Eorleik consigue una enorme grandeza para su pueblo. Y si bien seguramente estas historias estén exageradas se debe reconocer que el clan Eorleik es en verdad el que más población tiene de todos los clanes, un hecho en sí sofisticado si se tiene en cuenta la extrema dureza del clima en el que habitan.

Peculiaridades

Frío gunear

De alguna forma los principios climáticos asociados al resto de clanes no son exactamente aplicables en el clan Eorleik. En esta zona no existe en sí un Dabria Tulka como tal, y si bien el paso montañoso que los comunica con el sur sí queda cerrado durante ese periodo, en la costa el clima es simplemente espantoso todo el año.

En este sentido los conceptos climáticos están más relacionados con la forma en la que el mar o Babglón maltrata a esta región. En los momentos buenos la salitre húmeda se mete hasta los huesos, y en los malos la mar enfurecida se traga operadores del puerto sin ningún perdón. Se trata, pues, de uno de los lugares más horribles del mundo en el que seguramente nadie querría vivir de no ser porque la fauna marina es bastante accesible.

Este concepto de frío gunear condena a la población a vivir sus oscuras vidas a la luz de una linterna de aceite bien recluidos en sus hogares. Las calles están vacíos, y la vida social se realiza bien durante poco tiempo en las lonjas, o en los locales sociales de las agrupaciones ciudadanas (ver más adelante).

Pesca

Hablar del clan Eorleik es hablar de pesca, ya sea de grandes pescados o de enormes mamíferos, casi toda la actividad está directamente relacionada con la pesca. Se puede decir que prácticamente todo el clan vive de consumir los recursos que el mar proporciona, y para este fin se arman barcos de fortísima estructura tripulados por robustos marineros y decididos líderes.

De hecho la mentalidad del acero no existe como tal en el este clan, sino más bien algún tipo de cínica mentalidad del salitre. No se puede hablar tampoco de guerreros del clan como tal, sino de arponeros pescadores de orcas. El clan de la orca vive su dura realidad y no tiene interés por conceptos éticos particulares, o siquiera un gusto específico por otra tradición que no sea echarse a la mar y combatir con ella día tras día, estación tras estación.

No obstante este colectivo de pescadores sí que se puede entender de alguna forma como una forma de guerrero de clan. No es para nada similar al concepto que se podría observar en un miembro del clan Sigvar, pero sí hay cierto paradigma similar, si bien hay que entender que de alguna forma son personas mucho más pragmáticas más sucios, y sin duda bastante más interesados y convenidos.

Cabe mencionar que existe una ley que permite a los arponeros el derecho a poseer una maza y un escudo de metal pagados por el gobierno del clan y portarla allí a donde vaya. Este extraño vestigio de algun código antiguo puede parecer ridículo, pero es un derecho muy apreciado por esta clase social que está encantada de dirimir sus diferencias rompiéndose los huesos. De hecho la única vez que han hecho algo en común fue para enfrentarse al gobierno Eorleik cuando este intentó quitarles este privilegio.

Mención aparte merecen los capitanes de los navíos, quienes tienen que vérselas con estos problemáticos arponeros, con la delincuencia instituida y con la peculiar burocracia. Estas personas sí que pueden recordar al guerrero de tierra, aunque una vez más de una forma particular, y de alguna forma más oscura.

Estos capitanes tienen una elevada consideración que viene respaldada por la misma ley: un capitán es implícitamente un miembro de la familia Eorleik y tiene el derecho instituido de interpretar y aplicar la ley, y esto signigica que pueden detener e incluso ejecutar a cualquier ciudadano.

Pese a todo, su posición es algo delicada, y tienen que presionar para hacer valer sus derechos ante el gobierno central del cnal. Esta fuerza es ejercida mediante una unión de capitanes que elije un representante que suele ser no solo el más duro de entre ellos, sino también el más carismático y ladino.

Uno de los enemigos naturales de los capitanes, como se ha mencionado, es la burocracia del clan y los impuestos. El linaje gobernante en est caso destina a miembros de su familia o a empleados elegidos para vigilar toda la actividad portuaria y mantener los enormes impuestos con los que se prestan los servicios básicos de cada emplazamiento.

Ley, orden y castigo

Donde el resto de clanes viven una cierta estructura de libertad, el clan Eorleik ha desarrollado un código legal de una cierta complicación que estructura su sociedad.

La teoría de que este clan tiene su origen en exiliados y condenados reforzaría la idea de que este código legal no tiene está tan fundado en las condiciones circunstanciales del lugar, sino al carácter heredado de esta cultura. En cualquier caso, sea cual sea el origen, la realidad es que tanto la ley como el crimen y el castigo son cuestiones trascendentes muy implicadas a todos los niveles.

Por decirlo de alguna forma, el código legal del clan Eorkeik tiene una base social que sería muy interesante en una sociedad avanzada con múltiples recursos, pero en un lugar que en realidad no es para nada rico lo que garantiza es que casi todo el mundo es, en realidad, un posible criminal. Desde el hombre de a pie que ocasionalmente roba un pescado (algo tremendamente habitual) hasta el capitán de barco que por todos los medios intenta evadir el pago de los impuestos.

Debido a esto el clan Eorleik tiene cárceles no solo en todos los emplazamientos, sino también en todos los barrios. De hecho las prisiones Eorleik no son tanto dependencias estatales como empresas privadas con cierta libertad para sacar partido del reo en tanto que haya sido condenado. Lo habitual es que estos reos retornen al sistema social mediante el trabajo en los puestos más duros imaginables, incluyéndose, por ejemplo, los remeros.

La familia Eorleik delega las diferentes atribuciones sociales en agrupaciones ciudadanas que reciben una importante subvención mientras justifiquen la necesidad de su tarea el cumplimiento del mismo. Estas agrupaciones existen, además, en tanto que sean capaz de sostenerse a sí mismas, lo que implica garantizar su seguridad y la del barrio en el que obren. Si una agrupación o sociedad no consigue enfrentarse a las posibles bandas de su zona, se entenderá que debe ser depuesta. En este sentido la frontera que separa a una banda criminal de una agrupación ciudadana aceptada por el gobierno puede ser simplemente, una cuestión de fuerza.

Pobreza, delincuencia y esclavitud

Como ya se ha mencionado, la delincuencia en los emplazamientos del clan Eorleik es bastante elevada. Esto no solo es debido a la peculiar idiosincrasia o el origen de su cultura, sino también a que hay gran cantidad de personas pobres.

La clase trabajadora se ve sometida a una precariedad laboral muy considerable, y es raro el ciudadano que no ha pasado apuros en algún momento de su vida y se ha visto obligado a intentar robar pescado en las lonjas. Esto no es para nada exagerado, y de hecho los mismos clientes aprovecharán para hacerse con un pescado de más con triquiñuelas, o para escapar sin pagar si es posible. Un pescado que toque el suelo solo permanecerá en él el tiempo que tarda una persona en agacharse, si es que no hay alguien muy hábil con los pies.

No obstante la esclavitud solo está contemplada para aquellos que han cometido un crimen. Esta esclavitud no es tan benebolente como en el resto de clanes, y con frecuencia los esclavistas dan un trato duro y tan impersonal que con frecuencia ni siquiera conocerán el nombre de estos esclavos.

Registros escritos

Quizá la dependencia legal del clan de la orca haya propiciado una mayor dependencia de los registros escritos, pero en cualquier caso el uso del papel es más habitual que en otros clanes. No obstante este bien es tremendamente caro, y normalmente importado.

La capacidad de leer y escribir es infrecuente, pero es el único clan mayor con un registro queda considerarse útil.

Autonomía y acero

Todas estas condiciones llevan a que este clan grande en población sea completamente autónomo y pueda suplir sus necesidades mejor o peor sin apenas ayuda externa, lo cual no deja de ser paradójico, pues en realidad es el único clan que no está aislado durante su Dabria Tulka perpetuo, gracias a la increíble pericia y experiencia de sus capitanes navales.

No obstante el clan es bastante pobre en lo que a metal se refiere, y las pocas minas que han conseguido explotar han dado lugar a hierro de muy poca calidad, especialmente comparado con lo habitual en el resto de clanes.

Teniendo en cuenta que la moneda de uso es el estándar habitual de cincuenta gramos de acero, esto tiene el potencia de sumir al clan en curiosas crisis económicas nada ligadas a su capacidad productiva real.

Como nunca han conseguido buenos tratos con otros clanes, no hay una solución final a este problema, sino que más bien se buscan parches.

Uno de ellos son subvenciones a las prospecciones mineras que obviamente son en sí muy problemáticas: para evitar pagar acero por buscar acero se otorgan exenciones a los capitanes de navío que coordinen este tipo de actividades. En cualquier caso estas subvenciones nunca duran lo bastante como para conseguir que tengan efecto, y las montañas del clan están repletas de minas abandonadas a medio construir.

La única medida que ha funcionado ocasionalmente es el comercio internacional con Dormenia. El aceite de orca que el clan produce a espuertas es bastante valorado en la región de Tagcedo que más tarde la distribuye por el resto del país. Incluso después de transportarla, este bien resulta más barato y cómodo que la cera de abeja, hasta el punto de que los barriles de aceite Eorleik llegan hasta Harrassia.

Religión

El panteón habitual gunear está totalmente desplazado por el culto a Babglón, lo cual es bastante natural en una cultura que depende totalmente del mar, y en la que de la noche a la mañana desaparecen dos barco con sus capitanes, arponeros y remeros, y de golpe toda una ciudad empieza a pasar hambre.

En este sentido no solo la superstición es enorme, sino que hay toda una institución creada alrededor del culto al mar. Los sacerdotes de Bablgón tienen su propia estructura interna y se nombran entre ellos mismos. Cada puerto cuenta con su templo en el que se deben realizar los debidos ritos. Todo barco parte siempre con un sacerdote preparado para realizar los rituales necesarios sin las cosa se ponen mal.

Aunque algunos de estos sacerdotes son meros espabilados que viven de la supertición, otros son expertos marinos que valen su peso en acero. Los buenos capitanes de barco que realizan viajes complicados quieren siempre contar con estos indiduos.

Guardianes de clan, herrero, sacerdotes, familia y confianza social

Donde el resto de clanes depositan la confianza en una serie de estructuras de control social muy bien instituidas que tienden a promover cierto cuidado del individuo, el clan Eorleik no tiene básicamente nada.

Si bien la familia es el pilar básico de la sociedad, en general casi nadie puede contar ni con sus hermanos. Un gunear que piense que un herrero Eorleik será un artesano esforzado que induce su personalidad en cada creación se llevará una sorpresa al observar que de hecho es un representante de una agrupación ciudadana con bastante mala uva. El concepto del guardián del clan simplemente no existe.

No se puede decir que sea un buen sitio para vivir.

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