Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Val-hammer
14-2-2023 10:26
Una de las realidades más certeras que yo he vivido siendo una persona trans es que mientras a mí era algo super importante que se me hacía un mundo en según qué pasos, para el resto de personas era absolutamente irrelevante. Supongo que es una cualidad del mundo hipermoderno en el que vivimos, y si desde luego no le preocupa a nadie que tengas un cáncer o que pegue un tiro un cazador cuando ibas por ahí con tu bici, pues menos (debería) importarles el género que elijas desplegar.

Pero bueno, a mí personalmente sí que me cuesta sacar mi identidad de género más femenina en según qué ámbitos, hasta el punto de que casi únicamente ocurría durante actividades de ocio nocturno. Y no pretendo engañarme, no solo es que me de un poco de corte, también ocurre simplemente que no es lo más cómodo para todas las circunstancias. Maquillarme me lleva mucho rato… y si no me apetece hacerlo para irme a comprar, pues mucho menos para salir a hacer deporte.

A lo que voy, es que al final acababa por no hacerlo más que en un par de días al mes. ¿Salir por la noche? merece la pena el esfuerzo. ¿Ir a la compra? Acabemos cuanto antes, por favor. ¿Ir a hacer deporte? Ni de coña. ¿Ir al trabajo? No, ¡que me echan! (y no quiero madrugar). Vamos, que al final, dos días y medio al mes.

Eso no significa que no viva el proceso mucho más que ese tiempo. Hay muchas actividades que efectuar, artículos que escribir, muchas conversaciones que tener… y mucho pelo que afeitar, porque mis genitales no me causan ninguna disforia… pero el pelo… maldita sea. En cualquier caso parece que el día en el que me pongo la peluca es más como una auto recompensa a un trabajo previo que un proceso lo bastante integrado en mi vida cotidiana como para ir acercando a la autonormalización.

Así que finalmente decidí integrar un aspecto de mi vida en mi transición, y en este caso fue el jugar a warhammer, lo que en realidad me parece una buena idea, porque es lo bastante esporádico como para que no sea un esfuerzo continuado, pero sí lo bastante continuo como para forzarme un poco. Además, iba a contar con cierta ayuda porque buena parte de mis amigos ya sabían de mi particular elección. A los que no lo sabían, se lo dije, y a todos les pedí que fueran un poco “supportive” cuando llegara la ocasión. También me hice cuenta como “Valeria” en los servicios de ranking y de torneos. Y para que la magia funcione un poco más, me he apuntado a una buena cantidad (de torneos) a los que voy a acudir esta temporada.

Y ya está, me dirigí al primero el pasado sábado. Fue uno muy pequeño, pero estuvo muy bien. Me resulta tan curioso pensar que estoy conociendo a personas que han tenido como primera impresión de mí la de una chica trans con peluca y pintalabios, y que quizá no conozcan otra cosa. Pero ya que estaba, no me iba a quitar el maquillaje tras jugar, sino que me fui con mi amiga Amre a cenar (y desperté miradas curiosas). Y el domingo repetimos, y nos fuimos a la japan weekend. Y para rematar, a la vuelta compré caldo de pollo en el supermercado local (y más miradas...).

Puede sonar extraño, pero para mí integrar esos gestos cotidianos en el repertorio posible es lo más difícil de todo, pero hace que realmente lo integre en mi obrar. Y funciona, me voy quitando toda la vergüenza y el miedo. Creo que a la gente le da igual, pero yo… yo, mi jueza más dura, me voy aceptando a mí misma.

Escribiré más sobre esto. A mí me resulta interesante.


Entradas similares: