Hermanos Juramentados de la Espada Negra
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Simbología de los dioses
6-10-2015 14:52
Por Verion
Llevo unos cuantos días con la cola de artículos de Espada Negra llena de conceptos interesantes, en este caso voy a tratar el tema de los símbolos y los dioses, que ha sido sugerido varias veces.
En Espada Negra casi todo tiene un símbolo, y esto de hecho tiene una aplicación interesante en el juego de rol, como también la tiene en las novelas y cualquier cosa que beba de su ambiente. A mí se me dibuja una sonrisa al imaginar a un informador describiendo el símbolo que vio en un caballo, una espada o una armadura, y al personaje de turno recurrir a sus conocimientos para obtener una pista importante.
Los símbolos de los dioses son obviamente los más trascendentes de todos pues hacen referencia a las entidades de poder más grandes dentro del mundo. En este sentido la doctrina tridecadeísta declara la existencia de trece dioses, aunque concreta doce de ellos que son los que podemos encontrar expuestos en el juego de rol, especialmente en sus columnas realizadas por el siempre habilidoso David Arenas, aunque también se pueden observar en ciertos detalles de la portada, algunos de los cuales quedaron ocultos en la edición final por la doblez de la portada, aunque ahora lo aporto.
Los dioses en este caso tienen una simbología que además los relaciona con su posición dentro del orden tridecadeísta. Si uno observa su símbolo puede contar el número de uniones o untersecciones entre rectas y curvas, lo que da lugar a dicho número. Hay un error en esta apreciación cuyo descubrimiento dejo a los esforzados investigadores.
El muy notable dios del ciclo y por tanto del equilibrio perfecto aparece en esta representación entre telas ondeadas por un fuerte viento que se percibe también en su pelo. El viento es una de las representaciones principales de Sylviz, y muchos de sus ritos están relacionados con esta fuerza, o con el clima en general.
El símbolo de Sylviz hace referencia también al viento, al ciclo, a las cuatro estaciones, y por supuesto a su número, el uno, en el sentido mencionado.
La diosa de la luna se nos presenta como una mujer bella, recatada y delicada, pero aún así inmensamente poderosa en una posición tranquila, segunda de sí misma. Se puede observar que se representa tanto la luna como una estrella, y que el broche que sujeta la prenda de la diosa tiene un tamaño similar. Esta triple representación señala que es diosa de la luna, de las estrellas, y que ella es en sí misma parte de esa existencia.
Su símbolo, como no podía ser de otra forma, representa la luna, y tiene exactamente dos colisiones.
En oposición a la más recatada Airí, Nadruneb se nos muestra salvajemente desnuda y violenta, con el carácter hostil de la naturaleza descontrolada que parece controlar con la simple fuerza de su carácter. Se descubre pues que la diosa de la naturaleza no necesita ocultar su cuerpo y que pese a ello no es en absoluto vulnerable, característica que comparten con cierta facilidad los dioses que se relacionan con la esfera “ira”.
En su símbolo podemos encontrar una representación de tres dólmenes de piedra. Normalmente no se dibuja explícitamente.
El poderoso dios guerrero aparece en este caso con casco y derrama la sangre de su enemigo derrotado en una copa. Toda su representación está llena de símbolos bélicos: el citado casco, el oponente muerto (no de los pocos dioses con figuras ajenas en esta representación), y por supuesto el hacha.
Thargron representa un nuevo camino del progreso para los guneares, y su furia guerrera está encauzada, en este caso por la copa, donde el anterior dios Khammarr simplemente derramaría la sangre por todas partes.
Su símbolo forma un hacha, aunque también parece incluir el símbolo de un ojo: en la mitología gunear Thargron lo puede ver todo.
En esta representación se observa que Armeniam es el dios más antiguo. La barba hace referencia en este caso la sabiduría y la edad. También la ominosa calva deja clara esta condición, y que no se trata de un dios joven y curioso como otros, sino que más bien está retirado a la contemplación y la sabiduría.
No obstante se muestra armado con un martillo, aunque ocupa su mano izquierda con un pesado tomo, al que se le atribuye un contenido de tipo legal o histórico, en función a la fuente consultada.
Su símbolo es una balanza, aunque hay otras versiones tridecadeistas en las que el símbolo es un martillo.
El dios de la caza y de los animales resulta paradójico en su doble naturaleza, pero la conjuga de una forma muy perceptible en esta representación en la que tiene medio cuerpo de hombre y medio cuerpo de lobo. Porta una lanza como arma y como útil de caza, y no un arco, puesto que no tiene mano derecha. Esta característica nos señala que es una imagen posterior al apocalipsis, en el que sería amputada.
Su símbolo incluye siempre los cuernos de un animal.
La diosa de la muerte resulta especialmente terrible en su representación. Podemos observar múltiples elementos que confirman su naturaleza compleja y terrible: las calaveras nos recuerdan su condición de recolectora de almas, y la guadaña su invencible capacidad luchadora. La ropa señala que es la diosa odiada y separada de los demás, que debe avergonzarse de su condición. Finalmente el aire que ondea su pelo es el viento de las almas que lo destruye todo en el más allá.
Su símbolo es un misterio para la totalidad de los estudiosos. La única explicación razonable a que no tenga una interpretación literal es la condición de vergüenza que Taharda tiene asociada.
Es de mencionar que por su número (el siete) esta diosa está en el justo centro del panteón, y es de alguna forma divisora entre el caos y la ley.
La diosa de la guerra, la estrategia y la civilización se nos muestra también con una buena cantidad de elementos. Destaca el casco y la hombrera, que junto con un importante escudo recuerdan la necesidad de estar protegidos. La espada hace clara referencia a la guerra, y los soldados a la estrategia. Se observa también que la tela indica que la diosa tiene rango de oficial entre los hombres, es decir, que defiende la existencia de estados y de orden.
Su símbolo recuerda a una espada y un escudo, y fue adoptado como bandera nacional en Eridie.
Aunque es conocido como dios de las mentiras, en la representación podemos verlo observando el futuro en su orbe sobrenatural. No obstante su posición inquietante nos recuerda que Haradon siempre acecha.
No hay que dejar de observar sombras y extraños apéndices en la espalda del dios que nos podrían señalar que Haradon siempre está armado, aunque pueda parecer un sujeto atractivo e inofensivo.
Su símbolo hace referencia a un pequeño brillo de luz que desprende destellos. Se trata de un símbolo moderno que hace referencia a que cuando quiere puede ocultar la luz de Soid, que supuestamente es un dios solar.
La diosa Najshet del amor y las pasiones carnales aparece representada como una voluptuosa mujer que incita a la realización de los impulsos sexuales. Sin apenas elementos nos invita a introducirnos con ella en un lugar en el que descubrir placeres secretos, pero sin ninguna garantía de que lo que vaya a haber al otro lado sea seguro para nosotros.
Su símbolo es una espada Najshet. En la actualidad se trata de una diosa adorada principalmente por las furias.
Tres elementos principales nos permiten identificar la naturaleza del único dios del mundo que no tiene su origen en una persona humana. Su naturaleza reptiliana es muy evidente, y las olas en la sección inferior explican claramente su afinidad con el medio marítimo. Finalmente en el tercio superior izquierdo podemos ver claramente una tormenta que nos recuerda que es un dios al que tener especial respeto dentro de su ámbito.
Su símbolo es claramente la cara del dios dragón.
La diosa de los cultivos aparece totalmente comedida, muy al contrario de las diosas más salvajes, casi tan tapada como la misma Taharda. No obstante Tatja no se cubre la cara y nos muestra un peinado discreto pero bello, y unas facciones perfectas.
Dos elementos clásicos nos demuestran su afinidad con el acto de la agricultura: las briznas de trigo que se apartan a su paso, y la manzana que ha recolectado.
Es muy importante señalar que la diosa aparece descalza, señalando que las personas tienen que estar en contacto con la tierra.
Su símbolo, como no podía ser de otra forma, es una copa con tres briznas de trigo.
No se tiene conocimiento de cual es el décimo tercer dios. ¿Es el caos? ¿Es Soid? ¿Acaso podría ser el mismo gobernante Najshet? Por todas partes del mundo expertos tridecadeístas cuentan los vértices en cualquier símbolo en busca del número trece.
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En Espada Negra casi todo tiene un símbolo, y esto de hecho tiene una aplicación interesante en el juego de rol, como también la tiene en las novelas y cualquier cosa que beba de su ambiente. A mí se me dibuja una sonrisa al imaginar a un informador describiendo el símbolo que vio en un caballo, una espada o una armadura, y al personaje de turno recurrir a sus conocimientos para obtener una pista importante.
Los símbolos de los dioses son obviamente los más trascendentes de todos pues hacen referencia a las entidades de poder más grandes dentro del mundo. En este sentido la doctrina tridecadeísta declara la existencia de trece dioses, aunque concreta doce de ellos que son los que podemos encontrar expuestos en el juego de rol, especialmente en sus columnas realizadas por el siempre habilidoso David Arenas, aunque también se pueden observar en ciertos detalles de la portada, algunos de los cuales quedaron ocultos en la edición final por la doblez de la portada, aunque ahora lo aporto.
Los dioses en este caso tienen una simbología que además los relaciona con su posición dentro del orden tridecadeísta. Si uno observa su símbolo puede contar el número de uniones o untersecciones entre rectas y curvas, lo que da lugar a dicho número. Hay un error en esta apreciación cuyo descubrimiento dejo a los esforzados investigadores.
I Sylviz
El muy notable dios del ciclo y por tanto del equilibrio perfecto aparece en esta representación entre telas ondeadas por un fuerte viento que se percibe también en su pelo. El viento es una de las representaciones principales de Sylviz, y muchos de sus ritos están relacionados con esta fuerza, o con el clima en general.
El símbolo de Sylviz hace referencia también al viento, al ciclo, a las cuatro estaciones, y por supuesto a su número, el uno, en el sentido mencionado.
II Airí
La diosa de la luna se nos presenta como una mujer bella, recatada y delicada, pero aún así inmensamente poderosa en una posición tranquila, segunda de sí misma. Se puede observar que se representa tanto la luna como una estrella, y que el broche que sujeta la prenda de la diosa tiene un tamaño similar. Esta triple representación señala que es diosa de la luna, de las estrellas, y que ella es en sí misma parte de esa existencia.
Su símbolo, como no podía ser de otra forma, representa la luna, y tiene exactamente dos colisiones.
III Nadruneb
En oposición a la más recatada Airí, Nadruneb se nos muestra salvajemente desnuda y violenta, con el carácter hostil de la naturaleza descontrolada que parece controlar con la simple fuerza de su carácter. Se descubre pues que la diosa de la naturaleza no necesita ocultar su cuerpo y que pese a ello no es en absoluto vulnerable, característica que comparten con cierta facilidad los dioses que se relacionan con la esfera “ira”.
En su símbolo podemos encontrar una representación de tres dólmenes de piedra. Normalmente no se dibuja explícitamente.
IV Thargron
El poderoso dios guerrero aparece en este caso con casco y derrama la sangre de su enemigo derrotado en una copa. Toda su representación está llena de símbolos bélicos: el citado casco, el oponente muerto (no de los pocos dioses con figuras ajenas en esta representación), y por supuesto el hacha.
Thargron representa un nuevo camino del progreso para los guneares, y su furia guerrera está encauzada, en este caso por la copa, donde el anterior dios Khammarr simplemente derramaría la sangre por todas partes.
Su símbolo forma un hacha, aunque también parece incluir el símbolo de un ojo: en la mitología gunear Thargron lo puede ver todo.
V Armeniam
En esta representación se observa que Armeniam es el dios más antiguo. La barba hace referencia en este caso la sabiduría y la edad. También la ominosa calva deja clara esta condición, y que no se trata de un dios joven y curioso como otros, sino que más bien está retirado a la contemplación y la sabiduría.
No obstante se muestra armado con un martillo, aunque ocupa su mano izquierda con un pesado tomo, al que se le atribuye un contenido de tipo legal o histórico, en función a la fuente consultada.
Su símbolo es una balanza, aunque hay otras versiones tridecadeistas en las que el símbolo es un martillo.
VI Drayard
El dios de la caza y de los animales resulta paradójico en su doble naturaleza, pero la conjuga de una forma muy perceptible en esta representación en la que tiene medio cuerpo de hombre y medio cuerpo de lobo. Porta una lanza como arma y como útil de caza, y no un arco, puesto que no tiene mano derecha. Esta característica nos señala que es una imagen posterior al apocalipsis, en el que sería amputada.
Su símbolo incluye siempre los cuernos de un animal.
VII Taharda
La diosa de la muerte resulta especialmente terrible en su representación. Podemos observar múltiples elementos que confirman su naturaleza compleja y terrible: las calaveras nos recuerdan su condición de recolectora de almas, y la guadaña su invencible capacidad luchadora. La ropa señala que es la diosa odiada y separada de los demás, que debe avergonzarse de su condición. Finalmente el aire que ondea su pelo es el viento de las almas que lo destruye todo en el más allá.
Su símbolo es un misterio para la totalidad de los estudiosos. La única explicación razonable a que no tenga una interpretación literal es la condición de vergüenza que Taharda tiene asociada.
Es de mencionar que por su número (el siete) esta diosa está en el justo centro del panteón, y es de alguna forma divisora entre el caos y la ley.
VIII Daarmina
La diosa de la guerra, la estrategia y la civilización se nos muestra también con una buena cantidad de elementos. Destaca el casco y la hombrera, que junto con un importante escudo recuerdan la necesidad de estar protegidos. La espada hace clara referencia a la guerra, y los soldados a la estrategia. Se observa también que la tela indica que la diosa tiene rango de oficial entre los hombres, es decir, que defiende la existencia de estados y de orden.
Su símbolo recuerda a una espada y un escudo, y fue adoptado como bandera nacional en Eridie.
IX Haradon
Aunque es conocido como dios de las mentiras, en la representación podemos verlo observando el futuro en su orbe sobrenatural. No obstante su posición inquietante nos recuerda que Haradon siempre acecha.
No hay que dejar de observar sombras y extraños apéndices en la espalda del dios que nos podrían señalar que Haradon siempre está armado, aunque pueda parecer un sujeto atractivo e inofensivo.
Su símbolo hace referencia a un pequeño brillo de luz que desprende destellos. Se trata de un símbolo moderno que hace referencia a que cuando quiere puede ocultar la luz de Soid, que supuestamente es un dios solar.
X Liana
La diosa Najshet del amor y las pasiones carnales aparece representada como una voluptuosa mujer que incita a la realización de los impulsos sexuales. Sin apenas elementos nos invita a introducirnos con ella en un lugar en el que descubrir placeres secretos, pero sin ninguna garantía de que lo que vaya a haber al otro lado sea seguro para nosotros.
Su símbolo es una espada Najshet. En la actualidad se trata de una diosa adorada principalmente por las furias.
XI Babglon
Tres elementos principales nos permiten identificar la naturaleza del único dios del mundo que no tiene su origen en una persona humana. Su naturaleza reptiliana es muy evidente, y las olas en la sección inferior explican claramente su afinidad con el medio marítimo. Finalmente en el tercio superior izquierdo podemos ver claramente una tormenta que nos recuerda que es un dios al que tener especial respeto dentro de su ámbito.
Su símbolo es claramente la cara del dios dragón.
XII Tatja
La diosa de los cultivos aparece totalmente comedida, muy al contrario de las diosas más salvajes, casi tan tapada como la misma Taharda. No obstante Tatja no se cubre la cara y nos muestra un peinado discreto pero bello, y unas facciones perfectas.
Dos elementos clásicos nos demuestran su afinidad con el acto de la agricultura: las briznas de trigo que se apartan a su paso, y la manzana que ha recolectado.
Es muy importante señalar que la diosa aparece descalza, señalando que las personas tienen que estar en contacto con la tierra.
Su símbolo, como no podía ser de otra forma, es una copa con tres briznas de trigo.
XIII ¿¿¿¿????
No se tiene conocimiento de cual es el décimo tercer dios. ¿Es el caos? ¿Es Soid? ¿Acaso podría ser el mismo gobernante Najshet? Por todas partes del mundo expertos tridecadeístas cuentan los vértices en cualquier símbolo en busca del número trece.
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