El testo del
juego de rol de Espada Negra está más caliente que nunca, y fruto de esto nos estamos encontrando con algunos aspectos interesantes que no son tanto del reglamento como del ambiente en sí. En este caso es relativo a la micro economía de los personajes.
¿Quieres una armadura como esa? Ve ahorrando...
Hay que notar que los juegos de rol han creado una cierta ficción en relación con la economía un tanto peculiar. En algunos juegos de hecho se maneja de forma abstracta, y casi parece mejor que manejarlo mal. Sobre el asunto ya hablé en su día en un artículo sobre el
patrón oro en juegos de rol.
En Dormenia hay tres unidades monetarias. Luego hay muchos tipos de monedas, pero hay tres unidades. Otras naciones tienen unidades monetarias bastante más complejas, con bases espantosas, pero Dormenia es agradablemente simple.
-La moneda de bronce, o "labranza", o incluso "labrega". Es la moneda con la que se compran los bienes y servicios más básicos.
-La moneda de plata, o "escudo". Es una moneda de un valor bastante importante con la que comprar útiles caros.
-La moneda de oro, o "corona". Es una moneda de un valor muy importante que solo se utiliza en grandes transacciones. No tiene utilidad para gastos "de a pie".
Para entender el valor de las monedas es necesario bajarse al nivel de los sueldos y del coste de las cosas. Empecemos por el primero.
La mano de obra menos especializada consigue cinco labranzas al día. Esto supone escudo y medio al mes (150 labranzas).
La mano de obra algo especializada consigue el triple de esta cantidad, unos cuatro escudos y medio.
Finalmente la mano de obra muy especializada (incluyendo militares, pero estos son un caso aparte porque se les paga por servicio) cobran casi diez escudos al mes.
Uno puede traspasarlo a la mentalidad de occidentales del año 2012 y sacar una cierta correlación. Podríamos estimar que la mano de obra menos especializada cobra unos seiscientos euros, la mano de obra más afortunada se acerca a los dos mil al mes, y el personal más especializado unos cuatro mil. Podemos dejar fuera a empresarios, altos empleados de la banca y cosas así.
En este sentido se puede sacar la relación de que cuatro labranzas de cobre son aproximadamente un euro, y por lo tanto un escudo sería unos veinticinco euros, y una corona unos dos mil quinientos euros. Pero en realidad este cálculo es erróneo porque presupone una distribución de la riqueza similar a la actual, es decir que los ricos son proporcionalmente igual de ricos, y en Dormenia este supuesto es bastante falso: los ricos son proporcionalmente más ricos, y la clase trabajadora es mucho más debil. Endurezcamos pues, el supuesto de trabajo, y establezcamos la siguiente proporción.
-1 moneda de cobre = 1 euro.
-1 escudo = 100 euros
-1 corona = 10.000 euros
-Barra de pan: 1 euro.
-Una pieza de pescado: 5 euros.
-1kg de carne: 35 euros.
Esto tiene sentido, porque de hecho la autoridad dormenia pretende que coincida el coste del pan con el de la moneda más pequeña.
Estos asuntos no suelen preocupar a los personajes, que tienen normalmente algunos ingresos más fuertes, por lo que podemos pasar a observar los precios (en dormenia, siempre) de objetos más interesantes, lo que vendría a ser una inversión para una persona actual.
-Peto de cuero: 300 euros.
-Rodela (incluye metal): 1.000 euros.
-Lanza de guerra: 500 euros.
-Hacha válida para la guerra: 2.000 euros.
-Hacha de leñador: 400 euros.
Uno puede quedarse impresionado por estos costes, pero en Dormenia el acero es algo realmente sofisticado e infrecuente. Pero ahora veamos los bienes a los que los jugadores pueden querer aspirar a medio plazo.
-Espada estilo Trilbanson: 9.000 euros.
-Espada estilo Taunori: : 20.000 euros.
-Armadura de mallas de la legión del sur: 30.000 euros.
-Un caballo de guerra básico: 50.000 euros.
-Armadura de la guardia real (la de la imagen): 80.000 euros.
Hay que entender, en este sentido, que tener una espada para un Dormenio es el equivalente a tener un coche para un occidental... o mejor dicho, como un coche en un país pobre. Algo que no todo el mundo tiene, y que cuesta mucho conseguir.
También es señalable en este sentido el coste que tiene para el ejército dormenio mantener a su ejército. Esto es especialmente interesante y explica en mucho sentido esa economía bélica en la que no convocan tropas si no es para conquistar algo que va a producir aún más.
Ahora pongámonos en el caso de un personaje que ha cosechado cierto éxito y que se plantea diversos gastos que van a permitirle ser un especialista notable en su tarea.
-Una espada de estilo Trilbanson de inmensa calidad (nivel 3): 225.000 euros.
-Unas ganzuas de una extraña aleación que garantice su ligereza (nivel 4): 50.000 euros.
-Un corcel personal nada temeroso de los peligros (nivel 3): más de un millón de euros.
Finalmente, y por exagerar, pongamos que el rey de Dormenia quiere una armadura de placas similar a las que forjan los Ollvaror para los jefes guneares (nivel 4). El coste de mercado de esto sería... ¡Unos diez millones de euros! Mil coronas de oro.
Todo esto puede resultar exagerado, pero es preciso señalar que Dormenia tiene una economía muy particular que no es la que uno entendería de forma intuitiva. Y por eso ver a alguien con una cota de mallas es tan... extraño. Y matarlo es tan goloso, claro. Pero claro, lleva una cota de mallas... no es tan fácil de matar.
También es preciso señalar que estos precios responden a los costes de mercado hipotéticos para la compra al por menor. Obviamente el estado dormenio no paga los caballos de guerra a dos coronas la unidad, ni alguien que robe la espada a un noble puede aspirar a vivir diez años de ello. Todo eso es parte de otro aspecto también de la economía de las sociedades poco comunicadas, y es que incluye que la competencia es mucho más baja y los márgenes de beneficio, por tanto, mucho más altos.
Seguiré dando la brasa con estos asuntos.
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