Hace algunos días estaba realizando el acabado de la aventura “
La condena del clan Aleirr” cuando me encontré con un escollo que me molestó un poco. En cierto momento de la aventura hay una serie de enemigos totalmente opcionales (como por otra parte casi todo en esta brutal mazmorra) que representa un estadio de poder bastante abusivo, especialmente para el rango de personajes que acometen la tarea. El caso es que este poderoso personaje, Virgudn, no tenía una ilustración, y pensé que podíamos hacer que la sección de arte trabajara un poco en esta dirección.
Eduardo “Ozakuya” nos ha referido muchas veces su afición por las criaturas, y se diría que también le atraen los guneares, así que la combinación iba a resultar explosiva. En este caso se le aportó una buena cantidad de textos de referencia, entre otros la aventura completa, y se puso a trabajar. El resultado… aquí mismo.
Yo estoy francamente contento, porque es mucho de lo que esperaba. Ya puedo verlo en la parte de atrás de la edición impresa, retando al lector a imbuirse en el increíble pesar del clan Aleirr. Me resulta atractivo que haya sido el “cierre” conceptual de la aventura y que a la vez cierrre la edición física
del manual de la misma.
También me gusta mucho que aparezca Menok, el mandoble de los dioses que porta Virgudn. En Espada Negra los objetos “mágicos” son más bien escasos, y estamos más bien acostumbrados a ver la espada de un peltasta o la lanza de un soldado dormenio. Encontrar estas muestras de arte de los mismos dioses es algo excepcional, y cuando aparecen, debe marcar una diferencia. En este caso la espada brilla con el rojo de la ira, lo cual representa perfectamente su espíritu.
Veo una continuidad con respecto a una de las espadas gemelas, la que aparecía en “La espada de Soid”, también ilustrada por Eduardo “Ozakuya”, y que incluyo a continuación.
Esta comparación me gusta mucho.
No me gustaría despedirme sin citar otro elemento que me llama la atención de Virgudn: la barba. Virgudn es un muerto viviente con conciencia, así que es muy posible que buscara anclarse a elementos que le satisfacían cuando estaba vivo, como su armadura, su espada y... su barba. Me lo puedo imaginar sentado siglo tras siglo pensando: "sigo siendo un tipo grande".
Tengo muchas ganas de que esta impresionante aventura llegue a la imprenta. Hoy por hoy es la mazmorra publicada más grande de Espada Negra. Creo que ha dejado muy atrás a “La espada de Soid”, y que marcará una época para los creadores de partidas de Espada Negra.
Entradas similares: