Hoy hemos publicado la segunda novela de Espada Negra,
Estirpe de Khammarr, y creo que es un momento especial para muchos hermanos. Sin duda lo es para mí, puesto que sobre mi persona ha recaído mucha parte de los trabajos que han concluido en la publicación. Aprovecho para señalar que incluso una edición digital como esta exige la participación de varias personas, y que particularmente el trabajo de corrección puede ser tan grande como el de escritura, y sin duda menos agradable. Todas las personas que han participado de esta forma son miembros de la hermandad y han elegido voluntariamente que su nombre no aparezca en los créditos, sino que quede bajo el paraguas de la hermandad.
Estirpe de Khammarr da un paso más hacia lo que son las novelas más internas de esta prolongada saga. Garantizo pues que los lectores se van a encontrar muchos más personajes con los que identificarse u odiar, y una buena cantidad de puntos de vista, sin duda mucho mayor que en
La Última Luz. No en vano esta historia nos hace encontrarnos con los altos mandos políticos, religiosos y militares de uno de los territorios más importantes del mundo, pero claro, se trata de entornos completamente rurales y poco desarrollados en la mayor parte de sentidos. Creo que el tamaño mesurado de todos los elementos nos permite internarnos en el conflicto y sentirlo muy definido y cercano, lejos del epicismo abstracto de las gestas fantásticas.
Creo que la saga de Espada Negra es buena para roleros, y buena para no roleros. No da nada por supuesto, y creo que trata los conflictos humanos en una aceptable medida y con un interés suficiente. Los que sí sean roleros podrán utilizar este texto para ambientarse mucho más en el mundo de Espada Negra. Particularmente mucho más que con
La última luz, que es una novela mucho más “de aventuras”.
En su relación con esa primera novela diré que
Estirpe de Khammarr no es una continuación de
La última luz, sino que trata hechos totalmente diferentes, aunque hay por ahí un detalle que… bueno, estaos atentos, que hay a quien se le pasa. En cualquier caso los que deseen saber lo que le pasa a los personajes que sobreviven al advenimiento de Taharda deberán esperar unas cuantas novelas, aunque por el camino seguramente se encuentren historias que también les despierten emociones fuertes.
Ayer me preguntaba Enrique Sabariego en la
entrevista en Rol Salvaje cuál era el tema de
Estirpe de Khammarr (por cierto, cité
este artículo), y lo cierto es que no tenía una respuesta clara. En parte es porque no me gusta decir el tema central de las novelas de Espada Negra porque… está oculto. Creo que parte de la gracia es que cada cual lo reciba y saque sus propias conclusiones. Así que le respondí que uno de los temas fuertes era la necesidad de superar las dificultades y luchar juntos como única alternativa a morir separados. Creo que este es un pensamiento que se puede aplicar a muchas organizaciones humanas formales o informales, y seguro que a los lectores se les ocurre al menos un ejemplo.
Pero otro de los temas es menos general: el choque cultural entre la tradicional mentalidad del acero gunear con los más modernos métodos de ordenamiento social. ¿A quién no le gustaría esto?
Prometo que será interesante. Si no gusta, desde Espada Negra devolvemos los cero euros que cuesta, porque está en
descarga libre.
Y seguro que montaremos algo para hacer una edición física.
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