Para quién no esté del todo al día, últimamente han estado fracasando unos pocos crowdfunding en relación con el rol, entendiéndose como fracaso que no están alcanzando su objetivo de financiación. Esto ha despertado algunas reflexiones con respecto a que va a “explotar la burbuja del rol”, principalmente en el grupo de
Fanzine Rolero,
aquí y
aquí.
Este vaticinio no es en sí ninguna novedad, aunque hace más referencia a que vamos a entrar en una fase de recesión motivada por diversos aspectos que a una burbuja especulativa. De alguna forma hacer predicciones negativas siempre es una forma de acertar: si no se cumplen, siempre puedes decir que aún está por llegar, y en cualquier caso “alguien tendrá que acertar en algún momento”.
Crowdfunding que “habrían salido adelante un año atrás”.
La cuestión trascendente podría ser si estamos en esa situación, y desde luego yo no tengo respuesta, pero sí creo que es bastante errado basarse en esos tres crowdfunding que han fallado o están en proceso de fallar para pensar que hemos entrado en esa especie de recesión.
En cualquier caso la presunción de que “habrían salido un año atrás” me parece excesivamente especulativa. A mí me parece tremendamente sorprendente pensar que un creador pueda pedir el 100% del coste de la actividad a financiar sin enseñar a los financistas el material concreto y exacto (porque de hecho puede no estar ni creado) sin aportar ninguna garantía social más que la propia palabra.
Y quizá un proyecto pueda saltarse alguna de estas normas. Quizá se pueda pedir el 100% del coste (aunque a mí me parezca aberrante), o no enseñar el material (aunque a mí me parece una locura), o no tenerlo debidamente concluido (aunque a mí me parezca una idea pésima) o no ofrecer ninguna garantía social (aunque a mí me parezca tremendamente peligroso), pero lo que parece brutalmente difícil es que un proyecto pueda saltarse todo esto. Y de lo que estoy casi seguro es de que lo que no va a poder es tener un crowdfunding si no hay una cantidad personas ya interesadas.
Para eso no vale con hacer un gran juego, contratar seis buenas ilustraciones y preparar un vídeo chulo. La peña no pone su dinero porque alguien se haya dejado 600 euros en que haya cosas presentables, y tiene motivos para no hacerlo. Y con esto no quiero decir que el mundo de los crowdfunding sea justo, solo que no hay que ser ingenuo. Cualquier crowdfunding de rol del pasado ha tenido una base de personas interesadas. Desde “Puerta de Ishtar”, por decir el primero, hasta CdBE, por decir el último.
Por cierto, ¿este último no ha conseguido un éxito muy decente hace poco tiempo?
Pero esto no significa en absoluto que el modelo no esté en crisis (o como se le quiera llamar). Quizá sí lo esté.
La ilusión por el rol.
Para ponernos a juzgar si las cosas van bien o van mal hay que ponerse unas gafas de mirar desde muy lejos, y no solo lejos en el tiempo como algunos sí han hecho, sino lejos en el espacio. Hay que juzgar los datos de uso y juego al completo, y los datos de ventas al completo. El problema es que en los juegos de rol no hay investigaciones sociológicas de las que fiarse, así que las herramientas en las que nos basamos son cosas como las jornadas, los resultados de tal editorial o tal autor, o lo que vemos en la red social de turno.
En este sentido lo que podemos observar está un pelín limitado. Es evidente que lo que conocemos es un grupo de un total más grande, y en esto creo que sí hay una prueba:
Vampiro 20 aniversario.
Creo que la cantidad de personas que participaron en esa preventa (más de mil seiscientas) deja muy claro que el rol es algo más grande que lo que conocemos en las redes sociales, y que de hecho si los proyectos de rol que sacamos por crowdfunding no hubieran existido en absoluto, el “rol”, entendiéndose como tal la gente que compra rol, no habría cambiado de una forma bárbara.
Pero volviendo de nuevo al pequeño mundo de los creadores que pasamos por estas herramientas de financiación, ¿podemos encontrarnos con una recesión que nos fastidie?
El cambio en la ilusión.
Al referirnos al conjunto de personas que estamos compartiendo contenidos de rol en internet podemos ser algo más concretos. Me estoy refiriendo al mogollón de blogs más o menos conocidos, a los grupos de facebook, a los pocos miles de usuarios juntos por google plus, a las editoriales que por ahí se prodigan, a los organizadores de jornadas, y a los autores. De esto sí que podemos hablar, porque está ahí.
Aún así es difícil afirmar nada de todo ello. Pero yo me voy a atrever a hacerlo, teniendo en cuenta que lo que digo está muy sujeto a mi propio sesgo cognitivo, solo con afán de aportar mi reflexión sin mayores pretensiones.
Cuando yo me uní a la roloesfera (sí, ahora la he llamado diferente) hace tres años había una serie de proyectos muy activos que despertaban mucho la ilusión de las personas. Los blogs cooperaban en iniciativas comunes, había un par de canales muy activos, y en general había un movimiento general por foros y demás.
Creo que esto ha cambiado un poco. Tampoco quiero decir que ahora sea lo contrario, sino que hay algo diferente. Quizá sea muy pretencioso al decir que creo que hubo un resurgir, no del interés, sino de la ilusión, después de una época de experimentación en otros campos, pero no me estoy refiriendo al interés general, sino al de las personas que comparten por internet, que no somos representativos más que de nosotros mismos.
Creo que esta ilusión ha menguado. Hace un año hablabas de hacer un monarca del rol, y había ganas, risas, y chistes navideños. Ahora lo dices y parece que la peña esté demasiado asqueada como para ponerse con estas cosas. Quizá me equivoque, y lo deseo, pero creo que el sentimiento de comunidad se pierde. No lo digo por un sentimiento personal (por aquí todo muy bien, gracias), sino por la sensación de pérdida de fuerza. Prácticamente se diría que ya este año no vaya a haber premios poliedro, SPQrol va a cerrar, otros proyectos no terminan de arrancar con fuerza… y no me estoy refiriendo al hecho económico, sino al hecho anímico. ¿Soy yo o hay muchas menos partidas emitidas? ¿Habrá este año unas netcon, o mejor pasamos?
¿Qué coño nos pasa?
Bueno, quizá solo me pase a mí, pero tengo la sensación de que desde hace tiempo los ánimos están diferentes. Y esto tiene peso en muchos aspectos, y entre otros ese a tratar de los crowdfunding, porque quizá una comunidad desganada no se meta en cosas así, y en este tipo de proyectos el impulso inicial es bastante trascendente. Pero la verdad, me parece a mí que esa carencia de impulso se nota mucho más en otros aspectos, en los proyectos que ya no existen, en los que se están parando, y en los que van a arrancar. Parece que nadie quiera decir ya con orgullo “formo parte de una comunidad que mola cantidad”.
Creo que parte del problema es que muchos elementos de esta ecuación han tirado demasiado de la cuerda en su propia dirección. Si bien hace un tiempo todos tratamos de remar en la misma dirección, se diría que esa dirección demostró estar orientada más por la conveniencia que por el deseo de prosperidad común. Esto ha conducido a que finalmente los grupos estén un tanto más separados.
O quizá al contrario, en realidad no ha cambiado demasiado más que como lo vemos. Quizá nos hemos hecho conscientes de que la característica común que nos une no implica en realidad demasiados parecidos, y no sabemos soportar nuestras diferencias. Como una pareja que supera el amor inicial, nos vamos preguntando si la persona con la compartimos cama es aquella con la que queremos pasar el resto de nuestra vida.
A mí me apena pensar que las netcon hayan podido representar un momento máximo de cooperación común en la que todos estábamos flipando con lo que se podía hacer. Ese momento en el que parecía que “Desayuno con Dados” daba un paso en una dirección de programas especialistas que otros pudieran seguir con otros programas muy diferentes, y llenar el panorama hacia crear una televisión del rol, una prensa del rol, e ilusionarnos a todos para atraer a la gente hacia nuestro amor común, tanto a los roleros veteranos como a los nuevos, que quedaran impresionados con lo que éramos capaces de organizar.
Quizá, como decía antes, ha llegado un momento en el que nos hayamos hecho un poco mayores y simplemente hayamos perdido un poco de inocencia y seamos simplemente conscientes de algo que ha estado siempre ah, y es simplemente que las personas somos distintas. Pero hay algo triste en esto: o no sabemos convivir con nuestras diferencias, o es que no remábamos en común, sino que siempre hemos sido convenidos. Entonces, la verdad, creo que sí que hay una forma de crisis que nos va a hacer daño como colectivo.
Pero pese a la pena que pueda provocar no crear esa infraestructura de promoción de rol que tanto ilusionaba a muchos, la realidad es que lo que importa es que se juegue. Importaba entonces, e importa ahora. Si lo que está alrededor de esto se hace por amor a un propósito común, genial, pero si lo que ocurre es que algunos elementos aprovechan la ilusión para promover su vanidad, ciertamente creo que es mejor que simplemente juguemos.
Entonces, ¿recesión o no recesión?
Teniendo en cuenta que solo estoy hablando de un subconjunto con características muy concretas y solo representativo de sí mismo… pues no sé. Quizá simplemente sean ciclos de actividad implícitos en la actividad humana, y el factor humano esté en las mismas condiciones que hace un año.
Yo desde luego no voy a cambiar la forma en la que actúo. Seguiré participando en proyectos que ayuden a toda la comunidad a despecho de mi interés particular, y quedarán ahí para quien quiera utilizarlas hoy, o dentro de un año, o dentro de quince. No importa.
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