Ya puedo oír rodar los dados...
Ayer escribí un artículo en el que atacaba a un notable miembro de la comunidad que dio lugar a mucho comentario y discusión que como es habitual en estos casos derivó en varias cosas, entre ellas críticas a mi persona que señalaban cosas muy diversas, como que este no es el espacio adecuado para decir cosas personales, que no tenía autoridad para decirlo, y cosas así. Aunque mi intención inicial es hablar de un solo tipo de estos comentarios (el que decía que he abierto una brecha en la comunidad) voy a tocar unos pocos palos más.
El primero de ellos es que no tengo ninguna intención de ponerme a dar la murga con este asunto hasta que se vuelva el tema principal de este blog, porque como se ha dicho muchas veces, hay cosas mucho mejores de las que hablar. Yo he manifestado mi opinión que no podía seguir callando, y con esto he roto un silencio sobre un asunto que creo que era importante tocar, y no tengo una necesidad imperiosa de seguir haciéndolo.
Es cierto que he atacado a una figura grande e importante dentro del colectivo, pero por lo que a mí respecta yo no creo que Jesús Magaña sea por ello peor persona o que no tenga principios. Creo que ha elegido un camino malo y perjudicial, sin duda mucho más perjudicial que mi crítica.
Ese es otro aspecto que me parece muy curioso, y es que se me dijera por muchas fuentes que se había generado una sensación de tristeza debido a que yo lo había magnificado todo con una lupa emotiva enorme. No, señores, esto no es así. Precisamente siempre he defendido que no iba a pasar gran cosa, y aún lo sostengo. Por el momento no se ha roto guguel pus, ni creo que nadie vaya a dejar de hablar con nadie. Si eso los que se pasan de dramáticos en mi opinión son los que dicen que ha ocurrido una brecha.
En cualquier caso la brecha ya estaba, y si eso ahora es perceptible por todos. Porque ese me parece un pequeño problema, y es que parece que haya quien opine si no se habla de los problemas es que están bien, pero si se hace una crítica es que uno es una especie de defecto surgido de los infiernos para destruir cosas.
Otra de esas apreciaciones interesantes que ya he citado es que yo no tenía derecho a usar este medio. Este es un espacio en el que he hablado incluso de mi relación con mi pareja, ¿y no tengo derecho a hablar de mis diferencias con una persona pública? Este es un blog de un hermano, y cada uno tiene uno, y aquí colgamos lo que nos parece en cumplimiento de la ley. Luego aparte esta web hospeda un juego de rol y un juego de mesa, y en el futuro más cosas, pero siempre tendrá un espacio de opinión, y si no lo tiene creo que nos habremos convertido en algo que no queremos ser.
En algunas de estas críticas parecía haber un fondo subyacente de que yo no tenía derecho a atacar a Jesús. En este sentido yo no creo haber criticado a una persona, sino a una forma de hacer las cosas. Además, yo no he destruido nada porque yo no tengo ese poder, soy un humilde escritor que publica novelas y que participa en la creación de un juego de rol que no tiene ninguna posición dominante de tipo alguno.
Si tengo algún peso, es el peso de mi palabra. Y si eso me ha dado credibilidad con el paso del tiempo (cada cual sabrá) lo que sería incoherente sería callarme.
Mi conclusión personal de todo esto es muy simple: viva la crítica. La que yo haga a quien sea, la que otros me hagan a mí, y la que otros hagan a otros. Mediante ellas podemos observar nuestras propias ideas, darles vueltas en una dirección y a otra, refinarlas, pulirlas y mejorarlas hasta que son mucho mejores para nosotros mismos y para la comunidad. Muchas gracias a los que me han criticado, he aprendido mucho.
Me parecería ridículo que una comunidad con una unión tan fuerte se viniera abajo porque yo haya dicho “no se quién” de “no se cuál”. Y si se viene abajo porque no puede tolerar una crítica, pues abajo debe estar, porque no es sano que no haya crítica y que sus miembros tengan miedo socialmente a decir algo de alguien porque tenga mucho seguidores. Ya se ha visto, se puede criticar a Jesús Magaña “Rolero” y no pasa nada. Se puede criticar a Verion y no pasa nada de nada (Verion lo agradece).
Muchos piensan que esta es una comunidad pequeña y llena de fallos. Yo pienso que no, creo que es una gran comunidad, sin duda la más grande en la que he estado, y no es porque tenga muchos miembros, sino porque hay un gran lazo que la une, y ese lazo es el rol. Todos tenemos diferencias, nos va un estilo u otro, nos cae bien uno u otro, pero estamos unidos por un deseo común de jugar y de elevar nuestra afición por encima del nivel actual. Y con esa voluntad hemos llevado a cabo grandes programas en directo y en diferido, blogs, páginas de prensa, manuales, y sobre todo partidas, casi todos no sustentados por el intercambio económico, sino por el deseo de entrar en increíbles mundos de ficción con la imaginación que nos caracteriza (siempre con el gusanillo de no saber qué nos vamos a encontrar y cómo nos vamos a enfrentar a ello), y de compartir nuestros pensamientos y creaciones con otros jugadores.
Yo sé que nuestra voluntad para seguir haciéndolo es mucho mayor que cualquier cosa que yo pueda decir en este blog, y que el día de hoy ya estamos todos en nuestras partidas, creaciones y publicaciones, las que nos dan el aire y la vida. Y yo estoy orgulloso y contento de formar parte de esta comunidad, pequeña o grande, pero sin duda resistente, a la que creo haber aportado y no restado con mi crítica, pues puse voz a una idea que hacía falta decir porque había un pacto del silencio alrededor, un pacto que yo creo que no ayudaba a nadie.
Ayer por la noche estaban ya los jugadores en sus partidas por hangout nocturno, y hoy por la tarde ya estarán en partidas físicas. Habrá emisiones de nuevo, y este fin de semana son las LES. Si cierro los ojos y me concentro ya puedo oír rodar los dados.
Aquí no ha pasado nada.
Entradas similares: