Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Reseña personal: Path of Exile
19-5-2021 16:51
Por Verion
Yo no puedo jugar a Path of Exile (ni a ningún juego del género) sin retrotraerme al periodo de mi vida en el instituto en el que descubrí el “Diablo”. Para entendernos, yo por aquel entonces podía jugar a un videojuego de rol como los “Eye of the Beholder” o “Rogue”, o podía jugar a un juego de acción como “Streets of rage” (ya reseñado en esta página), pero desde luego no conocía una combinación de ellos. Diablo no solo hizo esto de una manera elegante (o elegante para la época), sino que además logró crear un entorno ambiental que te sumía de lleno en una aventura oscura e inmersiva.

No voy a decir que Diablo fuera mi primer vicio fuerte con un videojuego (que probablemente fuera XCOM de 1996), pero desde luego me dio muy muy fuerte. Si podía rapiñar tiempo de estudiar (como si yo estudiara...), lo rapiñaba, y si había diez minutos por la mañana, metía un par de hostiones. Disfruté muchísimo de este juego, hasta el punto de que me apuntaba a torneos online, probaba mods, y me lo pasaba pipa.

La salida de Diablo II fue algo muy esperado por todos los que estábamos jugando, ¡y madre mía qué vicio que nos dimos! Este que escribe fue durante los tres primeros meses el único español en el “Ladder”. Me pareció algo divertidísimo, pero en verdad no estuve tantísimo tiempo como en el uno.

Desde entonces he jugado a cantidad de juegos que entran dentro del género, y he podido disfrutar más o menos, y encontrar mecánicas atractivas o ambientes interesantes. Aunque en verdad tengo que decir que nunca he disfrutado tanto como en el “Diablo I”, hasta quizá el “Path of Exile”, que es considerado por muchos como el heredero espiritual de dicha saga, especialmente después de que “Diablo III” (más tarde) fuera una especie de engendro más parecido al WoW que a lo esperable del mundo de santuario.

No está mal, ¿eh? Más de trescientas palabras y todavía no he dicho casi nada del juego a reseñar.

Aportaré (en este punto) que yo descubrí y jugué “Path of Exile” cuando no era más que una fracción de lo que es hoy, con tan solo dos actos y nada de endgame, y ya entonces se sentía algo muy poderoso e interesante. Desde entonces este juego no ha dejado de ir para arriba, por lo menos en el sentido de que se actualiza y se le añade contenido.

¿Y qué es lo destacable de PoE? Es decir, si simplemente fuera un clon de diablo con mejor o peor calidad, no sería en sí algo especialmente mencionable. PoE toma elementos preexistentes y lo combina con otros de su cosecha propia para dar lugar a una estructura de juego muy propia e innovadora. En este sentido es muy difícil hablar de mecánicas concretas porque el juego recibe muchísimas actualizaciones que hacen que cualquier mención específica se quedaría rápidamente obsoleta, y de hecho ya lo estaría porque igual llevo dos años sin jugar. Por lo tanto, voy a tocar elementos particulares de naturaleza más o menos atemporal.

La primera de ellas es indudablemente el desarrollo de personajes. Cualquiera que vea el árbol de habilidades puede sentirse súbitamente intimidado por su inmenso tamaño, y eso sin entrar en el enorme compendio de habilidades y modificadores que curiosamente van engarzados en los objetos del inventario. En la mayor parte de juegos (del ramo) se tiende a que te puedas pasar todo simplemente con grindear experiencia y objetos, pero el Path of Exile si no planificas bien el personaje te sale un ser bastante poco poderoso, que por otra parte todos los jugadores seguramente tengan que vivir porque de alguna forma hay que aprender.

Vamos, que si no tienes intención de pensarte el personaje, probablemente no puedas hacer todo el contenido endgame, pero ya digo que incluso en ese caso el juego puede ser muy divertido.

En este sentido es muy interesante el uso (algo decreciente, eso sí) que se hace del mecanismo de excepción. Es decir, mecánicas que se saltan en gran medida el funcionamiento lógico y esperable del entorno. Esto permite combinaciones realmente retorcidas que son parte del encanto.

No obstante sí tengo que decir que esta transgresión matemática tiene un precio, y es un constante cambio: lo que en una temporada es un personaje hiper potente, a la siguiente es un personaje completamente normal o incluso irrelevante. Cuando esto ocurre te dejan reasignar todos los puntos de personaje, pero se te queda un poco “cara de tonto”. Yo de hecho no me he recuperado de un cambio que ya tendrá diez años

En verdad PoE no se “debe” jugar como un juego estático, sino que la experiencia puede estar ligada al juego de temporadas (si quieres). Según esta estructura, cada cierto tiempo se crea una nueva entidad en la que los personajes empiezan de cero (y los antiguos se pasan a la liga general). Las temporadas son lo bastante largas como para asumir todo el tiempo que quieras echar a tu personaje, así que en ningún momento sientes que el cambio sea un fastidio.

Diría que uno de los aspectos más interesantes de PoE es su economía, que no está asociada al uso de una moneda simplificadora como es habitual en el género, sino que se basa en el trueque normalmente apoyado en los consumibles que se pueden usar para modificar los objetos de forma aleatoria. Esto lleva a una construcción social de un tipo de cambio entre estos consumibles que está implicado por el coste de fusión entre ellos (cuando lo hay) y la utilidad real de dicho consumible.

En este sentido el mercado entre jugadores es una parte fundamental si queremos que nuestro personaje alcance la situación que pretendíamos de él, pues muchos de los objetos son muy arduos de conseguir de forma natural, mientras que los que no nos hacen falta se nos acumulan hasta llenar el típico “stash”. Me resulta particularmente interesante que este mercado no esté basado en las mecánicas del propio juego, sino en aplicaciones web de terceros por los que se organizan los encuentros de venta. Supongo que de alguna forma todos tenemos en mente el éxito y fracaso de la casa de subastas del diablo III·

No podría dejar de mencionar que algo que siempre me ha llamado la atención es que cualquiera puede jugar a PoE gratis, y las ventajas obtenidas por pagar dinero no son en poder de personaje, sino en servicios de cuenta (cantidad de personajes, tamaño y clasificación del “stash”), o en mejoras cosméticas puramente visuales. Me parece excepcional que estos creadores independientes hayan conseguido un ecosistema totalmente propio que funciona mediante estos micropagos éticos.

También debo mencionar que el contenido en término de áreas, enemigos y jefes es muy grande. En este sentido PoE no bebe del clásico sistema de reutilización del contenido con múltiples dificultades, sino que desde cierta versión recorremos muchas pantallas bastante distintas con sus historias independientes nunca repetidas.

He alcanzado niveles de vicio absolutamente poco razonables con este juego, y lo que es peor, me ha ocurrido varias veces a lo largo de mi vida, así que creo que es preceptivo recomendarlo a todo el que disfrute del género. No obstante yo le veo algunos defectos que quiero señalar.

Ya lo he mencionado, pero es muy fastidioso cuando “recortan” un combo y lo hacen por la vía de la amputación radical. Entiendo que los videojuegos tienen que tener cierto equilibro (lo entiendo, y lo practico), pero me gustaría que opciones que son divertidas y muy creativas siguieran existiendo en lugar de mandarlas directamente a la basura.

No es que en el caso del PoE esto sea muy doloroso, porque siempre podemos “reciclar” el personaje. En este caso lo que me fastidia es que algo que era muy creativo y quizá algo loco quede totalmente domesticado para finalmente estar completamente en la tónica general.

El segundo fallo que le puedo señalar a este juego quizá sea una deriva general del género, y es que la acción consiste en último lugar en “hacer daño más rápidamente de lo que tú sufres daño”. Todo es endiabladamente veloz (cosa que no era al principio), y tenemos que hacer cantidades bárbaras de daño a una cantidad exagerada de enemigos, de forma continuada. Es un poco excesivo para mí.

En este sentido (no en el resto, ojo) todos los personajes son un poco iguales. En este tipo de juegos siempre me ha gustado pensar que los magos tienen un gran potencial de matar a muchos enemigos (con sus bolas de fuego y demás) mientras que los guerreros más bien aguantan mucho y luchan en uno contra uno… en PoE tienes que encontrar la forma en la que tu personaje lo haga todo. Quizá esto esté bien, pero no es mi estilo favorito.

Y como tercera queja tengo que señalar a la historia y en general al ambiente. Lo que originalmente era un entorno que me encantaba (una isla de condenados con armamento mierdoso y pesadillas agresivas a cada paso) en la actualidad se ha convertido en una lucha épica con dioses, demonios y seres de otras galaxias. Desde mi punto de vista es una pena, y me llevó a que el ejercicio de eliminar a todos mis enemigos fuera más parecido a un deporte que una historia.

Supongo que esta visión de lo que son “fallos” es un tanto personal, y en cualquier caso no me impide disfrutar de un gran juego. De hecho, en mi opinión, hoy por hoy, el mejor del género. Y goza de gran vida, su inmensa comunidad lo atestigua, y el hecho de que ya está planeado el Poe2, que en realidad es el mismo juego pero con un nuevo mundo, y una gran cantidad de mejoras.

Intentaré estar ahí para conocerlo.


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