Bastantes de los que pasan por aquí sabrán que la madre de este que escribe padeció un cáncer de mama del cuál recibió cirugía hará unas pocas semanas. Todavía no había empezado la quimioterapia porque estaba pendiente de un resultado de una prueba independiente de colon que esta misma mañana ha arrojado un mal resultado: otros dos cánceres diferentes que también tendrán su cirugía y sus tratamientos.
Como hijo suyo que soy estoy intentando ayudarla en todo lo que puedo, y eso incluye mucho tiempo que desde luego no puedo dedicar a otras cosas, y desde luego creo que eso ha afectado a todo lo que es relativo a Espada Negra en los últimos meses. Siento mucho las promesas incumplidas y los envíos retrasados, pero la verdad es que estos asuntos de enfermedad apenas dejan lugar a elegir nada.
Tres cánceres me parecen tan raros que ni siquiera tengo claro si ese plural es correcto. Ahora que ya he vivido ese momento en el que el médico se acerca con cara de circunstancias y da la mala noticia puedo decir que se siente mucha impotencia, porque todo lo que puedes hacer es confiar en el sistema de salud (que de eso no puede quejarse mi madre) y seguir adelante.
La verdad es que hasta a los médicos les parece raro y empiezan a hablar de hacer estudios genéticos. Téngase en cuenta que mi hermana tuvo también un cáncer en su adolescencia… y quizá se pueda concluir que no salimos muy bien parados en eso del reparto de genes. Es eso, o mala suerte, o que vivimos sobre un cementerio de uranio. En teoría me afecta directamente a mí, pero la verdad es que no tengo pensado durar tanto tiempo, así que probablemente nunca sea parte del puzzle.
A fin de cuentas esto es algo que le toca a casi todas las familias. No en vano hemos elevado tanto la esperanza de vida que al que no le toca un cáncer le toca la demencia senil… aunque de eso también vamos bien servidos con
el antecedente de mi abuela.
Resulta prácticamente inevitable
pensar en la muerte en momentos así. En sí tampoco es un pensamiento novedoso para mí, sino que más bien es recurrente. Al contrario que yo, mi madre es una persona razonable que preferiría dejar este mundo con una sedación sin dolor en absoluto. Yo no, yo preferiría con mucho morir luchando, y no contra una enfermedad contra la que apenas se puede hacer nada, sino contra alguno de los canallas que pueblan la existencia, que esos sí que son vulnerables (al menos un poco).
Y supongo que eso es lo que quiero decir. Que igual no estoy demasiado por aquí, pero que intentaré volver más. Aunque nunca se sabe, puesto que igual me diagnostican un cáncer de testículos, o dos de cerebro (tengo mucho de eso), o me muero en un accidente de tráfico, o peleando contra algún hijodeputa que me cruce. La parte buena es que yo soy solo una parte del espíritu de la hermandad de la Espada Negra, que seguirá mucho tiempo después de que una de esas desgracias me acontezca.
Quizá alguien quiera preguntarme cómo estoy. Estoy bien, a fin de cuentas no soy yo quien padece una enfermedad grave. Eso sí, si veis que me rapo la cabeza no es que esté yo enfermo, sino un gesto de solidaridad con el tratamiento de mi madre.
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