Llevo unos pocos días redactando artículos cortos sobre medios que este que escribe ha necesitado casi como un mantra durante una buena parte de su vida. Supongo que los dos anteriores resultaban más intuitivos que este “acepta la humillación” que directamente parece algo negativo, pero es que en mi opinión… la humillación siempre llega. Aunque sea transitoria, aunque sea puntual, habrá momentos en los que estará ahí, y por lo que he podido ver en otras personas, no es algo particular sino más bien extendido. Y más vale saber lidiar con ella, porque si no cometeremos grandes errores precisamente en los momentos de debilidad.
Voy a poner un ejemplo no relacionado por una vez no relacionado con internet. Cuando un ciudadano de este país es detenido (sea culpable o no) pasa un tiempo variable en el calabozo antes de ser puesto a disposición del juez. En este lugar remoto es desprovisto hasta de su cinturón y sus cordones, y se le proveé de la peor comida imaginable, de un colchón apestoso y una manta similar en un espacio muy reducido. El calabozo no es la cárcel, es un entorno completamente concebido para que el sujeto se sienta completamente vulnerable y, desprovisto de la sensación de seguridad de su estilo de vida previo, se desmorone o al menos cometa un importante error.
Este es un caso en el que esta sensación de desprotección se fomenta, pero no es el único en el que se produce. Por ejemplo, si sufrimos una agresión física en un entorno en el que normalmente nos sentimos seguros, tendremos una muy potente sensación de humillación porque nos estaremos alejando de esa burbuja de protección en la que tenemos esa ilusión de control.
Voy más lejos, incluso en el caso de que no seamos víctimas de la opresión estatal o de agresiones de terceros, nuestro propio cuerpo puedes someternos a indignidades bastante desagradables como no ser capaces de controlar los esfínteres, y en realidad muchas cosas peores que tampoco voy a mencionar por no ser excesivamente escatológico. De hecho al que viva lo suficiente probablemente le llegue algo así.
Así que en mi opinión todo el mundo tiende que lidiar con la humillación, ya sea en la calle, en su familia, en su trabajo, en la partida de rol o en las redes sociales. Y para mí ha sido necesario saber aceptarla como un ingrediente más de la vida para poder seguir adelante.
Yo creo que hay elementos importantes para no perder cierto control con todo esto, y son los que nos permitan anclarnos a nuestra personalidad. Para mí los principios son lo más razonable, aunque también tengo mi propio mantra que está apareciendo en los títulos de estos artículos. También es el motivo por el que se me ve casi siempre con más o menos la misma ropa cómoda, práctica y útil. En general creo que dentro de este paradigma me ha sido siempre muy importante no definirme por elementos accesorios como las posesiones físicas o el éxito social, si bien muchos sabrán que yo tengo mi propio amuleto.
Otro ingrediente que me ha funcionado ha sido escribir públicamente incluso sobre los asuntos que me avergüenzan, cosa que he hecho mucho en el pasado. De esta forma ya he realizado de forma controlada el acto de ponerlas en público, de manera que si alguien usara estas cosas contra mí no podría conseguir en verdad vulnerarme más de lo que yo mismo he hecho.
Y creo que con esto he tocado más o menos este asunto de “Aceptar la humillación”, y me acerco al quizá más importante de todos, "Abrazar la muerte".
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