Me llamaréis cobarde cuando esté muerto...
Últimamente no ando pensando demasiado en mi suicidio, pero eventos recientes me despiertan ciertas reflexiones implícitas que quiero contestar. Esto se sigue del acto de un viejo conocido mío que realiza manifestaciones en redes sociales en relación con una muerte reciente, y no me refiero a la de un banquero precisamente.
El caso es que el sujeto, como otras personas que conozco, consideran que el suicidio es un acto cobarde, tomar el camino fácil. Este juicio a mí me parece una evidencia de una horrible falta de empatía que en ciertos casos mete un pie en el pantano de las negligencias sociales. Así que allá va mi
opinión.
Me siento absolutamente incapaz de juzgar las circunstancias que llevan a una persona a suicidarse. Creo que incluso aunque no fuera una persona que hubiera recorrido una buena parte del camino a acabar con su vida, podría entender que este acto tan complejo no es el mismo para todas las personas, y que como es tan complicado, no se puede reducir a una cuestión de valentía o cobardía.
Creo que esto es bastante fácil de entender, pero voy a traer a colación una argumentación, quizá una parte de esto.
Suicidarse no es algo que haga uno una mañana que se levanta y diga “esta mañana me siento mal, voy a ver si me suicido”. Aunque sea una sorpresa para algunos, eso de morirse suele doler de cojones, e incluso aunque uno cuente con medios que le eviten el horror de ahogarse o desangrarse, todas las alertas de tu mente, todo tu cuerpo te dice a gritos que no lo hagas, y la tensión es realmente fuerte. Tenemos una programación fuerte en este sentido.
En verdad, normalmente uno no se suicida un día que está hecho una mierda y sin fuerzas. Hace falta cierta claridad mental, cierta comprensión y determinación que se suele conseguir precisamente tras unos cuantos días en los que el uno no está demasiado alterado.
Y ojo, esto refiriéndome simplemente a esa visión tradicional del depresivo suicida, que no tiene por que ser el caso de nadie en específico. Pensar que todos los suicidas son depresivos es de una estrechez de miras similar a pensar que todos los roleros tienen muchos granos.
Por este tipo de cosas me pregunto qué hace que una persona (muchas, en verdad) tenga la necesidad imperiosa de escribir un texto de 140 caracteres en una red social a manifestar que tal persona eligió el camino fácil. Mi primer pensamiento viene porque esta persona hace algún tipo de proyección en la que justifica su posición (seguir vivo) asociada a la valentía porque así es él el fenomenal superviviente. ¡Aleluya!
Quizá esto pueda parecer un prejuicio por mi parte, pero es que la alternativa no es muy alentadora. Quiero decir que si se piensa que estas personas suicidas estaban deprimidas (y es evidente que lo piensan), ¿no es cierto que aquellos “influencer” que manifiesten su opinión (la de que los suicidas son cobardes) están reduciendo la autoestima de aquellos potenciales suicidas que lean su manifestación? Por lo tanto, o los mencionados sujetos son unos miserables malnacidos, o unos ignorantes, o unos miserables malnacidos ignorantes.
Personalmente yo creo que algún día acabaré con mi vida. Quizá sea cuando se me retire aquello que amo, o cuando se me diagnostique una enfermedad con algún largo recorrido por el que no tenga ganas de pasar. Así que si alguno de los enemigos míos no me mata, seguramente acabe recorriendo ese camino. Siguiendo esta lógica, reto a cualquiera de los valientes que opinen que suicidarse es de cobardes a que vengan y me lo digan, pero no en un comentario de listillo opinador insensible de redes sociales, sino en persona, a menos de cincuenta centímetros, y que no se esperen a que esté muerto.
A ver esa valentía.
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