Reseña de las jornadas AJEIA en Amposta

27-6-2017 17:50

Por Verion

Ocurrió que el fin de semana pasado dos miembros de la hermandad (Celica y este que escribe) nos desplazamos a las jornadas AJEIA en Amposta, donde tuvimos la ocasión de disfrutar, como suele ser habitual en este tipo de eventos, de una buena oferta de actividades, incluyendo rol de mesa y en vivo, juegos de mesa, conferencias, presentaciones, torneos…


En este caso no podemos decir que fueran unas de las jornadas más grandes del país, pero lo que no tenían en cantidad lo compensaban con creces por su excelente disposición y un trato siempre exquisito del que fuimos partícipes. Yo creo que lo mejor que uno puede conseguir en jornadas es nuevos amigos con los que compartir experiencias, en y este caso yo diría que las jornadas de AJEIA han sido unas de las más ricas para mí en los últimos años.

En lo relativo a la experiencia concreta punto por punto, llegamos bien pasado el mediodía tras perdernos un par de veces, y preparamos el “stand” que ya viste curioso en estos eventos. Obviamente ya no pudimos apuntarnos a actividades, y simplemente estuvimos hablando, y pasamos a comer en compañía de muchos de los asistentes.
Por la tarde organizamos una presentación de Espada Negra. Cabe decir que si bien algunos ya sabían de nosotros, otros tantos apenas habían oído hablar, así que estuvieron mucho más interesados en la propia obra que en las cuestiones de licencias libres o de modelos alternativos de financiación. Como consecuencia de ello muchos jugadores se hicieron con nuestro material, y espero que en el futuro próximo lo lleven a las mesas de juego y compartan sus experiencias.


Ya muy cansados nos apuntamos a una suerte de “Friki-trivial” cuyo nombre exacto no recuerdo. Los organizadores del mismo rebosaban iniciativa e ilusión, así que todos nos vimos contagiados de este espíritu y luchamos por hacernos con la fama y los premios de este concurso, en este caso un par de revistas “Crítico”. Este que aquí escribe contestó alguna que otra bien.

Pudimos descansar muy adecuadamente gracias a la colaboración de los organizadores que, como ya he dicho, cooperaron de todas las formas posibles e imaginables, y que sin duda han hecho un esfuerzo porque a su evento local acudiéramos creadores que de otra forma no habríamos podido conocer el club y la región.

Durante la mañana del día siguiente jugamos a algunos juegos de mesa antes de la conferencia de ese día, que versó sobre técnicas para jugadores. En este caso yo no estaba demasiado de acuerdo con la forma de vivir el rol, pero sin duda supuso una experiencia para los asistentes que plantearon bastantes cuestiones. A cada uno le compete encontrar, como siempre, las soluciones a los problemas que acontezcan en su mesa de juego.

Ya por la tarde aprovechamos para jugar a otros juegos. Celica probó un juego de caza de Pikachu y “Zombicide”, mientras que yo… bueno, yo me apunté a un ¡torneo de iniciación de magic! Sí, amigos, yo conocía las reglas porque jugué entre el año 1992 y 1996, así que cogí uno de esos mazos sellados… y llegué hasta la final. Por desgracia no pude imponerme a la experiencia del otro finalista. La verdad es que me resultó bastante divertido, y sin duda me quité el gusanillo.


Después recogimos, participamos en el sorteo en el que Celica fue afortunada (yo no, como siempre), y afrontamos el duro viaje de vuelta, no tanto por los kilómetros a recorrer, sino por saber que cada uno de ellos nos separaba de nuestros nuevos amigos de Amposta.

En definitiva, unas jornadas familiares en un entorno relajado a las que espero volver el año que viene.



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