Pues sí, más de media docena de hermanos de la Espada Negra estuvimos en las jornadas “Omicron 2017”, en lo que resultó una experiencia muy positiva como prácticamente siempre que viajamos a Euskadi. En este caso no me voy a hacer una reseña en sí de las jornadas, sino a hablar de lo que me da la gana. La reseña en sí la resumo en pocas líneas: todo muy bien, volveré el año que viene.
Así que… unas cosas que había en Zalla.
Pintxos
He ido a Euskadi ya unas cuantas veces, pero como siempre que voy de jornadas, lo normal es que no tenga tiempo de hacer turismo, sino que vaya de jornadas al sitio de dormir y al revés. En este caso por fin pude disfrutar de algo de buena gastronomía a un precio aceptable, en forma de unos cuantos pintxos muy ricos. Aún tengo el recuerdo del sabor en mi boca.
Partidas de Espada Negra
Siete, ni más ni menos. En esta ocasión fuimos mucho menos gamberros que en 2016 y organizamos partidas para todo el mundo de una forma mucho más responsable. En total se dieron siete partidas, lo cual fue muy adecuado, pero nos dejó a todos con ganas de disfrutar de nuestra propia campaña interna. Encontrar el término medio queda como una tarea pendiente, quizá para el año que viene.
Jugadores de Espada Negra
Quizá suene trivial, pero diría que en el brumoso norte se juega más a nuestra obra que en el caluroso sur. Notamos mucho esto en que muchas personas nos conocen, en que se vende mucho materia, y sobre todo en que se acercan jugadores a decirnos todas las partidas que celebran. Yo de esto me alegro mucho, pero siempre les digo que las reporten en “
Juégame”, cosa que por desgracia no ocurre. En cualquier caso es mucho mejor que se juegue y no se comparta, a que no se juegue.
Un arcángel verde
Es conocido entre los miembros de la hermandad como Hulkael. En sí el concepto de que haya un señor cachas sobre la puerta de una iglesia ya es interesante, pero si además es verde, nos llena de preguntas: ¿es un pariente de Hulk? ¿Acaso tiene sangre orca? No queda en absoluto claro, y quizá deba permanecer así.
Un pueblo que medía veinte metros
En el lejano norte las cosas se hacen de una forma distinta a lo que tenemos costumbre en el sur, y ocurren ciertas situaciones que resultan algo curiosas, como un pueblo que apenas medía veinte metros. Se puede ver en
este vídeo.
Facilidades
De acuerdo que los organizadores de jornadas de todas partes suelen esforzarse en dar la mejor experiencia, pero en las Omicrón uno se siente muy a gusto porque puede explayarse en múltiples ámbitos con una sensación de confianza mutua que es bastante agradable. Particularmente no me dijeron nada por patinar dentro de las jornadas, lo cual me lleva a mi siguiente punto…
Un lugar en el que patinar
Para el que no lo sepa, una de mis otras pasiones es ponerme unas ruedas en los pies y hacer un poco el gamberro por el mundo en la medida de mi humilde equilibrio. En este caso había unas pistas de deportes variados al pie del arcángel Hulkael, donde pudimos estar un rato en el que nos escapamos de las jornadas. Luego me los dejé puestos un rato más, y nadie me dijo nada.
Shadow War
En las jornadas del año pasado había un conocido mío que siempre lleva material de Warhammer, y en este caso llevó partidas de este juego de bandas que a mí tanto me divierte. Pude intercambiar opiniones e incluso hacerme con un póster que pronto colgaré en mi pared.
Se dio la situación de que vi unas cuantas partidas, y me quedó claro que otro de los “problemas” de equilibrio es la “banda” de los arlequines. Sobre esto escribiré en el futuro, supongo.
Egor
Este gran amigo de la hermandad tuvo múltiples interacciones con nosotros. Jugó varias partidas, e incluso organizó la suya propia de “cazadores cazados” ambientada en la segunda guerra mundial. La verdad es que era apasionante verlo preparando su partida personaje a personaje y situación tras situación, durante los dos días previos al sábado en el que la celebró. En cuanto al ocio nocturno, queda para el recuerdo de los que estaban presentes.
Hermanos de la Espada Negra
En el momento álgido éramos ocho los presentes: Aker, Célica, Crom, Favnia, Kerian, Sigeiror, Vorvek y yo mismo, lo que supone una de las mayores reuniones anuales de nuestro grupo. Particularmente es la única fecha en al que me encuentro con Vorvek, con el que tengo un importante vínculo. Fue una pena no poder jugar al rol mucho entre nosotros, estábamos mucho más responsables que el año pasado.
Renuevo generacional
Las partidas que dirigí eran en muchos casos legales por los pelos, con sujetos apenas mayores de edad que quedaron bastante convencidos con el ambiente de Espada Negra y el motor que lo mueve. Si leéis esto, amigos míos, os incito a poneros en contacto con nosotros para mandaros algo de material digital complementario. No los saco en la foto por protección de datos.
Y me despido
Seguro que me dejo muchas cosas porque no tengo muy buena memoria. Siempre me apena despedirme de mis amigos y hermanos, y en este caso lo hago con una gran herida: es porque me caí patinando y mis protecciones estaban rotas. Pero pronto estaré bien y otra vez sobre ruedas, y siempre dispuesto a jugar al rol en cualquier parte en la que nos reciban.
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