Fue hace algo más de un mes que Kano Goblin anticipó que su reto de este año implicaría escribir unas mil palabras diarias, lo cual me resultó muy interesante. Cuando dijo que había que hacer un juego con su sistema ya me pareció un “meh” total y perdí completamente el interés, pero decidí someterme a mí mismo al un autorreto: escribir un artículo de unas mil palabras al día, y bueno, este es el último.
Esto no tiene nada que ver con competir o chafar la iniciativa de este señor tan activo en el mundo rolero, cuyo reto más bien fue el disparador. Lo hice principalmente porque habían pasado unos meses desde que abandonara la primera línea y quería comprobar si seguía en forma… y si estaba “curado” de todo lo malo que he sentido con respecto a esta forma de comunicarme.
Con respecto a lo mismo, creo que sí que estoy en forma. Ya no es que haya escrito en mi media (volveré sobre esto al final del artículo) sino que más bien mucho más. Escribir mil palabras por día (además del resto de actividades de mi vida) me ha exigido cierta disciplina, pero tampoco mucha. Ha sido bastante más fácil que aprender a hacer “powerslide” con los “rollers” y otros muchos retos que me pongo a mí mismo. Así que sin grandes aspavientos he provisto al blog de Espada Negra de treinta mil palabras, unas cincuenta páginas, sin llamar mucho la atención.
En cuanto a la situación social con las redes sociales, es verdad que me siento más distanciado (que en sí es bueno y es malo), pero no ha sido agradable en todo momento. A decir verdad tengo cierta gana de acabar y dedicarme a otras formas de comunicación con las que ya tengo remplazada esta necesidad, como escribir novela o mi canal de vídeo “Rol chungo” accesible solo para los hermanos de la Espada Negra, y que ya va por su quinto número.
Esto no significa que vaya a dejar de escribir artículos, por supuesto. Seguiré como los meses anteriores, con una o dos entradillas cada “cuando me de la gana” o sienta un pulso de algo importante que escribir, o alguien me rete con un tema en particular. Nunca rechazo un tema, en serio, en tanto que no esté mortalmente ocupado, y en ese caso solo lo postergo.
He escrito de Espada Negra, de rol, de Brotherfunding, he escrito de ética, y he escrito de suicidio. Cada uno de estos artículos me ayuda a recordar un mes que no ha sido muy bueno en términos personales, pero que tampoco se separa de una tónica en la que sé vivir. He tenido un flame en el que oportunistas se metían con aviesas intenciones, y he acabado hasta los cojones de que vengan a mis malditos hilos a buscarme las putas cosquillas.
Y si hace ya tiempo dije que me iba, ¿para qué volver aunque fuera un mes? Pues para demostrarme a mí que podía (que sí) y si podía tener independencia emocional (que no tanto). Ahora con el tiempo por venir mi plantearé otros retos diferentes que creo que serán mejores para mí, sabiendo que mi disciplina es la de siempre o más.
Treinta mil palabras suena a mucho, y es mi récord de artículos en un mes (si bien no de novela, que es bastante superior). En cualquier caso es tan solo un capítulo más en mis artículos en este blog, que en la actualidad cuenta con (lo he comprobado) tres cuartos de millón de palabras. Bastante para llenar más de mil doscientas páginas impresas. ¿Alguien ha dicho "Crowdfunding"? Bueno, yo no, pero sí creo que en algún momento habrá que ir pensando en un recopilatorio de los artículos de rol objetivo que algún día podría ser la base del “Manual del Creador”.
Comunicarme por escrito es absolutamente inherente a mi naturaleza. Es una de esas cosas que hago, más que trabajar, más que hacer deporte y más que hablar. Está en mi comportamiento manchar las hojas blancas con símbolos negros, que unidos son los retazos de mi alma, esta que queda desnuda y retratada a través de artículos, juegos de rol, videojuegos y novelas. Mando, pues, infinidad de mensajes en botella para quien quiera recogerlos. Este soy yo, ya me conocéis todos. Si queréis hablar conmigo podéis hacerlo.
Entradas similares: