¿Cómo estas de contento hasta ahora con el proyecto?, ¿con todo lo que esta pasando? Y... ¿esperabas conseguirlo?
Anoche me llegaron estas preguntas que respondí muy brevemente, pero que sin duda me parecieron interesantes. Me resulta curioso que entre la redacción de la primera parte y de la segunda ha surgido un evento relacionado, lo que me ha llevado a hacer ciertos retoques. En cualquier caso este es un artículo de percepciones personales de un hermano que lleva aquí mucho tiempo, pero que no por ello es más ni menos que el resto.
¿Cómo estás de contento hasta ahora con el proyecto?
Esta es una pregunta de esas que son en sí peculiares. Yo sé que hemos hecho algunas cosas sorprendentes, y tenemos el camino para hacer más. Personalmente estoy cumpliendo algunos de mis sueños y espero cumplir otros pronto.
No sé si esto es parte de mi situación global, supongo que de hecho puede tener relación, pero la verdad es que ver cumplidos estos sueños no me está alegrando todo lo que creo que debería. Está claro que hay momentos excepcionalmente hermosos en los que se produce una conexión muy especial, pero en mi percepción esta no es la tónica general, y siempre tengo la sensación de que falta algo de trabajo, que podríamos haber hecho algo más para transmitir un mensaje que si bien cuaja en una parte de la sociedad… no es lo bastante grande. Y eso es en cierto sentido algo triste. Voy a tratar de expandirlo con la siguiente pregunta.
¿Cómo te sientes con todo lo que está pasando?
La hermandad crece, en la actualidad pasa bastante de los treinta miembros, y probablemente llegará a los cuarenta este año, y quizá se vea el día en el que tenga cien miembros. Y un día uno no se lo espera, pero hay unas jornadas temáticas de Espada Negra y le preguntan a uno quién escribió las novelas, o quién es Verion. Un día incluso la hermandad recibe una mención especial de un premio (
El Dado de Oro, ocurrió esta mañana). Creo que se están consiguiendo grandes cosas, y que la perseverancia de nuestras pisadas dejará un camino fiable.
No obstante siempre que veo la cara de una moneda, siento también la cruz. Hay muchas experiencias desagradables que no quiero sacar a colación en este artículo, pero que me han fastidiado bastante. Supongo que en cierto sentido soy una persona pesimista, y que tiendo a prestar más atención a los eventos negativos que a los positivos, lo cual es muy injusto. Por lo menos puedo decir en mi defensa que no tiene consecuencias en mis acciones, solo en mi estado de ánimo.
El caso de los premios es muy particular, porque se diría que es tremendamente complejo que sean reconocimientos justos. En el caso de este “El Dado de Oro”, por ejemplo, se observa una voluntad de premiar tanto la innovación como la persistencia, y es especialmente profundo y digno de reflexión que se otorgue a una publicación digital. Pero en este sentido se notan algunas carencias importantes como pueda ser la obra de Zonk, CdB Engine, con mucho calado social e indudable continuidad. ¿Por qué no está en las menciones especiales? ¿Es por ser cercano a la entidad que otorga el premio? Esto es simplemente un ejemplo de injusticia que en este caso no nos perjudica a nosotros, pero que sigue siendo dolorosa.
Con esto retomo lo que venía a decir en la primera pregunta. Me parece glorioso que la hermandad haya logrado difundir su mensaje, y no tengo dudas de que lo está haciendo. Lo que me parece deprimente es que no cale más, porque esto me hace sentir que el mundo es algo más oscuro de lo que habría esperado. En este sentido quizá debería tomármelo de otra manera, y pensar simplemente que no nos hemos vendido a los criterios comerciales o de éxito. No sé qué pensar exactamente de todo esto, querría pensar que podemos aportar algo porque el mundo tienda a ser mejor en la dirección que nos impulsa nuestra ética. Seguiremos haciéndolo con todas nuestras armas.
¿Esperabas conseguirlo?
Soy una persona escéptica, así que no juzgo el futuro en función al presente o el pasado. En mi experiencia, especular con lo que pueda pasar es una pérdida de tiempo, y simplemente me dedico al trabajo duro todo el tiempo que puedo dedicar. Sí que hay momentos en los que es inevitable hacerse esas preguntas, sobre todo cuando comienza un crowdfunding o se libera una obra en abierto.
No obstante tampoco quiero decir que sea un cenizo en absoluto o que esté libre de ambición, cosa que no es en absoluto cierto. Aunque siempre he tenido mis dudas, he esperado que lo consiguiéramos, y en ese sentido puedo dar por satisfechos muchos objetivos y sueños. Lo más sorprendente, y eso sí no lo esperaba, es que vamos a poder afrontar algunos retos que consideraba muy difíciles de superar, y que por lo tanto tendrán su ejecución próxima, en los meses venideros.
Como ya digo, creo que es mejor llegar a unos pocos con un mensaje contundente, y encontrar en esas personas hermandad, que diseminar un mensaje más superficial entre miles. Ese primero es el camino de la hermandad, pero en ese sentido nos falta mucho por recorrer para que todos los que sean susceptibles de seguir el camino de la hermandad sepan que pueden hacerlo con normalidad. Es un camino que se recorrerá trabajando en juegos, novelas, relatos y demás material, siempre siguiendo el espíritu de las licencias libres, y por supuesto, sentándonos a disfrutarlo, pues ese es en primera instancia su objetivo principal.
Quizá sea sabido que me gusta despedir este tipo de artículos de reflexión con la imagen de un defecto. En este caso lo hago con la insistencia, un fallo en el que fácilmente podemos incurrir aquellos que deseamos ser persistentes, pues sin pretenderlo podemos cruzar la línea que separa la virtud del defecto.
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