Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Reflexiones de un tipo que escribe menos artículos que antes
20-4-2016 13:47
Por Verion
Hace un par de meses que dejé de aparecer por las redes sociales, y como decisión prácticamente simultánea también pasé a escribir menos artículos. Se puede decir que una parte de lo que era mi vida en los últimos años ha cambiado algo. ¿Que significa este cambio para mí?

En primer lugar no se puede decir que haya cerrado las cuentas de las redes sociales ni nada así. No publico, no comento, no doy “más uno”, pero de vez en cuando me paso, miro dos o tres cosas y hablo con quien tenga algo que decirme en un momento dado.

Y más o menos me entero de lo sustancial. Entre los devaneos que de por las redes y lo que me cuentan los hermanos que sí tienen una presencia constante, sé más o menos lo que pasa en todos estos lugares. Bueno, y también está ocin. Me resulta muy curioso cómo he pasado de ser un usuario que enviaba un mogollón de información, a "solamente" votante. La verdad es que la herramienta parece cumplir un buen resultado en esto de ofrecer un resumen, si bien me resulta algo irónico que el que fuera en su día su artífice de esta publicación ahora se informe mediante ella.

Pero con respecto a lo que es la cuestión creativa social sí que he cambiado mucho de tercio, y me ha resultado impactante. Creo que he pasado de ser uno de los blogueros de rol más activos (con más de veinte artículos al mes) a uno totalmente detenido. De hecho he escrito solamente de literatura, y de alguna forma creo que esto interesa menos, aunque no tengo ningún dato al respecto. Puede que no parezca un gran cambio, pero mi misma estructura de organización del día ha cambiado. ¿Y qué siento ante todo esto? Algo de culpa, cierta frustración, bastante extrañeza y finalmente alivio.

Siento algo de culpa porque sé que hay personas que lo echan de menos, que entraban en el blog cada día y se leían el artículo que tocaba. Me da pena que algo que hacía que era positivo ya no ocurra de la misma forma. Así que si alguno de los que leían regularmente pasaban por aquí llegan a leer esto, les presento mis disculpas, si bien yo creo que el blog ha ganado mucho ahora que otros hermanos participan en él.

Siento cierta frustración porque creo que tenía muchas cosas que decir que ahora son una lista muerta. A veces veo un asunto del que se escribe por internet y tengo ganas de responder, dar mi punto de vista. Expresar que aquello que se ha dicho tiene una oposición fuerte.

Siento bastante extrañeza porque me estoy acostumbrando a no escribir artículos, y casi pienso en el “yo” que sí los hacía como alguien ajeno a mí. Teniendo en cuenta que escribí casi mil artículos durante unos tres años, se puede hablar de cierto estilo de vida que ya no sigo. Pero en realidad no es la cantidad ni el tiempo invertido lo que hace mi vida diferente, sino la facultad para el compromiso. Esa determinación que tenía para decir lo que fuera en toda situación, para considerar un deber la expresión de lo que considero adecuado. Llegué realmente a encontrar una faceta en mí en la que podía ser totalmente íntimo en estos textos. Todo esto ahora parece que le haya pasado a otra persona que ya esté muerta, una que no siento resucitar ni escribiendo este texto que sí es algo íntimo, aunque tampoco mucho,pues simplemente no reivindica nada.

Y siento finalmente alivio. Para escribir un artículo casi cada día hay que tener cierta disciplina que ahora puedo relajar. Claro que me gustaba escribir artículos, y en verdad me gusta imponerme objetivos, pero realmente la sensación de que, dijera lo que dijera, iba a haber un juicio encima de mí me llegó a oprimir. Y supongo que ahí está el alivio.

¿Justifica este alivio a la culpa, frustración y extrañeza? No sabría decirlo porque no sé exactamente dónde están las causas y los efectos de cada cosa. Ahora no dedico casi nada de tiempo a pensar en “lo que este ha dicho” o “lo que ha pasado ahí”, pese a que sigo sabiendo ambas cosas. Todo mi tiempo se va a pensar cosas más personales, y si se me apura, diría que mucho más útiles. Así que si este estado mental mucho más equilibrado es una consecuencia del alivio, entonces sí que justifica a la culpa, a la frustración y a la extrañeza. Justificaría mucho más.

La sensación de juicio constante es algo muy incómodo que no le deseo más que a mis enemigos. Y ojo que no me refiero a juicio del tipo “el juego en el que participas es una mierda”, sino más bien a “no tenías derecho a decir eso” o “eres un miserable”. Creo, de hecho, que una buena parte de la sensación de amistad se produce cuando las personas no nos juzgamos entre nosotros, sino que nos acepamos con tranquilidad y sabemos disfrutar de la compañía mutua, de una buena conversación... o de una partida de rol. Y es así como estoy pasando todas estas semanas. Meses. ¿Años?

Ahora hago la guerra pacíficamente. Sin molestar a nadie.



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