Hermanos Juramentados de la Espada Negra
La edición y yo
2-12-2014 14:09
Por Verion
Llevo unos días que no escribo de nada de Espada Negra per se, sino que trato de algunos asuntos personales y de principios. Todo empezó con el artículo sobre el desafío rolero (y su discusión en G+) y continuó con el artículo sobre mi opinión de las editoriales (y su discusión en G+). Hoy espero atar todos los cabos que han quedado sueltos en este asunto y extraer mis conclusiones.

Lo primero y más preciso de todo es señalar que yo no soy la hermandad de la Espada Negra. Aquí hay muchas personas trabajando que no se ponen a publicar en internet por los motivos que sean, y mi opinión no tiene por qué ser la suya. Creo que esto es un asunto bastante simple de entender porque cuando hablo de mí pongo “yo” y cuando hablo del colectivo pongo “nosotros”, y esto último no lo hago demasiado. Esto tiene muchas implicaciones porque cuando las personas se ponen a hacer según qué críticas parece que piensen que estoy yo solo. Bien, resulta halagador que las personas piensen que yo pueda ser escritor, matemático, programador, músico, ilustrador, técnico de vídeo, director de arte, corrector y tantas otras cosas. Bueno, luego esas mismas personas señalan que no tengo ni idea del mundo editorial, lo cual resulta contradictorio. En mi opinión algunas personas critican lo que no conocen, a bulto. Quién se de por aludido, allá él.

Lo segundo que quiero añadir es que mi opinión es mi opinión, en función a mis principios. Sé que otros no los tienen, y lo acepto, y sé que otros pueden compartirlos pero se han visto obligados a tragar por sus circunstancias. No soy gilipollas, y lo acepto, pero mi opinión sigue siendo mi opinión, y la sigo teniendo a pesar de sus principios y a pesar de sus circunstancias. También sé que yo me puedo encontrar en encrucijadas muy jodidas (me las encuentro, de hecho), pero lo más importante de todo es que mi opinión no tiene consecuencias prácticas para los demás. Es decir, yo me aplico esa doctrina, pero no voy imponiéndola a nadie.

Esto me lleva al tercer punto, y es el de las personas que han empezado a atacarme en función a lo que yo sé o dejo de saber. No sé si alguno de los que han obrado así está leyendo esto, pero yo puedo tener una opinión a despecho de mis circunstancias, e incluso tenerla antes de haberme visto en ellas. Se han producido comentarios muy desafortunados en G+ señalando que sé poco del mundo editorial y que por eso opino así. Ellos sí que no saben nada de “lo que yo pueda saber”, pero sí que se lanzan a decir lo ignorante que soy.

Lo cual me lleva al cuarto punto. Lo que significa para mí editar el juego de rol en papel. Y lo digo porque muchas personas piensan (lo han dicho) que estoy muy nervioso por la edición en papel y por la responsabilidad social, y esas cosas. Y la verdad es que no, a mí esos aspectos no me dicen demasiado. Estoy muy acostumbrado a la responsabilidad social por los cargos que he ocupado, y más aún a participar en proyectos bastante más grandes que editar un juego de rol en papel, tanto laboralmente como personalmente. Por poner un ejemplo, publicar un juego de rol. Sí, porque muchas personas parece que piensen que Espada Negra va a estar más trabajado o vaya a ser más serio porque esté impreso en un árbol procesado. Y no, señores, el texto es el mismo (incluso menos), las ilustraciones son las mismas (incluso menos). Lo único nuevo que se puede decir que haya es la maquetación. De lo que estamos hablando es de un cambio de formato, y creativamente no es un cero a la izquierda pero para mí está bastante cerca.

Incluso en términos de trabajo ha supuesto bastante más esfuerzo la edición digital, incluyendo la aplicación de gestión de fichas, la aplicación de mesas de combate, el mapa interactivo y el sistema de edición de contenidos, entre otros.

El papel está bien, hace ilusión tenerlo entre las manos. Pero no es para tanto.

Todo esto me lleva al quinto punto, y es que de repente parece que como vamos a publicar en papel hayamos crecido una barbaridad. Y no, señores, el material es prácticamente el mismo que el del año pasado. Y el año pasado podía decir burradas mucho más grandes que la de las editoriales y a nadie parecían importarle. ¿Dónde está aquí el criterio? ¿Es que de repente las proyectos son más importantes si hay un crowdfunding que va bien? Si es un asunto de dinero, permítanme sus mercedes que este proyecto ha sido bastante más costoso que nueve mil euros. Debe haber quien cree que los ilustradores trabajan gratis, y que esta página es un blog de blospot que nos sale gratis.

Lo cual me lleva al sexto punto y último. Los “haters”. Porque si me pongo a escribir un artículo sobre matemáticas, sobre sistemas o sobre ambiente, o simplemente principios, bien calladitos que están. Para mí que ni se los leen (y a las visitas me puedo remitir). Pero luego escribo un concepto teórico sobre las editoriales y se ponen a opinar sobre lo que yo sé, o lo que tengo que sentir.




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