Hermanos Juramentados de la Espada Negra
Cinco errores que he cometido en jornadas
3-10-2014 13:44
Por Verion
Como bien saben los lectores de este lugar admito temas invitados. En este caso desde google plus se me invitó a hacer auto crítica pública en relación con errores cometidos por uno mismo en jornadas. Lo cierto es que soy una persona que se equivoca, por lo que si hiciera la lista completa sería muy larga, así que he decidido reducirlo a lo que puede ser un top cinco de auto crítica.

Esto tiene relación, creo, con un anterior artículo sobre la profesionalidad de las jornadas y con los debates posteriores en las redes sociales. Creo que estos debates no fueron en ningún caso en la dirección que proponía mi artículo, y también tengo la sensación de que algunos de los comentaristas no leyeron el artículo. Pero eso no quita que haga esta positiva auto crítica pública para que sus mercedes obtengan algo de hilaridad a mi costa.

En verdad no voy a hacer tanto un ejercicio de auto crítica como de memoria. Los hermanos nos pegamos unos impresionantes viajes para acudir a jornadas, y durante la vuelta solemos comentarlas de principio a fin, y buscamos nuestros fallos, no porque seamos unas personas magníficas, sino porque queremos mejorar.

5. Llegar tarde.

Los hermanos tenemos tal cantidad de trabajo que siempre estamos abrumados. Esto nos lleva en ocasiones a horarios extraños y a situaciones un poco límite en la hora de comienzo. Para colmo tenemos que coordinarnos varios, y en ese caso siempre se llega con el retraso del hermano con más retraso.

Llegar tarde es una mala práctica que creo que puede dar problemas a los organizadores, quienes pueden sufrir de cierta ansiedad pensando que los retrasos puedan ser, de hecho, ausencias.

Eso sí, la hermandad no ha fallado todavía a ninguno de sus compromisos, hasta donde yo sé. Estimados organizadores de jornadas, la hermandad puede llegar algo tarde, pero llega.

4. No preparar adecuadamente las partidas, o elegir una mala partida.

En el pasado solía dejarme llevar un poco por el momento, y crear partidas en el mismo terreno de la jornada. Esto me ha dado lugar a momentos muy especiales y creativos, como “Libertad”, en el día del rol libre, pero también me ha llevado a hacer algunas partidas mediocres. Cuando uno está enseñando un juego no debe arriesgarse a hacer algo mal.


Recuerdo otro ejemplo de esto, en una partida jugada en las “IX KDD UMBRIANAS” que estaba siendo muy interesante, pero que no llegó a término por no tener en cuenta adecuadamente el factor “tiempo”.

En la actualidad intento evitar las sorpresas y llevo partidas que sé que tienen buen funcionamiento. Pero con ojo de no estancarme.

3. Tomármelo todo a pecho.

Si estás todo el rato diciendo que todo el mundo es un problema, quizá sea el momento de mirar si el problema no eres tú. Yo personalmente he tenido problemas con organizadores de varias jornadas, aunque por ahora la cantidad relativa no hace pensar que me esté volviendo loco.

Tener viejos rencores no sirve para mucho. Andar con broncas con las personas que precisamente pueden ayudarte, y con las que puedes colaborar para hacer del mundo un lugar más rolero parece una mala idea.

Me ha pasado toda la vida: allá donde voy hago buenos amigos y grandes enemigos. Quizá deba tomarme las cosas menos a pecho.

2. Vaguear

En las jornadas hay que darlo todo. Uno se ha dejado los recursos y el tiempo en el viaje, y es un momento en el que hay que sacar todo lo que uno tiene para apoyar sus obras. Pero esto no siempre es así, el cansancio hace mella en uno, quizá demasiado pronto, y la tendencia lo lleva a sentarse con otros cansados creadores y compartir algunas charlas.

No digo que no haya que tener vida social, pero desde luego conviene centrarse y no vaguar.

1. Organizar mal las actividades.

Esta sí que me ha pasado varias veces. Llego a las jornadas, me dicen el espacio en el que tengo que estar y la hora, y digo, ¿a esto es a lo que me comprometí?

No tengo muy claro por qué me pasa. Quizá sea el exceso de trabajo, o quizá sea por los cambios estratégicos que planteamos, o quizá simplemente me despisto. Simplemente no es una buena cosa. Es malo para nosotros, que tenemos que readaptarnos rápidamente, es malo para los organizadores, que se ven con un lío y varias molestias, y es malo para los asistentes que se van a encontrar con unas actividades no tan bien realizadas.

0. Otros.

Quizá quien opine que no hago auto crítica quiera hacer crítica en sí misma. A lo mejor no soy capaz de aceptarla, pero si es verdad el resto de personas se darán cuenta y quedaré mal, lo que quizá parezca un propósito interesante. La crítica a mi auto crítica puede hacerse en el sistema de comentarios de esta web, o en guguel pus, o en cualquier otro medio oportuno.


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