Hermanos Juramentados de la Espada Negra
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Asalto tiránido en miniature art academy
25-9-2022 18:58
Por Verion
Hubo un tiempo hace cosa de un cuarto de siglo en el que yo me juntaba con otros adolescentes y escenificábamos apasionantes batallas en ese despiadado universo del lejano futuro en el que solo hay guerra, o sea, Warhammer 40.000. Claro que por aquel entonces estábamos bastante pelados de pasta, así que nuestras miniaturas eran aproximadas en el mejor de los casos, rara vez estaban pintadas, y la escenografía no estaba por encima de ese paupérrimo nivel. Claro que la imaginación hacía un gran esfuerzo por todos nosotros, pero sin duda soñábamos con echar partidas tal y como aparecían en las páginas de manuales y revistas.
Se da la circunstancia de que yo llegué a jugar partidas con el manual de la primera edición, llamado por aquel entonces “Rogue Trader”, juego que reconocía de forma explícita su extrema cercanía con los juegos de rol. Tanto es así que la idea era que además de los dos jugadores que enfrentaban sus ejércitos, se esperaba que un tercer jugador oficiara de máster, incluyendo la gestión de la escenografía. Existía de forma implícita, por lo tanto, una especie de deber según el cual el máster tenía que ofrecer una buena escenografía que diera lugar a una experiencia memorable.
Yo he intentado reproducir este ideal como una parte de mi actividad en este wargame ya en mi retorno tardío, y con este fin me he esforzado en dar lugar a dos escenografías bastante completas, e intentaré realizar una tercera antes de palmar.
Esta forma de entender el juego es bastante poco canónica, pues en la actualidad warhammer 40.000 se ha alejado muchísimo de esa cercanía a los juegos de rol y más bien se diría que intenta robar espacio a los omnipresentes juegos de mesa, para así seguir creciendo al ritmo que exije una empresa que cotiza en bolsa. Mis temores a respecto de cómo pueda ser la no muy lejana décima edición solo es moderada porque es una actividad de ocio.
Pero hay ocasiones en las que este espíritu tradicional puede revivirse y dar lugar no solo a la experiencia vivida en la juventud, sino a la que intentábamos alcanzar sin éxito. Esta mañana me había dirigido a la “miniature art academy” donde uno de sus dirigentes, “Alpha” nos hospedaba a Dani y a mí. Juntos conformamos un querido grupo de amigos que pretende encontrar cierta paz en esta práctica de ocio.
En principio Dani y yo pensábamos jugar una partida absolutamente tradicional, “de torneo”, pero Alpha rápidamente nos condujo en la dirección del juego narrativo, y tras ver la disposición inicial de la mesa, mi imaginación fluyó, y visualicé una defensa de fortaleza ante una invasión tiránida. Tras recolocar un par de elementos de escenografía y consensuar unas pocas reglas, vi claro que iba a ser una experiencia memorable.
Y este es un caso en el que las fotos hablan por sí mismas. Obviamente la escenografía es una pasada, pero es que los ultramarines de Dani siempre salen genial en las fotos, y los mechanicum de alpha son un ejemplo que deberíamos seguir todos los que queremos jugar. Obviamente mis tiránidos no hacían sombra a tan maravillosas unidades, pero aún así han aguantado con razonable dignidad fotos bastante cercanas.
Así que se hizo cierta magia. Todo cooperó para que “se cumpliera un sueño de la infancia”. Yo personalmente creo que nunca había jugado una experiencia tan visual, pero además el entorno adecuadamente silencioso propiciaba recrearse de una forma pausada, y permitía imaginarse los sonidos de las balas y de las comunicaciones de radio.
Quién ganara y quién perdiera es lo de menos. La cuestión es que se vivió una estupenda batalla de ciencia ficción. Se pudo sentir a los valientes marines espaciales enfrentarse a la interminable horda alienígena, a los temibles carnifex destrozando secciones de muralla con sus garras. Si uno se acercaba lo bastante a las fuerzas del mechanicum, casi se diría que se podía escuchar los resignados cánticos a Omnisiah.
Para mí esto es jugar a un wargame. Ir a torneos y conocer más jugadores está bien, pero para mí la experiencia a conseguir es esta.
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Se da la circunstancia de que yo llegué a jugar partidas con el manual de la primera edición, llamado por aquel entonces “Rogue Trader”, juego que reconocía de forma explícita su extrema cercanía con los juegos de rol. Tanto es así que la idea era que además de los dos jugadores que enfrentaban sus ejércitos, se esperaba que un tercer jugador oficiara de máster, incluyendo la gestión de la escenografía. Existía de forma implícita, por lo tanto, una especie de deber según el cual el máster tenía que ofrecer una buena escenografía que diera lugar a una experiencia memorable.
Yo he intentado reproducir este ideal como una parte de mi actividad en este wargame ya en mi retorno tardío, y con este fin me he esforzado en dar lugar a dos escenografías bastante completas, e intentaré realizar una tercera antes de palmar.
Esta forma de entender el juego es bastante poco canónica, pues en la actualidad warhammer 40.000 se ha alejado muchísimo de esa cercanía a los juegos de rol y más bien se diría que intenta robar espacio a los omnipresentes juegos de mesa, para así seguir creciendo al ritmo que exije una empresa que cotiza en bolsa. Mis temores a respecto de cómo pueda ser la no muy lejana décima edición solo es moderada porque es una actividad de ocio.
Pero hay ocasiones en las que este espíritu tradicional puede revivirse y dar lugar no solo a la experiencia vivida en la juventud, sino a la que intentábamos alcanzar sin éxito. Esta mañana me había dirigido a la “miniature art academy” donde uno de sus dirigentes, “Alpha” nos hospedaba a Dani y a mí. Juntos conformamos un querido grupo de amigos que pretende encontrar cierta paz en esta práctica de ocio.
En principio Dani y yo pensábamos jugar una partida absolutamente tradicional, “de torneo”, pero Alpha rápidamente nos condujo en la dirección del juego narrativo, y tras ver la disposición inicial de la mesa, mi imaginación fluyó, y visualicé una defensa de fortaleza ante una invasión tiránida. Tras recolocar un par de elementos de escenografía y consensuar unas pocas reglas, vi claro que iba a ser una experiencia memorable.
Y este es un caso en el que las fotos hablan por sí mismas. Obviamente la escenografía es una pasada, pero es que los ultramarines de Dani siempre salen genial en las fotos, y los mechanicum de alpha son un ejemplo que deberíamos seguir todos los que queremos jugar. Obviamente mis tiránidos no hacían sombra a tan maravillosas unidades, pero aún así han aguantado con razonable dignidad fotos bastante cercanas.
Así que se hizo cierta magia. Todo cooperó para que “se cumpliera un sueño de la infancia”. Yo personalmente creo que nunca había jugado una experiencia tan visual, pero además el entorno adecuadamente silencioso propiciaba recrearse de una forma pausada, y permitía imaginarse los sonidos de las balas y de las comunicaciones de radio.
Quién ganara y quién perdiera es lo de menos. La cuestión es que se vivió una estupenda batalla de ciencia ficción. Se pudo sentir a los valientes marines espaciales enfrentarse a la interminable horda alienígena, a los temibles carnifex destrozando secciones de muralla con sus garras. Si uno se acercaba lo bastante a las fuerzas del mechanicum, casi se diría que se podía escuchar los resignados cánticos a Omnisiah.
Para mí esto es jugar a un wargame. Ir a torneos y conocer más jugadores está bien, pero para mí la experiencia a conseguir es esta.
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Re: Asalto tiránido en miniature art academy
25-9-2022 19:02
Por Verion
Me dejé por poner esta foto. Me da la sensación de que transmite movimiento.
Re: Asalto tiránido en miniature art academy
26-9-2022 17:05
Por Feros
Buenas Verion!
Las fotos son una pasada.
Yo he jugado muy poco a wargames. Pero sí que pude disfrutar de una mini-campaña de Rangers of the Shadow Deep que estaba organizada como si fuese un rol de mesa cooperativo donde el "master" eran las reglas y el escenario del juego. Estuvo bien, me quedé con ganas de probarlo más.
Pero bueno, llevándolo al terreno del rol de mesa. Cuando dices en la entrada:
"Quién ganara y quién perdiera es lo de menos. La cuestión es que se vivió una estupenda batalla de ciencia ficción. Se pudo sentir a los valientes marines espaciales enfrentarse a la interminable horda alienígena, a los temibles carnifex destrozando secciones de muralla con sus garras. Si uno se acercaba lo bastante a las fuerzas del mechanicum, casi se diría que se podía escuchar los resignados cánticos a Omnisiah."
Justo eso es lo que a mí me también encantaría encontrarme en una partida de rol de mesa.
Por curiosidad, ¿jugasteis la partida totalmente en serio a nivel táctico?¿Ambos bandos jugaban para ganar al otro? ¿Que reglas o cambios aplicasteis para llevar la partida a una dirección más narrativa?
Las fotos son una pasada.
Yo he jugado muy poco a wargames. Pero sí que pude disfrutar de una mini-campaña de Rangers of the Shadow Deep que estaba organizada como si fuese un rol de mesa cooperativo donde el "master" eran las reglas y el escenario del juego. Estuvo bien, me quedé con ganas de probarlo más.
Pero bueno, llevándolo al terreno del rol de mesa. Cuando dices en la entrada:
"Quién ganara y quién perdiera es lo de menos. La cuestión es que se vivió una estupenda batalla de ciencia ficción. Se pudo sentir a los valientes marines espaciales enfrentarse a la interminable horda alienígena, a los temibles carnifex destrozando secciones de muralla con sus garras. Si uno se acercaba lo bastante a las fuerzas del mechanicum, casi se diría que se podía escuchar los resignados cánticos a Omnisiah."
Justo eso es lo que a mí me también encantaría encontrarme en una partida de rol de mesa.
Por curiosidad, ¿jugasteis la partida totalmente en serio a nivel táctico?¿Ambos bandos jugaban para ganar al otro? ¿Que reglas o cambios aplicasteis para llevar la partida a una dirección más narrativa?
Re: Asalto tiránido en miniature art academy
27-9-2022 11:47
Por Verion
El concepto de "totalmente serio a nivel táctico" es en sí mismo engañoso: dicho así, la respuesta es "no", pero para que el entorno funcione es necesario que los jugadores se lo tomen un poco en serio y la batalla tenga una cierta coherencia estratégica, aunque quizá eso signifique que dicha estrategia sea errada.
Dicho de otra forma, no importa que los jugadores intenten o no ganar al otro, importa que los generales y sus unidades intenten obtener su victoria.
En cuando a las reglas, no cambiamos nada, solo añadimos de una forma muy simple la capacidad de destruir el terreno, las condiciones de victoria y el despliegue especial asimétrico.