Hermanos Juramentados de la Espada Negra
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Dagas en las cuevas
16-6-2016 15:01
Por Verion
Durante los últimos dos días la compañía telefónica que me proveé de servicios de internet atravesó algunos problemas y me vi sometido a esa curiosa sensación de soledad digital. Esto es molesto para mí, porque me dedico a programar videojuegos online. Aún así no me impidió borrar algunos “deberes” de la pizarra, como el ya necesario control de versiones con su consiguiente “updateador”, pero sí desaconsejaba meterse en otros barrizales pendientes.
Pero como obviamente no iba a estarme quieto, me puse un par de películas y terminé una tarea que estaba pendiente desde hacía meses: la daga. Y sí, en este caso me refiero al trabajo gráfico en sí mismo.
Normalmente estas cosas las hace Eduardo “Ozakuya”, pero cuando en el equipo podemos hacer algo por nuestra cuenta lo hacemos y le aligeramos trabajo (que anda que no tiene…). En este caso partí de la espada larga para dar lugar a esta peculiar arma de la que muestro pantallazo. Esta operación ya la hicimos en el pasado y la haremos aún para el martillo, que es la última pendiente.
No obstante la daga es un arma muy extraña. En la mayor parte de juegos de este tipo (¿hay juegos de este tipo?) este tipo de armas tienen un espacio marginal o realmente extraño. Era un reto conseguir que el arma más pequeña de todas tuviera su sitio, pero creo que se ha logrado.
A priori si uno mira sus datos, se diría que es un arma un tanto mala. Tiene el menor daño del juego (solo dos puntos), su bloqueo es malo (un punto), y su única ventaja es el peso: medio kilo. Pero es una ventaja muy grande. En comparación la espada corta con el doble de peso tiene el doble de daño, el doble de bloqueo y más alcance.
Para un personaje de fuerza uno (que podría llevar un kilo) ambas posibilidades son razonables: portar una espada corta, o dos dagas. Un personaje de fuerza dos puede llevar estas armas y conseguir así estar totalmente aligerado, y por lo tanto pegar más rápido.
A priori, con los números delante parece que sean opciones parecidas. Cuando uno usa dos armas el tiempo de ataque “se reduce a la mitad”, así que con las dos dagas lograríamos dos ataques de daño dos, y con la espada corta un ataque de daño cuatro. ¿Lo mismo? No, porque los enemigos pueden llevar armadura y aplicar un penalizador a este daño, así que en principio parece mejor opción la espada corta, sobre todo si tenemos en cuenta que su alcance y capacidad de bloqueo son mayores.
No obstante el daño mínimo de un ataque es uno, así que eso viene a jugar a favor de la daga. Pero esto no es todo.
Creo que el auténtico juego de la daga viene cuando se cuenta con algunos talentos que los personajes pueden adquirir. Uno de ellos produce que contra oponentes aturdidos ocasionemos daño adicional (inteligencia menos dos, en el momento que escribo estas línea). Otro hace un efecto igual cuando atacamos por la espalda. De esta forma si atacamos por la espalda a un oponente aturdido y contamos con inteligencia cuatro causaremos cuatro puntos de daño adicionales. Si se hace con las dos dagas a toda velocidad podemos sacar una cantidad de daño que puede incluso dejar temblando a un defecto menor.
La combinación es más fácil de aplicar con el talento que da mayor alcance, que precisamente está disponible para los personajes con inteligencia tres. En este sentido se dibuja una forma de jugar muy “de pícaro”, que seguramente sea mejor para jugadores hábiles dispuestos a someterse a ciertos peligros. Este rol puede relacionarse también con la alta agilidad, por lo que sería un personaje muy dado a los saltos complicados que llevan a extraños mecanismos que exigen... alta inteligencia.
No es la única forma de utilizar esos talentos, desde luego, ni es la única forma de utilizar las dagas. Como he mencionado, cuando uno usa dos armas reduce el tiempo de ambos ataques a la mitad, así que es una opción muy interesante para combinar con armas más pesadas como el espadón. Esta opción es muy explosiva, pero realmente complicada de ejecutar.
Seguramente haya otras opciones para esta pequeña arma que ha sido de las últimas en entrar en el terreno del juego de la pre-alfa del Ollvaror Caves.
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Pero como obviamente no iba a estarme quieto, me puse un par de películas y terminé una tarea que estaba pendiente desde hacía meses: la daga. Y sí, en este caso me refiero al trabajo gráfico en sí mismo.
Normalmente estas cosas las hace Eduardo “Ozakuya”, pero cuando en el equipo podemos hacer algo por nuestra cuenta lo hacemos y le aligeramos trabajo (que anda que no tiene…). En este caso partí de la espada larga para dar lugar a esta peculiar arma de la que muestro pantallazo. Esta operación ya la hicimos en el pasado y la haremos aún para el martillo, que es la última pendiente.
No obstante la daga es un arma muy extraña. En la mayor parte de juegos de este tipo (¿hay juegos de este tipo?) este tipo de armas tienen un espacio marginal o realmente extraño. Era un reto conseguir que el arma más pequeña de todas tuviera su sitio, pero creo que se ha logrado.
A priori si uno mira sus datos, se diría que es un arma un tanto mala. Tiene el menor daño del juego (solo dos puntos), su bloqueo es malo (un punto), y su única ventaja es el peso: medio kilo. Pero es una ventaja muy grande. En comparación la espada corta con el doble de peso tiene el doble de daño, el doble de bloqueo y más alcance.
Para un personaje de fuerza uno (que podría llevar un kilo) ambas posibilidades son razonables: portar una espada corta, o dos dagas. Un personaje de fuerza dos puede llevar estas armas y conseguir así estar totalmente aligerado, y por lo tanto pegar más rápido.
A priori, con los números delante parece que sean opciones parecidas. Cuando uno usa dos armas el tiempo de ataque “se reduce a la mitad”, así que con las dos dagas lograríamos dos ataques de daño dos, y con la espada corta un ataque de daño cuatro. ¿Lo mismo? No, porque los enemigos pueden llevar armadura y aplicar un penalizador a este daño, así que en principio parece mejor opción la espada corta, sobre todo si tenemos en cuenta que su alcance y capacidad de bloqueo son mayores.
No obstante el daño mínimo de un ataque es uno, así que eso viene a jugar a favor de la daga. Pero esto no es todo.
Creo que el auténtico juego de la daga viene cuando se cuenta con algunos talentos que los personajes pueden adquirir. Uno de ellos produce que contra oponentes aturdidos ocasionemos daño adicional (inteligencia menos dos, en el momento que escribo estas línea). Otro hace un efecto igual cuando atacamos por la espalda. De esta forma si atacamos por la espalda a un oponente aturdido y contamos con inteligencia cuatro causaremos cuatro puntos de daño adicionales. Si se hace con las dos dagas a toda velocidad podemos sacar una cantidad de daño que puede incluso dejar temblando a un defecto menor.
La combinación es más fácil de aplicar con el talento que da mayor alcance, que precisamente está disponible para los personajes con inteligencia tres. En este sentido se dibuja una forma de jugar muy “de pícaro”, que seguramente sea mejor para jugadores hábiles dispuestos a someterse a ciertos peligros. Este rol puede relacionarse también con la alta agilidad, por lo que sería un personaje muy dado a los saltos complicados que llevan a extraños mecanismos que exigen... alta inteligencia.
No es la única forma de utilizar esos talentos, desde luego, ni es la única forma de utilizar las dagas. Como he mencionado, cuando uno usa dos armas reduce el tiempo de ambos ataques a la mitad, así que es una opción muy interesante para combinar con armas más pesadas como el espadón. Esta opción es muy explosiva, pero realmente complicada de ejecutar.
Seguramente haya otras opciones para esta pequeña arma que ha sido de las últimas en entrar en el terreno del juego de la pre-alfa del Ollvaror Caves.
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