Hermanos Juramentados de la Espada Negra
¿Son los guneares parecidos a los vikingos?
28-5-2016 11:58
Por Crom
No.


Bueno, vale. No, no lo son más allá de cierto gusto por tener el pelo largo, cierto barbarismo y sus costumbres depredatorias hacia otras culturas, lo cual es un rasgo que comparten tanto los pueblos que erroneamente englobamos bajo el término vikingos como, no sé, los romanos, los hunos, el reino de Castilla y los aztecas. Pero como esta es una respuesta insatisfactoria vamos a profundizar un poco en ciertos conceptos claves.



En primer tenemos la religión. La religión de los pueblos germánicos nórdicos (noruegos, daneses y suecos) y sus mitos están llenos de dioses de distintas categorías (Aesires y Vanires los más famosos, pero también están los Jotuns, las Nornas, los Enanos y los Elfos entre otros muchos otros). Estos dioses tienen forma y comportamientos, idealizados o no, humanos...algo que pasa con casi todo el panteón gunear, así como en otros tantos (como el mismo panteón Cristiano con su Carpintero mágico o el Panteón Griego). Aquí el dios dragón gunear asoma su fea y colosal cabezota para decir “NO”, pero no es lo único.

Los mitos nórdicos, los más famosos son el Völuspá y el Ragnarok pero no son los únicos, representan los ciclos naturales de las 4 estaciones (con nacimiento, madurez, muerto y renacimiento) así como creencias escatológicas donde aparecen comportamientos que son buenos o malos, que no aparecen en las creencias guneares. Los mitos guneares sirven para explicar el origen de su cultura y organización en clanes, mientras que los mitos nórdicos se esfuerzan en explicar porque el mundo es como es. De hecho, si uno se molesta en ver un poco más allá de las barbas verá que muchas leyendas guneares son más parecidas a mitos griegos, me remito al secreto del acero/ el mito de Prometeo, o a la propia mitología judeocristiana (la marca de Caín frente a la marca del guerrero). El mundo mágico gunear es más personal y sangriento que el de un sueco del año 897 d.C, sus dioses son más terribles y visibles pues ¿que marinero no ha visto al Dragón Negro? Que igual era solo una ballena o una ola, pero vaya usted a saber.

El Feralismo no entiende de bien ni de mal (el Caos ahí está, pero no es algo tan maniqueo), su panteón es muchísimo más reducido que las docenas de entidades que componen el mundo mágico nórdico y, esto es importante, a diferencia que los dioses Vanires o Aesires los dioses guneares tienen poco de humanos puesto que viven en el plano de lo heroico. Con todo, si hay elementos comunes entre estas dos formas de creencias, elementos que por otro lado son comunes en muchas mitologías de nuestro mundo (Zeus derrotando a su padre por citar un ejemplo conocido), como es el hecho de que los dioses pueden morir (los nórdicos en el Ragnarok, y a los guneares se les puede matar para usurpar su puesto como hiciera Thargrom con el difunto Khammar tiempo ha).

Otro lugar común es el hecho de que los guerreros son recogidos por sus dioses sin cumplen con su función, pero mientras que los nórdicos que mueren como cobardes acaban en el Hel para los guneares la cosa no está tan clara. Pero, y una vez más, son elementos compartidos por otras creencias. El Dios judeocristiano recoge a los suyos y los separa de los infieles, mientras que las almas de los muertos son recogidas por ciertos dioses benignos en América.

Otra diferencia crucial, y lamento haberme extendido tanto en la religión pero me parecía un tema importante, es la naturaleza de las incursiones de estos pueblos. Para Suecos, Noruegos y Daneses las razzias e incursiones marítimas, así como la vida de bandidaje, fue solo una fase provocada por la terrible y profunda crisis económica que sus sociedades sufrieron tras la caída del Imperio Carolingio y el fin del comercio atlántico que venían desarrollando desde más o menos el siglo V d.C. Todo ello arrastró todo un cosmos de dificultades sociales y demográficas que tuvieron por respuesta lo que basicamente fue una vida de pirateo a lo largo de la costa atlántica y ocasionalmente, mediterránea. Explicar estos conceptos sería demasiado arduo, pero con esta pequeña explicación queda bastante claro. Para los guneares la cosa es mucho más sencilla: sus montañas son un asco. Ricas en acero, libertad, nieve y muerte pero escasas en gente que trabaje los campos, grano, animales sabrosos y bienes manufacturados. Viven en un estado de permanente necesidad y problemas, riéndose de la crisis producida por el fin de los Carolingios. Noruega comparada con el rudo norte del continente dormenio es Al-Andalus.



Y ante todo, lanzarse a la incursión no es solo necesario sino que forma parte de un mecanismo: si no se lanzan a la guerra contra el vecino dormenio lo harán los unos contra los otros. El conflicto y la sangre forman parte de su cultura, porque así han sido modelados ¿por quien? Los dioses sabrán. Además, a diferencia de los incursores nórdicos, que basicamente se dedicaban a asaltar aldeas costeras o cercanas a afluentes y más bien poco vigiladas, los guneares son capaces de librar auténticas guerras contra ejércitos de verdad. No son incursores, son guerreros. Me gustaría mucho ver un combate entre un guerrero del Carnero o del Oso contra un Hersir, sobretodo para ver como vuelan sus dientes.

Los clanes guneares son sociedades que tienen un elemento muy avanzado respecto al desarrollo ideológico que tuvieron los nórdicos del primer milenio: tienen consciencia de su identidad nacional. Un gunear siente, le puede importar o no pero lo siente, que forma parte de algo más gorda que el mismo y se puede englobar/hermanar con otros guneares a los que ve como iguales frente a los extranjeros. Si, eso no impedirá que le rompa el cráneo a otro gunear pero entiende que su víctima y él son lo mismo. Por su lado, la cultura escandinava carece de este desarrollo (que en nuestro mundo no alcanzamos hasta el XIX).

Entre los escandinavos la vida oscilaba entre el campo y el mar, siendo en realidad una sociedad de agricultores-ganaderos con una parte relativamente importante pero en absoluto grande, de guerreros al servicio de los jefes. En los clanes guneares pocos son los clanes que tienen acceso al mar, así de memoria diría que dos, y es la montaña (enorme, alta, letal y peligrosa...pero sobretodo abundante) la que marca sus vidas. Además, están compuestos por gente que sabe defenderse, aún no siendo guerreros, puesto que su entorno es mucho más letal que el peor invierno Noruego (poco más que un verano gunear en según que zonas). La fauna y el clima son los peores del mundo y su modo de vida podrá recordar más a la de nuestros avezados ancestros del paleolítico.

En la sociedad escandinava existen así mismo figuras reales de reyes absolutos, especialmente famosos y fuertes en Dinamarca, que están muy lejos de existir en la sociedad gunear. Entre los guneares uno es rey absoluto en la medida que es absolutamente fuerte y es capaz de dejar su clara su fuerza. Gangraz es el jefe de los Sigvar porque nadie es más fuerte que él. Esto encaja con una sociedad en el que lo informal prevalece, puesto que los guneares carecen de la rigida estructura social de los escandinavos (a los que poco les costó pasarse al sistema feudal, por cierto) siendo su sociedad mucho más anárquica que la suya...Ideas como el Thing o el tratamiento que daban los escandinavos a sus esclavos (thralls) son brutalmente opuestos a la vida libre y caótica de los guneares.



Pero ahí donde el peso del jefe depende del carisma y la fuerza de estos, los herreros ocupan un lugar esencial en la cultura gunear (que en términos absolutos está infinitamente más desarrollada de la que jamás estuvo la de los escandinavos que llamamos vikingos). El acero y la artesanía son parte fundamental de una forma de entender el mundo que poco tiene que ver con la de los nórdicos terrestres, quienes se intercambiaban anillos y otros presentes que un gunear solo obtendrá del cuerpo de otro ser humano al que ha venido a asesinar con su enorme arma. Los forjadores escandinavos eran orfebres de gran talento, pero siendo honestos no eran ni de lejos armeros tan increíbles como ahora se nos quiere hacer ver en ciertas producciones televisivas de dudosa calidad y nulo rigor histórico. Un herrero gunear por otro lado no hace anillos de oro, forja armas y armadura para matar, sobrevivir y ante todo contar algo. Su cultura material tiene más que ver con la de las pinturas parietales del paleolítico superior o los grafitis en los baños de un bar. Un herrero gunear es el guardián del alma de su pueblo y preserva su historia en lo que crea con sus manos.
Esto choca con la sociedad escandinava, que estaba organizada en castas de estructura piramidal con escasa movilidad entre ellas, cada una con sus propias normas para obtener preponderancia con sus compañeros de casta.

Estos son solo unos pocos puntos a comentar, sin duda muchos más pero creo que son los más importantes. No se queden con las hachas, ni con las barbas. Hay mucho más detrás de todo ello.