Ahora que ya cuento con más experiencia en el sistema de Espada Negra, la creación de personajes me resulta más interesante. O más sencilla, según como se mire. El hecho de mirar y remirar las profesiones, trasfondos y ventajas/desventajas resulta vital para conseguir personajes que se adecuen a los deseos de cada uno. Al final acabas aprendiendo los entresijos de todo ello, lo que te permite descubrir nuevas combinaciones.
¿Y dónde quiero ir a parar con esto? A que una vez alcanzas este nivel de entusiasmo por la creación de personajes, la muerte se afronta de otra forma.
Duele y
frustra más. Al menos a mí.
¿Es eso malo? No necesariamente. Que Espada Negra compromete y frustra es un sello distintivo, sobretodo al tomar malas decisiones. En este caso, mi error fue tratar de ayudar a un demente que acababa de conocer, lo que conllevó la muerte irremisible de ambos. Siendo honestos, el roleo de Ajhkhum fue soberbio, y su "suicidio" derivado de su propia locura, perfecto y acorde a su personaje.
Hagamos un paréntesis para contextualizar la partida. Se trataba del
slasher tírtico del hermano Crom, una de las recompensas del Juégame, que iniciamos Kerian y yo. En la segunda sesión se nos unió Ajhkhum con su personaje trastornado, y tardamos apenas un rato en morir ambos. Kerian se salvó por estar descansando.
Tras una noche de reposo, el "
cabreo" por mi estupidez al haber perdido a mi ulekaiz dio paso a una reflexión sobre las causas que lo llevaron a la muerte. Podría destacar dos motivos principales: irme de paseo con un loco al que acababa de conocer, e intentar ayudarle en un combate al que nos empujó.
Y esto me lleva a la reflexión final del artículo. La psicología y las relaciones en Espada Negra dotan al juego de una dimensión que en otros juegos se obvia o no se tiene tan en cuenta. Se me ocurren algunos nombres, y quizá por seguir su tónica acabó mi buen ulekaiz muerto.
¡Salve, valiente Zake! Que Taharda te acoja en su seno.
Entradas similares: