ATENCION
EL SIGUIENTE TEXTO ES DE UNA NOVELA QUE AUN NO HA SIDO PUBLICADA
EL SIGUIENTE TEXTO TIENE LEVÍSIMOS SPOILERS
EL AUTOR DEL SIGUIENTE TEXTO ES LA ANTIESPAÑA
¡GORA TIRTIE!
...
El autor del siguiente texto está en un campo de reeducación.
Alabada sea la Fundadora.
Llevo una temporada poniéndome al día con las novelas de Espada Negra, leyéndome no solo “Estirpe de Khammar” sino también “El Hombre del desierto” y “El Orden de Eridie”. Es de esta última de la que quiero hablar. No voy a entrar en spoilers, que aún no toca temporada Eridia y es cosa muy fea e indigna de un hermano (luego viene el Guardián para atizarte, se dice que el pobre no ha tenido tiempo para leerlas) así que vayan tranquilos.
Durante los otros 3 libros los eridios han estado ahí, ya sea en forma de guerreros cataclísmicos que están barriendo Dormenia poniendo las cosas feas a los personajes de una novela, como un grano en el culo para otros y como una amenaza lejana para los demás (lejana hasta que asoma la cabeza y te dicen “Te gusta el Orden”, tú les dices que no sabes y ellos te responden que no es una pregunta, que efectivamente te gusta el Orden*). El caso es que salvo dos momentos en cierta novela nunca vemos el punto de vista de estos “Diablos Blancos”. Son eso, poco más que un grupo de cabrones que han salido de sus barcos, con sus armaduras blancas y su asesina marcialidad para poner de rodillas a todo el cochino continente.
Bueno, el “Orden de Eridie” nos presenta directamente a los eridios y junto a su forma de ver el mundo, ordenado y lógico pero en mutación y no exentos de problemas, vamos a ver desfilando (literalmente en según que casos) a una buena legión de personajes. Y aquí está la primera cosa positiva: todos los personajes son interesantes, todos, incluso aquellos que a primera vista puedan parecer más planos al final te terminan sorprendiendo con algo que no te esperas. Todos sangran, todos sufren, todos toman parte y todos pueden equivocarse de plano pagando el plato. Incluso cuando eres un tírtico como servidor no puedes evitar empatizar con ellos, e incluso encariñarte con ellos.
Entendemos porque hacen las cosas, tanto en los eventos de la novela (que transcurre en buena medida en Eridie, lo cual es bueno porque así vamos conociendo al Orden) como en los momentos posteriores, cuando llegan a Dormenia y montan la jodida Guerra Mundial que va a arrastrar al mundo a un conflicto de proporciones hemoglobínicas que lo convulsionará de los huesos a la carne. Y eso es bueno, ya no son una amenaza muda que presenta un muro de alabardas con las que erigir montañas de cadáveres.
La trama es otro punto fuerte que funciona bien, pues aparte de tener giros y vericuetos en los que todos los personajes van a tener algo que decir consigue mantenerte interesado...con momentos realmente buenos como cierta escena en un puente o cualquier momento en el que intervenga Vestinius.
Joder ¿entonces, es una novela perfecta? No, claro. Pero es un buen libro pese a adolecer de ciertos problemas. El más gravoso son ciertas elipsis que me resultaron algo abruptas y me sacaron por un instante de la lectura, que además llegan a alterar el ritmo de lectura.
Resumiendo, un buen libro. Es el que más me ha gustado de los cuatro y además...proporciona contexto, un muy necesario contexto. Ya verán cuando salga.
*Esta expresión es de Sigeiror, pero como es un buen hermano me la deja. Aunque no se lo pregunte.