Sé que el artículo puede parecer un poco pretencioso, pero es cierto que
se planteó la duda en una red social ayer, así que me ha parecido más que interesante dar una respuesta específica. ¿Y cuál es la cuestión? Que puede haber personas que pudieran querer apoyar el material que se crea en el “
Juégame” sin necesariamente jugar porque sus circunstancias no se lo permiten, y aún así quieren apoyar la creación de material jugable de Espada Negra.
En realidad esto no tiene mucho sentido para este humilde servidor. Creo que el material jugable existe para ser jugado, y que su existencia debería estar sujeta a esa utilidad. Claro que puedo entender que este material puede tener otros usos (por ejemplo uno masturbatorio) que no encajen del todo bien en el "
Juégame". Así que voy a soltar unas ideas para los posibles “juegadores” que no tienen tiempo para “juegar”.
Primera. Cambia tus circunstancias.
Sé que todos tenemos unas circunstancias complicadas que nos obligar a trabajar. Tenemos hijos, responsabilidades, gastos y problemas. ¡A la mierda con todo! Juega con tu madre sexagenaria, juega con tus hijos imberbes. Si vas a darle la espalda a las circunstancias, Espada Negra es tu juego, porque es hardcore, es vibrante, y es el hijoputa que te hará sentir que sufrir merece la pena. ¡Muérdete la lengua, saborea tu propia sangre! ¡Y
dinos a qué sabe!
Segunda. Juega online.
Sé que suena raro que un defensor del juego en vivo diga esto, pero también es mejor una buena paja que un mal polvo. Reunir a los amigos para jugar en mesa es un lío cojonudo, pero echarse un par de horas de partidas online está al acceso de casi cualquiera que no viva en un estrés horrible. Ah, si vas a “juegar” online quizá no tengas tiempo para preparar tu propia partida y quieras echar un ojo a “
El arte de la muerte”, “Semillas de eternidad” o “
La crisis de los lobos rojos”. Son muy majas para este propósito.
Tercera. Juega experimental.
Ya sea en fragmentos de media hora antes de irte a dormir, por telegram (pero no wassap, que apesta), o durante el sexo con tu pareja (pero con runas, ¿eh?), o como sea. Y no dejes de
contárnos cómo fue, claro.
Cuarta. Propón una meta.
Quizá sepas hacer una ilustración, o una poesía de a lo que sabe la ira, una aventura o mazmorra de una página, o una página sobre la frustración que implica no poder jugar con tus amigos, o cualquier otra ayuda de juego como un PNJ (en
Nación Rolera hay unos cuantos). Dínoslo, y lo pondremos como meta en el número de partidas que te parezca bien. Somos así, nos gusta lo espontáneo.
También puedes llegar a algún acuerdo con algún amigo para que haga la meta si se da el caso. Por si no tienes tiempo.
Un ejemplo de esto ha sido la colaboración de este mes con HT Publishers: si llegamos a XXVI partidas la aventura se editará físicamente. Aunque está un pelín lejos.
Quinta. Convence a alguien para que haga una partida.
De acuerdo, eres un tipo responsable demasiado ocupado que no tiene tiempo para jugar al rol y no hay forma de arreglarlo. Es mentira, pero vale. Pues coge ese libro de Espada Negra que tienes del crowdfunding cogiendo polvo en la estantería, vete al club de juegos de tu localidad y dáselo a la fauna local a cambio de que suban al menos una partida. Y sube una foto con la entrega, ya que estás.
Sexta. Convéncenos.
Cuéntanos que pasa, y por qué quieres el material jugable de Espada Negra pero no puedes enviar nada el “
Juégame”. Si nos convence, podemos rebajar las metas del mes siguiente en una unidad. Pero la verdad es que somos tipos duros de convencer.
Séptima. Disfruta de otras cosas que no son el material jugable.
De acuerdo, te mola Espada Negra. Hay otras cosas que no son el material que se libera en el Juégame y que están muy bien para cosas que no son jugar al rol. Las
novelas, por ejemplo, o el
juego de mesa, o el disco que sacamos dentro de… ¡ups, se me ha escapado!
Octava. Ven a jugar con nosotros.
No disponible para todo el mundo todo el año, pero también viajamos mucho. Ven a vernos, compartir nuestra obra nos gusta mucho y nos da ánimo para seguir.
Novena. Dónanos unos cuantos dineros.
De acuerdo, tienes cinco euros que te queman en el bolsillo y puedes prescindir de ellos cada mes, y crees que es la mejor forma de colaborar con el “Juégame”. Justo hoy hemos abierto un canal de donaciones que permite que se reconozca a los autores de forma que… ¡Ja! Por un momento te lo has creído.
En resumen, juega.
Quizá la cuestión no sea qué puedes hacer por el "
Juégame", sino lo que el "
Juégame" puede hacer por ti. Utilízalo como escusa (ante tu jefe o pareja) para echar unas partidas como sea. Ayúdate a ti mismo ayudándonos.
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