Ayer escribía un artículo que ha resultado especialmente polémico en varias redes sociales. Y esta vez no ha sido que me enfrentara a nadie, ni que tuviera alguna opinión controvertida, sino que más bien plantee si los personajes de los jugadores de las partidas de rol podían
no ser los protagonistas de la historia.
Bajo este título no tan polémico vine a esconder otra reflexión, que venía a ser que en las partidas de rol podemos encontrar dos tipos de protagonismo:
- Por una parte tenemos el protagonismo de la acción, o el “chupar cámara”. Es obvio que este protagonismo va a pertenecer a los personajes de los jugadores.
- Por otra parte tenemos el protagonismo de la historia, dicho de otra forma, quien ha sido el personaje (o personajes) más resolutivos (¿quizá interesantes?) dentro de la historia como conjunto, y lo digo incluso analizándolo a posteriori (“pues mira, el protagonista de esta historia ha sido al final el rey de Hilendia"). Este protagonismo puede pertenecer a otras entidades que no son necesariamente los personajes de los jugadores.
Creo que no me expliqué bien, porque esto me ha llevado a recibir toda suerte de opiniones de que soy un máster con estilo dirigista, como se puede ver en el
hilo original de comunidad umbría, y sobre todo esta prolongada
discusión en facebook. MUY PROLONGADA. ¡Dirigista yo!, que soy defensor acérrimo del
estilo objetivo.
No deja de parecerme curioso que en esa discusión se me atacara diciendo que utilizo los significados de las palabras de forma torticera en beneficio de mis conclusiones, lo cual en sí mismo me parece perverso porque yo utilicé no unas palabras, sino unos conceptos que yo mismo definí como tales, los del principio del artículo.
Durante la conversación accesoria a la prolongada discusión se me señaló que utilizar los términos de la narración tradicional en el ámbito del rol (más bien del rol objetivo) daba lugar a contradicciones y encuentros perniciosos con las connotaciones tradicionales. Esto me gustó.
Tomemos por ejemplo el término “trama”. Claro que uno puede entender este concepto de “trama” a posteriori, pero muchos guionistas (y los máster de rol dirigistas) prefijan la trama antes que todo lo demás. A mí me parece que esto da lugar a guiones pobres, pero en el caso de los juegos de rol dota al conjunto de un estilo dirigista que directamente yo no querría jugar.
Siguiendo este hilo de razonamiento que a mí me place, aplicar el concepto del protagonismo clásico a los personajes de los jugadores en un juego de rol es en sí mismo erróneo, especialmente si tomamos por cierta la
definición de la wikipedia, que hace referencia a una estructura narrativa que las partidas de estilo objetivo no van a tener.
Sin querer entrar en la discusión de las definiciones, creo que el concepto de protagonista tal y como está en el subconsciente colectivo (aunque aquí hay mucha discusión) no tiene por qué ser adecuado para todas las corrientes de juego de rol.
Así que desde mi punto de vista los personajes de los jugadores de partidas de rol objetivo no es que sean protagonistas ni no lo sean, es que es un concepto que simplemente no se le puede aplicar en los términos tradicionales, y que da lugar a equívocos.
Por cierto, si quieren ver sus mercedes a una buena cantidad de máster no dirigistas acusarse unos a otros de dirigistas durante más de cien comentarios no dejen de acudir al mencionado
hilo de facebook, durante la primera tanda de comentarios; al final llega un dirigista que consigue unificarlos a todos en su oposición.
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