Ayer mismo presentamos en Facebook y Google plus la ilustración del ladrón dormenio que incluyo a continuación, y en ambos casos fue acompañada de una pregunta, ¿qué haría su merced si lo encontrara en esta situación, robándole la bolsa? En G+ se incorporó una encuesta que promovió una aceptable participación.
Ni soy sociólogo ni pretendo serlo, y sé perfectamente que unos comentarios en Facebook y una encuesta en G+ no son un estudio. Es más, no se trata de lo que haría cada persona en su situación actual, sino de lo que haría dentro del mundo de Espada Negra, que es algo bien distinto. Así que lo que pongo no son en absoluto conclusiones, son reflexiones personales.
¿A quien no le han robado? A mí me han robado en alguna ocasión, de hecho una vez robaron en mi casa estando yo dentro. Se queda una mala sensación de inseguridad en el cuerpo, y es fastidioso perder bienes útiles, aunque en mi caso fueron más fastidiosos los daños secundarios.
Así que robar no está bien. Es algo a lo que mi mente llega sin pensar demasiado. Pero también llego a que no es lo mismo robar como método para hacer un negocio y lucrarse, que robar pan para comer. Cuando yo veo al ladrón de la imagen pienso más en una persona a la que las circunstancias o las pésimas elecciones le han llevado a decaer hasta una situación muy mala. Esto lo corrobora la
ficha del ladrón que vinculo, en la que se puede ver que tanto sus capacidades sociales como su fuerza física están a un nivel pobre, por lo que la posibilidad de que ejerza la violencia es prácticamente inexistente. Con todo eso no quiero decir que el sujeto tenga que ser en absoluto una buena persona, solo que no tiene demasiada ocasión de portarse con violencia.
Para juzgar la situación tenemos que trazar algunos aspectos sobre la mendicidad en Dormenia.
Lo más notable es que ley existe para proteger a los nobles, quienes además son los que para colmo la administran, y que en cualquier caso cuentan con los asesores expertos. La gente de a pie se encuentra con estados de “la ley y el orden” bastante básicos y con notables diferencias locales. Esto es así porque los organismos de la guardia son creados de forma diferente en cada comunidad, ¡y en algunos ni hay! ¿Y qué se hace entonces? Pues las sociedades criminales asumen las funciones. Así de simple.
Estos órganos de justicia saben que cuantos menos problemas den a los nobles, mejor será para todo el mundo. Si a un noble se le molesta con un asunto de un robo, ordenará la mutilación o ejecución del culpable, echará una buena bronca al guardia por molestarlo con minucias, y ya que está se interesará por las propiedades del robado, para que no cunda su actitud. Los castigos, salvo en crímenes excepciones, los administra la guardia, sea quien sea.
El oficial de la guardia está mucho más cerca del pueblo, pero su condición es totalmente variable. Puede ser uno de los guardias del propio noble, o un civil del pueblo, o un miembro de las bandas, o incluso un agente de la corrección. En las zonas rurales se dependerá de la caballería ligera itinerante. Como se comprenderá, no hay una norma, pero por lo general serán mucho menos rígidos que los nobles al aplicar el castigo. Si se trata de la primera vez que el sujeto es denunciado (y el oficial no tiene un mal día) someterá al sujeto a un par de días de arresto y le dará algunas bofetadas. Si es reincidente sí que puede ser más cruel y creativo. Si además tiene un mal día, puede llegar a matarlo.
Si alguien de la calle mata a alguien que le estaba robando, el guardia no le va a decir nada (normalmente, ojo) en tanto que las cosas estén más o menos claras. Si hay testigos o el sujeto era un mendigo claramente no se harán muchas preguntas, aunque en realidad el sujeto sí estará cometiendo una infracción importante.
En parte yo soy de la opinión de no causar en ningún caso un daño mayor del que me han causado, así que tiendo a pensar que lo dejaría marchar o que incluso le daría una moneda para que comiese algo caliente, pero comprendo que haya personas muy críticas con esta actitud en el sentido de que fomenta la mendicidad y la inseguridad.
Cabe la cuestión de si en Dormenia existe alguna institución que de algo de comida a estas gentes, y la respuesta es que sí. La iglesia soidita se compromete a alimentar al hambriento, cosa que hace con el compromiso de los panaderos locales. Incluso permite que los mendigos duerman en el templo durante las noches de invierno en tanto que cumplan algunas condiciones.
Así que alguien que nos robe en Dormenia, o tiene un problema con la iglesia, o tiene un problema de adicción con el nantio. Muchos mendigos comienzan a drogarse para soportar los rigores de la vida en la calle pero acaban siendo unos adictos que pierden el relativo control de sus vidas y de sus decisiones. Es una lacra de la sociedad dormenia a la que están muy lejos de ofrecer una respuesta. Y si esta gente necesita ayuda con este asunto ya sí que nadie se la va a dar.
En este sentido hay quien podría considerar culpables a las bandas criminales, que son las que comercian con el nantio (y establecen su precio arbitrariamente) y son los receptores finales del dinero robado, o a los nobles, que no toleran esta situación, o incluso a la sociedad completa que no mueve un dedo. Quizá en cierto sentido ser robado de vez en cuando es una forma de “impuesto”, una parte de la responsabilidad de no haber estado a la altura como colectivo.
No muchas personas votaron en G+ por la ejecución (2%), aunque unas cuantas lo hicieron por la mutilación (24%). A mí me parece un poco extremo, desproporcionado. Me recuerda a la leyenda de Vlad Tepes, quien harto de los robos reunió a todos los mendigos para invitarlos a una gran comida. Después cerró las puertas y los quemó a todos. Según al leyenda al menos les dio la comida.
Mucho cuidado con la crueldad.
La mayor parte de personas (44%) optaron por entregarlo a la guardia. Supongo que es un poco la opción legal, la que va a seguir la ruta social, sea la que sea, pues, ¿acaso vamos a cambiar el sistema porque nos han robado?
Una solución que parece limpia, ¿pero no estaremos acercándonos a la indiferencia?
Muy pocos optaron por marcharse sin más (6%) pero unos cuantos más se significaron en su compasión por el sujeto y optaron por darle una moneda (24%) para que pudiera comprarse algo de comida, aunque quizá se lo gastaría en droga.
Quizá nos pasemos de blandos.
Algunos mencionaron en los comentarios que faltaba la opción de darle una paliza, pero a fin de cuentas era lo que iba a recibir (seguramente) con la guardia, así que acabaron incluyendo su voto en esa opción.
Algunos otros señalaron que no tenían dinero o que no lo llevaban en la bolsa, así que el mendigo no se habría llevado nada. Es una opción un poco “de hacerse el listillo”, pero la verdad es que es posible y me despierta cierta simpatía.
De alguna forma la mayor parte de personas se pusieron en una situación en la que su bolsa tenía cierto peso y en la que el ladrón producía un atentado contra sus propiedades. Evidentemente no tengo ninguna objeción al respecto. Yo de alguna forma me pregunto si en ciertas decisiones de mi vida no me podrían haber llevado a una serie de infortunios que acabaran con mi cuerpo en la calle. Aún me pregunto si no podría pasarme en el futuro, y por ello siento cierta empatía por este sujeto. Por eso creo que yo le daría la moneda, pero claro, es que lo mismo yo ni tendría la moneda.
Por último me despido con la ilustración de mezquindad menor, en honor al mendigo que quizá debió aceptar con más entereza su situación y no haber robado.
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