¿Respondiendo? a Carlos de la Cruz

28-1-2015 15:06

Por Verion

El señor Carlos de la Cruz Morales es un bloguero de mucho recorrido que escribe artículos muy interesantes en “frikoteca”. El otro día planteó una cuestión muy interesante en la red social google plus. Hubo muchas respuestas, algunas muy profundas, también uno o dos ataques y réplicas. Recomiendo su lectura, pero la reproduzco aquí.

Examen de Segundo de Rol.

Entre los productos creados por aficionados, los de los mecenazgos y los de las editoriales, el mundillo del rol está saturado de oferta y los aficionados están empachados.

¿Sí, no? Razone su respuesta.

En este hilo yo aporté un poco, pero muy poco, porque la verdad es que no creo tener muchos datos con los que formar una respuesta ciertamente razonada, pero pensé en muchas cosas que no publiqué en ese espacio porque eran aspectos más personales de la cuestión y desde luego no la respondía. Hoy voy a tratar un poco esos pensamientos, aunque advierto que algunos son algo más personales y quizá hasta egoístas. Los voy a poner con títulos en negrita para que sus mercedes seleccionen su lectura y no desaprovechen su valioso tiempo.

La temida burbuja.

Este parece un pensamiento que todo el mundo se plantea, y que está ahí escondida como el temor al “peak oil” o al cambio climático. Creo que los roleros tenemos este temor porque hemos visto que nuestra afición, por decirlo así, ha tenido momentos de bajada muy notorios, sin que esto signifique que en los momentos de subida pase a ser una primavera de publicaciones que dieran de comer a autores y editoriales. Y ese asunto del “dar de comer” parece bastante sintomático e importante para muchas personas.

Pero incluso la situación actual es mucho mejor que las sequías por las que hemos pasado, y los roleros tememos (o más bien temen) que la situación actual sea una pequeña subida motivada por las nuevas herramientas de financiación y edición digital, y que el globo se desinfle cuando “le hayamos cogido la costumbre al tema”, metáfora esta (la del globo) que me agrada más que la de una burbuja, no solo porque las burbujas sean especulativas (y aquí creo que especulación más bien no hay), sino porque las burbujas explotan, y no creo que la situación actual vaya a cambiar radicalmente de la noche a la mañana, sino que si eso sufrirá una corrección, perderá fuelle.

Un pensamiento que podría aplicarse a todo esto es que “no podemos estar subiendo siempre”. Sin un ascenso muy significativo de jugadores, el consumo de productos roleros tocaría un techo a partir del cual podría mantenerse o caer.

¿Quiere ser alguien? ¡Haga un crowdfunding!

Ha habido un buen numero de crowdfundings roleros que han tenido éxito en los últimos tiempos. El muy significativo pionero fue “La puerta de Ishtar”. El más exitoso ha sido “Runequest 6”, pero “Walküre” y “Walhalla” no andan lejos. “Vampiro V20” no lo cuento, pues no se creó en una plataforma independiente de crowdfundings sino en la web de su editorial, así que vaya su merced a saber qué se hizo por ahí dentro. Ha habido otros tantos con éxitos que a mí me parecen notables, y algunos que se quedaron en el camino, aunque creo que todos sabemos en esos casos por qué.

A mí me ha sorprendido las cantidades que estos proyectos pueden levantar, e incluyo en ello a Espada Negra, y me siento un poco confundido con respecto a lo que esto significa. ¿Habríamos en Espada Negra tenido menos repercusión si hubiéramos financiado el juego con nuestros recursos materiales? No tengo una respuesta, pero me aterra que pueda ser "sí", pues estaríamos entrando en otra dictadura del mercado, en este caso impuesta por las plataformas de crowdfunding y la influencia en las redes sociales, pero lo prefiero a la dictadura tradicional de las editoriales.

Quizá lo que esté ocurriendo es que estemos entendiendo un poco mejor los números que hay detrás del consumo de los juegos de rol, lo cual también me lleva a otras reflexiones.

Independiente nos da una visión por ahora muy interesante: el financiador español de juegos de rol no parece saciado en estos momentos. ¿Qué crowdfundings aparecerán durante los próximos meses?
Sería muy interesante contar también con los datos de las tiendas y las editoriales, pero no creo que nos los cedan.

El rolero español tradicional está comprometido.

Creo que todos tenemos en la cabeza la imagen de un rolero de entre treinta y cuarenta años (vale, algunos de sus mercedes han pasado los cuarenta de sobras) que tiene las estanterías hasta los topes de libros de rol que lee con gran cariño, y, de acuerdo, no los juega todos. La edad tiende a cambiar el tiempo disponible por responsabilidades, y, si eso, dinero, así que ya no hay tiempo para grandes campañas, si eso unos cuantos “one shot” de vez en cuando.

Se habla mucho de este coleccionismo como un ente peligroso para la industria del rol, pero a mí este razonamiento me parece como mucho un postulado, y no demasiado bueno.

Creo que el rol tiene un renuevo generacional, lo creo porque lo veo en las jornadas. Creo que hay muchos otros modelos de jugadores, y que no solo esos grandes sabios de potentes bibliotecas sustentan las publicaciones. Pero sí creo que estos son llamativos. ¿Por qué?

Bueno, porque están muy implicados. De la misma forma que les gusta coleccionar y leer, también les gusta compartir, y si me permiten sus mercedes, creo que es normal. A todos los que tenemos esta edad nos gustaría jugar, y lo digo yo que juego bastante, así que si de alguna forma podemos llenar ese vacío participando en blogs, redes sociales y similares, lo haremos encantados. ¿El rolero joven? Está demasiado ocupado jugando y haciendo cosas de jóvenes, aunque a alguno se ve por aquí, claro.

Y todo esto sin tener en cuenta al rolero que va a las tiendas y pregunta al tendero que hay de nuevo y no le interesan nada redes sociales y procesos de financiación colectiva.

Pero este rolero coleccionista "sabio" hace mucho más que acumular conocimiento en las baldas de sus estanterías cuando invierte sus recursos. Está ayudando a sostener el entorno editorial (¿independiente?), y creo que ahí hay una relación simbiótica consciente o no, que a fin de cuentas nos beneficia a todos como comunidad, y que a no ser que las cosas cambien mucho, seguirá siendo un interés común.

La poderosa comunidad.

Los roleros nos hemos organizado de la forma más informal y anárquica pensable, y que pese a ello tenga una estructura. Nos hemos unido por nuestros perfiles de google plus (de verdad que yo antes ni tenía perfil) y nos retroalimentamos compartiendo reflexiones, textos de blogs, partidas, noticias, compras, publicaciones y tantas cosas como nos parezca oportuno. Hay afección, hay enlace, ergo hay unión (informal), y fruto de ello hay salud.

Es importante señalar que hay algunas figuras constantes que a mi juicio son importantes. Estoy hablando de “Jesús Rolero” y “El poderoso Crom”, "Complejo de Máster" entre otros, que han creado una sensación televisiva muy cercana que parece tener empuje. Me llama la atención, por ejemplo, el surgimiendo de "Desayuno con dados", que hasta el momento arrojaba una perspectiva diferente, tratando simplemente de conocer a los roleros, aspecto que puede gustar o no, pero que es diferente a los otros.

Hay articulistas prolíficos y no tan prolíficos, hay autores, hay editoriales. Todos estamos pululando por ahí, cada cual a su estilo.

Y por supuesto, hay jugadores.

Las asignaturas pendientes.

Yo creo que hay asuntos que aún no están bien establecidos, y que deberían estarlo si queremos seguir creciendo, y creo que deberíamos querer, no por un afán capitalista propio de banqueros o políticos, sino porque queremos extender el rol en sí como afición, no como hecho comercial. Se me ocurren los siguientes campos de mejora inmediata.

El enlace entre el mundo físico y el mundo de internet: los roleros de internet estamos bastante unidos en este sentido que he citado, pero sabemos que hay un montón de células por ahí jugando al rol “de forma clandestina”. Nos gustaría atraerlos a todos a la comunidad, pero conseguirlo parece una quimera.

La prensa independiente: con el cierre de “The Freak Times” y de “multifriki” creo que hay un hueco importante que debería llenarse para que lo pudieran consultar las personas que no quieren estar atentas a redes sociales de alta carga de información. El ya demandado por mí “periódico semanal o quincenal” sigue sin existir, y podría ser un puente para captar jugadores de otras aficiones si se hiciera con cierto ojo.

La captación de jugadores: bien se trate de jóvenes, veteranos que han perdido el camino, o incluso personas de edad que nunca lo han conocido, creo que hay mucho camino por recorrer para aumentar la afición. Los roles en vivo han hecho algo por esto, y las jornadas también, pero de nuevo creo que hay camino por recorrer. Estoy seguro de que todos nosotros podríamos hacer algo para llevar el rol a las jornadas en nuestros viejos institutos (bueno, sé que yo podría), pero también creo (aunque quizá me equivoque) que hay espacio para una publicación diferente: un juego de rol pensado explícitamente para atraer a la gente que dice “frikazo” con algo de miedo o desprecio. Bueno, solo es una idea.

¿Y si realmente ocurre un pinchazo?

Podría pasar, los eventos traumáticos ocurren en la sociedad y pueden destruir la afección que hemos conseguido. A mí se me ocurren al menos tres eventos hipotéticos que podrían llevarnos a sufrir un estadio depresivo agudo.

Cierre de google plus: a fecha de hoy parece poco probable, pero google ha cerrado en el pasado otros servicios que no les salieron bien, y todos sabemos que google plus no les ha salido bien. Su director renunció, y la mayor parte de desarrolladores fueron desplazados a otros proyectos. Un cierre de esta herramienta supondría un impacto muy fuerte a este colectivo que no tendría un entorno práctico centralizador.

Quiebra o estafa en algún proyecto: por ahora la mayor parte de CF han salido más o menos bien (que nadie me tire piedras) y no ha habido grandes caídas que hayan conmocionado a la comunidad, pero esto podría llegar a pasar. Un evento de buena escala que afectara a los niveles de confianza podría llegar a afectar al ánimo común.

Guerra civil: no lo digo de broma, por ahora hay un cierto ambiente de tolerancia y respeto que fomenta algunos buenos debates y una participación pacífica, pero eso no tiene por qué continuar. Hay posturas muy enfrentadas que pueden radicalizarse y crear un conflicto enquistado que afecte a la salud de la comunidad. No parece que pueda ocurrir a corto plazo, pero nunca se sabe.

En mi opinión, no sería mala cosa ir planteando estas u otras hipótesis para minimizar el daño que podrían causar a la comunidad.

Y finalmente, mi perspectiva personal.

Hace dos años la hermandad de la Espada Negra decidió dar a conocer al mundo su juego de rol sin demasiada idea de cómo funcionaba la comunidad rolera en internet. Ahora formo parte de este colectivo vibrante y activo no solamente como creador de juegos, sino también como jugador y como bloguero, a mi forma y a mi estilo. Yo me siento parte de esta comunidad informal.

Por eso la pregunta de Carlos de la Cruz me despierta emociones de tipo diverso. Por una parte está mi sentimiento como autor, que obviamente quiere alcanzar la máxima expresión, y por otra mi sentimiento como miembro de una comunidad, que es un poco más complicado. Ambos convergen en el hecho de que seguirán estando aquí incluso aunque se produjera una tendencia de descenso acusada o muy acusada, de la misma forma que habríamos publicado el juego de rol de Espada Negra con menos recursos, porque queremos impulsar el rol.

Mi gran temor quizá no sea ese que parece entenderse en relación con esa “burbuja” de los juegos de rol. Mi duda es si en este hipotético crecimiento sabríamos estar a la altura de los hechos, o esta comunidad vería sus principios actuales tergiversados, porque como digo, creo que vive un momento bastante bueno, pero de alguna forma “hay dinero”, y donde hay dinero surgen aprovechados. No me gustaría que esto se convirtiera en una maraña publicitaria, en el aluvión continuado de imágenes sorprendentes y espectaculares en el que costara distinguir las expresiones sinceras del puro mercantilismo. Y no lo digo por decir, porque creo que algo de eso ya hay.


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