Como quizá sepan algunas de sus mercedes, ayer parte de la hermandad se reunió para jugar la primera de las partidas oficiales de la hermandad de este año, y hoy quería hablar de cómo son estas partidas en este artículo, basándome precisamente en esta última que tuvo un resultado bastante interesante y también satisfactorio (al menos para mí).
He dado mucho el pesado en el pasado con el
estilo objetivo con el que jugamos estas partidas (recordemos que yo personalmente soy el Creador principal de esta campaña). Este estilo da lugar a una situación de juego muy diversa que en este caso supone un ejemplo extremo.
No siempre jugamos de una forma tan extrema. Esta campaña que cito de “la hermandad” se refiere a los hechos ocurridos ya en el siglo sexto de la historia de Espada Negra, pero su contenido es canónico y muy trascendente, por lo que los jugadores suelen tomársela bastante en serio. Tenemos otras campañas o partidas situadas en el momento de la historia “actual”, lo que viene a ser la década de los años sesenta y setenta del quinto siglo. Estas partidas no hacen relación a hechos tan globales.
Uno de los ingredientes que más me gusta de esta campaña es que ha sido muy poco “meta”. Cada jugador ha realizado su personaje siguiendo sus propias inclinaciones y lo ha hecho crecer mucho, aunque en ciertos casos esto ha llevado a su muerte. Si los jugadores hubiesen sido más “meta” creando un grupo más efectivo, seguramente se habría conseguido cumplir más objetivos (en el sentido de tener más éxito), pero la campaña habría sido más impersonal y aburrida. Estoy muy satisfecho en este sentido.
Guerreros guneares hay unos cuantos, y ni aún así las situaciones de combate están aseguradas.
En el momento de la historia en el que estamos se va a producir una gran batalla que los personajes llevan largo tiempo esperando y temiendo. Debido al resultado de ese conflicto, la situación de equilibrio de poderes del mundo entero puede cambiar, por lo que hay mucha tensión en ello. La partida que jugamos ayer era un preámbulo de dicha batalla.
Los jugadores que llevan mucho tiempo en esta campaña tienen a sus personajes principales y sus seguidores. Estos primeros suelen estar ocupados con las tareas principales (la batalla, en este caso) y las misiones secundarias suelen ser afrontadas por los seguidores. En este sentido hay una serie de retos que los jugadores tienen que estudiar con mucho cuidado, y la información es clave: ¡se producen retos que de hecho no llegan a conocer!
Otro de los ingredientes notables es el número de jugadores que participan en estas importantes misiones. La implicación de los posibles jugadores se traduce en implicación de sus personajes. La dificultad de las misiones no cambia porque haya más o menos jugadores, por lo que las tareas previas a la partida tienen cierto peso, y se producen conversaciones que pueden ser trascendentes para enforcar mejor el resultado.
El resultado de esta partida fue especialmente trascendnete para el hermano Siul, ¡y él ni siquiera pudo ir a la partida!
En ocasiones se apuntan a estas partidas personas que no son miembros de la hermandad, pero que tienen circunstancialmente un interés en jugar una o varias partidas. Estos jugadores normalmente son bienvenidos, pero se suele exigir que sus personajes tengan relación con alguno de los personajes de un jugador que los haya invitado. Estas intervenciones pueden ser bastante valiosas. Debido a ello en estas partidas pueden llegar a juntarse muchos jugadores.
El próximo sábado tendremos uno de los desenlaces más importantes del mundo de la Espada Negra. Seguramente unos cuantos hermanos puedan personarse, pero probablemente otros no lo hagan. Se aceptarán espadas independientes que quieran colaborar en esta compleja batalla. Se parte con una interesante ventaja que se ha producido del buen resultado en la partida de ayer.
Apúntante a la batalla.
Me gusta este resultado. Creo que los jugadores sienten que sus acciones pesan en el resultado del mundo incluso en acciones que a priori no parecían las más importantes. Podían haber no conseguido nada, podrían haber derrotado a uno de los enemigos de esta campaña, o podrían simplemente no haberse enterado de nada, o no haber ido siquiera.
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