Los pilares de la existencia hermandad de la Espada Negra son unos principios sólidos que pueden consultarse en la
sección concreta y la expansión de una actitud general a través de unos juegos y actividades que se relacionan con estos primeros. Nos gusta estar bastante definidos en estas direcciones, porque así sabemos que cuando alguien se une a la hermandad es porque es afín a estos conceptos. Y la hermandad está creciendo.
Me gusta pensar y sentir que este crecimiento que estamos experimentando es fruto de la exposición sensata de estos principios y del interés de unos juegos apropiados en el seno de un ambiente unificador motivador, sin que ninguno de estos factores esté por encima de los demás, y respetándose cada cual en su parcela en un equilibrio estable, cuidado y vigilado.
Los juegos son en este caso tanto un canal como un medio. Opino que jugar a juegos de rol o juegos competitivos es una forma de canalizar unas necesidades de las personas que nos permiten tener posteriormente una visión del mundo más calmada en tanto que hemos desfogado nuestro espíritu más radical. También son una forma de transmitir unas ideas y unos principios en sí mismos, como ya hemos señalado muchas veces en artículos y charlas.
La expresión del ambiente de Espada Negra también es una forma de expresar unas ideas, e intentamos que estas aparezcan en cada una de las obras ambientales, incluyendo, por ejemplo, novelas y piezas musicales.
No sabemos si este camino llevará a una gran difusión de nuestras obras. La parte buena (la que siempre hemos querido) es que cada vez que nosotros damos la bienvenida a un nuevo miembro de la hermandad sentimos que ha tomado una decisión meditada, sustentada por información suficiente. Creemos que damos un paso adelante en esta búsqueda de comprensión.
Envío mi saludo público a los hermanos que recientemente se han incorporado. E invito a aquellos que leáis esto y que veáis que aquí hay unos principios afines a los vuestros a que contactéis con nosotros por los muchos medios disponibles para ello.
La hermandad aguarda, y crece.
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