Hermanos Juramentados de la Espada Negra
¿Cuál es el precio adecuado para un juego de rol?
20-5-2014 16:09
Por Verion
Hoy leí una discusión en google plus sobre el precio de los libros de un juego de rol en la que empecé a escribir un comentario que sin duda iba a acabar siendo demasiado largo, así que finalmente he decidido seguir mi tónica habitual y redactar un artículo con mala leche. Hoy voy a hablar de capitalismo.

Voy a analizar tres criterios en relación con esta cuestión. Aquel que se refiere a los precios competitivos (o quizá asumibles por el comprador), el de los costes de los creadores, y el de los beneficios que confiere. Finalmente extraeré mis conclusiones personales, como siempre relacionadas con el juego de rol de Espada Negra.

Visión capitalista.

Vivimos en un mundo de competitividad. Es como es, en el mercado existen unos productos, y las personas compran lo que les produce el mejor servicio al mejor precio en función a los criterios de cada uno. Esto suena muy bien, pero tiene sus propios problemas, de los cuales señalo unos pocos.

Si nos acercamos a la tienda física o digital veremos que los juegos de rol tienen muchos formatos y posibilidades, y el precio varía en función a esto:

Juego muy corto en formato libreto: tres euros.

Juego corto o medio en formato "novela": de diez euros a veinte euros.

Juego medio o grande en A4: de veinte euros a treinta euros.

Juego grande en color y tapa dura: de treinta a cincuenta euros.

No entraré demasiado en la relación siempre clara entre el medio impreso y el precio final directo. Trataré mucho antes la cuestión de los beneficios.

Hay que tener claro que de este dinero que paga el usuario muchas partes beben. No digo que no sea justo, puesto que han trabajado, pero muchas partes reciben un trozo.

El estado. Por lo pronto se hará con el IVA correspondiente, que no es poco.

La tienda. Tienen la manía de pagar los alquileres y los sueldos.

La distribuidora.

La editorial.

Los creadores.

La imprenta.

Y por supuesto, otros profesionales que cada parte tenga que contratar. Y aquí viene la parte curiosa del asunto.

Si nosotros somos una gran editorial, tenemos un producto comercial entre manos, podemos hacer una tirada mucho más grande que nos garantizará un coste de producción menor. Quizá incluso podamos tener un trato mejor con distribuidoras y tiendas, que en cualquier caso venderán mejor nuestro producto. Es normal que nos podamos permitir tener el libro más barato.

Si somos una editorial pequeña, no podemos afrontar los costes de una gran tirada, o simplemente no vamos a tener tantas ventas, entonces nuestros costes serán mayores. Nuestro libro será más caro, lo que nos dejará condenados a ganar aún menos dinero (una situación jodida para seguir manteniendo la línea viva) o a ponerlo más caro (más jodido aún).

Por ello creo que el modelo capitalista competitivo somete a una dura dictadura a los creadores y editores no instaurados en el negocio con un producto comercial.

No es una situación única de los juegos de rol, evidentemente. Si uno se asoma al mercado de la tecnología se encontrará con la misma situación (o peor), y más grave es el caso de la agricultura, en el que las subvenciones a la agricultura de los países desarrollados someten a un yugo mortal a los productores del tercer mundo, y ese sí que es un asunto preocupante (y no los creadores de juegos de rol).

Tampoco es una situación atípica dentro del ámbito de las creaciones "masificables", como puedan ser la música o la literatura.

Y todo esto sin preocuparnos por aquellos que simplemente no pueden permitirse pagar los costes que el divino mercado ha asignado como "competitivos". Ya se sabe, los manotazos invisibles de Adam Smith.

Visión de los costes

Si uno afronta un proyecto capitalista, de alguna forma tiene que pensar cuántos recursos va a dedicar a una tarea en función a cuánto va a recibir después. Y no es un ejercicio muy sofisticado. Recuerdo algunos ejemplos prácticos de Pedro Gil, y podría prolongar el artículo con los de Espada Negra, pero me quedaré en una idea: en cuanto aumentes un poco los costes te quedarás sin beneficios, o entrarás en pérdidas.

Esto no sería del todo raro si no es porque en estos análisis de costes rara vez entra el trabajo de los propios creadores. En parte lo entiendo, porque por lo general amamos lo que hacemos, pero por otra parte es un poco duro.

Todo este concepto es un tanto incómodo para los creadores. La limitación de recursos implica, desde mi punto de vista, una limitación de la calidad final. Más sobre esto en mis conclusiones.

Visión utilitarista

Desde este punto de vista el coste de un producto es correcto si es elevado en tanto que provea de un bien a su comprador. Desde este punto de vista un juego de rol puede "permitirse" ser caro en tanto que provee de muchas horas de diversión, pero también hay que tener en cuenta que existen usuarios que lo compran como material de lectura en sí, no necesariamente para jugar.

Además, esa visión de que un juego de rol proporciona innumerables horas de diversión esconde una pequeña falacia: el director de juego y los jugadores añaden su propio valor mediante mucha preparación que si bien se suele hacer con gusto sin duda es más costosa para ellos que sentarse a ver una película.

Otra cosa sería que el juego de rol viniera con director de juego incorporado. Pero eso es otra historia.

Mi conclusión aplicada a Espada Negra.

Yo no soy un tipo particularmente capitalista. Creo que existen otras formas de ordenación mucho más óptimas y éticas, pero a la hora de publicar todos estamos sujetos a sus normas. Por ello el juego de rol saldrá a un precio competitivo. Creo que preferiría competir a puñetazos, pero así es la vida...

Aún así no reparamos en costes. Queremos sacar el mejor producto dentro de nuestras posibilidades, que por fortuna no están mal. No son las de una gran editorial americana, pero algo de recursos sí tenemos. Es nuestro anhelo y nuestro sueño publicar un gran juego y de rol, y así lo hemos intentado y lo hemos hecho en su versión digital. La versión física le hará justicia.

No me deja de ser llamativo el hecho de que si tuviéramos un pensamiento capitalista y planeáramos que nos revirtiera las muchas horas de planificación y escritura, las no pocas reuniones de corrección y equilibrio (y no hablo de sentarnos a jugar), los no pocos viajes (con costes medibles) y demostraciones... tendríamos que poner el juego físico a un precio de unos seis cientos euros o vender un millón de unidades. No creo que seamos unos inútiles lentorros, y desde luego no vamos a reducir nuestros estándares de calidad.

Y no olvidamos en absoluto la visión social del asunto. Creemos que todo el mundo debería poder acceder al juego de Espada Negra sea cual sea su condición social y recursos, y ponemos lo que está en nuestra mano para que así sea. Por eso lo ponemos a disposición libre de todo el mundo. Y lo seguiremos haciendo para siempre, porque nos encanta hacer esto.

Como en la democracia el poder lo tiene el votante, en los juegos de rol el poder lo tiene el consumidor. Y nosotros hemos hecho lo posible por dotar de una alternativa seria, divertida, jugable, ambientada y global.

Tenemos la conciencia tranquila.


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